ETA anuncia su entrega de armas. Que con las pistolas entreguen sus capuchas y podamos ver el verdadero rostro, no sólo de los pistoleros, sino de todos los rostros del terror que hay detrás.
ETA ha anunciado que entrega las armas de forma unilateral e incondicional, tras casi 50 años de terror, 829 asesinatos y miles de víctimas. ¿Pero qué tienen que entregar junto con las armas?
ETA tiene que entregar, junto a las armas y su declaración de disolución, la memoria histórica de sus cinco décadas de terrorismo: sus redes de apoyo y financiación, y su completo desarme ideológico y político.
Sin asentar la memoria es imposible cerrar definitivamente tantos años de sangre, tantas víctimas y tantos padecimientos para el pueblo vasco, pero también para el conjunto del pueblo de todas las nacionalidades y regiones de España.
Para empezar la organización terrorista tiene que entregar sus fuentes de financiación, más allá de los robos de armas y extorsiones a los empresarios vascos. Porque sólo con ellos es difícil entender cómo se ha podido mantener una organización terrorista con decenas de comandos, pisos francos y centenares de activistas liberados en la clandestinidad.
Una organización como ETA en un país que está entre los más desarrollados necesita una potente financiación. Hoy sabemos que todos los grupos terroristas son financiados, de una u otra forma, con dinero e intervención de los servicios secretos de potencias interesadas en servirse del terrorismo para sus fines políticos, para intervenir, influir, desestabilizar o reconducir la política de otros países.
Es un secreto a voces que entre las principales fuentes de financiación del terrorismo internacional está el petróleo, el tráfico de drogas o los fondos reservados utilizados por los servicios de inteligencia. Aparte de la entrega de armas y explosivos.
ETA tiene que entregar sus oscuras fuentes de financiación y las redes de protección que les han permitido mantener sus infraestructuras y comandos viajando por medio mundo. ¿Quiénes les han financiado? ¿Cuáles han sido sus relaciones con las potencias extranjeras y sus servicios secretos como la CIA o el KGB? ¿O quiénes les proporcionaron explosivos o información para sus atentados más importantes?
En segundo lugar, tampoco pueden explicarse tantos años de terrorismo sin el caldo de cultivo del chirimiri político-ideológico del nacionalismo étnico y excluyente, alimentado no ya por las organizaciones de apoyo a la organización terrorista, como HB, sino especialmente por dirigentes peneuvistas como Arzallus e Ibarrtxe y su línea de nazifascismo étnico inspirado en el viejo diseño hitleriano de una “Europa de los pueblos” fragmentada en mil pedazos.
No sólo hay terrorista de bomba y pistola. Hay responsables políticos del terrorismo.
¿Quiénes eran esos responsables políticos y cómo han sido las relaciones entre ellos?
Es conocida la fábula del “árbol y las nueces”, esa por la que, como decía el ex-presidente del PNV, Javier Arzallus, es necesario que “unos sacudan el árbol para que otros recojan las nueces”. ¿Dónde están las actas de sus entrevistas secretas? ETA tiene que entregarlas para conocer cómo se coordinaron las acciones de los pistoleros con los objetivos políticos del nazifascismo.
Y tercero, que entreguen su identificación con la izquierda y el marxismo. ETA se ha presentado como una organización revolucionaria de la lucha armada, reclamándose marxista y comunista. Pero los hechos dicen todo lo contrario. Desde el principio se alineó con la URSS y sus años más negros de socialfascismo con su propio pueblo y de intervención socialimperialista con los pueblos y países del mundo. En sus campos de entrenamiento en Argelia o Libia se doctoraron en terrorismo. En la propaganda justificaron sus invasiones y guerras como la invasión rusa de Afganistán.
De ellos aprendieron a justificar el terrorismo más negro de atentados indiscriminados, como el de Hipercor de Barcelona que mató a 21 personas -4 niños- y 45 heridos, y el tiro en la nuca.
¿Qué tiene que ver todo eso con la izquierda y los comunistas que, como Unificación Comunista de España, hemos denunciado tanto el socialfascimo y socialimperialismo de la URSS como el terrorismo? ¡El terrorismo es fascismo!
Que entreguen las armas, sí; pero que empiecen a entregar también la memoria porque solo así podremos hablar del fin de ETA, colocar en su sitio a quienes dentro y fuera de España hicieron posible y se sirvieron de él para sus fines políticos, y sentar las bases para que no vuelva a ocurrir.
filiburgo dice:
En un proceso tan largo y complejo, no parece que son aconsejables las prisas. Sin prisas, pero sin pausas, a ver si alguna vez se aclaran sus crímenes, y otros que llevan 70 años de retraso…..
sargento arensivia el de la cia dice:
Eso,eso que se quiten la máscara y de paso que nos «canten» quién los financiaba.¡¡¡No son gudaris,son fascistas!!.¿marxistas-leninistas?ay,que me da la risa floja…pues si lo único que tuvo HB de marxista era «Zutik» y se separó porque estaba en contra de ETA…….marxistas-leninistas-pensamiento Jon Idígoras (al que le gustaba la capea taurina)