Los motivos son varios. Uno de ellos es la exigencia de la mejora de los medios informáticos de los juzgados que siguen siendo prehistóricos y que tras el Pacto de Estado para la reforma de la justicia suscrito por los principales partidos políticos en el 2001 que fijó entre sus objetivos que la justicia actuara con rapidez, eficacia, y calidad, con métodos más modernos y procedimientos menos complicados, y que a día de hoy poco se ha resuelto.
Otra de las exigencias al ministerio es la de que en cinco años se equiare el número de jueces a la media europea con 16 jueces cada 100 000 habitantes. También se discutirá sobre la delimitación de funciones de jueces y secretarios que desde el Real Decreto 1608/2005 aprueba un nuevo reglamento para los secretarios judiciales en función de la nueva Oficina Judicial, que como decíamos poco se ha desarrollado dejando a los secretarios en una situación en la que sus funciones están poco claras. Y cómo los señalamientos de los juicios serán exclusiva competencia del juez. Al hilo de todo esto también se añaden las protestas por la politización del Consejo General de Poder Judicial, órgano de gobierno del poder judicial, y el revuelo ante la sanción del juez Tirado del caso Mari Luz que pone de manifiesto un “borrón y cuenta nueva” para los jueces, y cómo Zapatero manifestó su discrepancia profunda ante la ridícula multa de 1500 euros. Pero si el gobierno no pone medidas para el buen funcionamiento de la justicia y el Consejo General del Poder Judicial , hace borrón y cuenta nueva ¿en manos de quién está la patata caliente? Porque parece ser que la justicia es una patata caliente que ambos poderes se pasan sin importarles mucho las consecuencias que tiene para la gente. Vallan ellos calientes, que corran los jueces, que al fin y al cabo son los que dan la cara. Durante estos meses hemos visto como en el caso Mari Luz su asesino ya tenía una sentencia por pederastia que no había sido ejecutada, y cómo una juez de violencia sobre la mujer declaraba su preocupación cada vez que en las noticias había una víctima más por violencia de género preguntándose si tendría ella la denuncia en la gran montaña de ellas que tenía en su despacho desbordado de trabajo. Mientras el gobierno aprueba leyes progresistas, leyes para la seguridad de las víctimas de violencia de género , o discuten sobre hacer pública una lista de pederastas, nos tenemos que preguntar ¿justicia para quién? Porque mientras hablan de lo acertadas y avanzadas de sus leyes no ponen los medios para que éstas sean eficaces y efectivas para los ciudadanos, y solo se pasan la patata caliente ambos órganos de gobiernos de estos dos poderes para mantener su culo caliente haciendo bien poco para que exista una justicia real y al servicio del pueblo.