Apenas cinco minutos antes de que los negociadores de ambas fuerzas se mantuvieran un encuentro que prometía ser largo y tortuoso, una conversación telefónica entre Pedro Sánchez y Miguel Angel Revilla, en la que el presidente del gobierno en funciones se comprometía a firmar un documento que recoja las exigencias de Cantabria allanaba el camino para apoyar la investidura de Revilla y reeditar el bipartito. Al tiempo que deja al PRC entre las fuerzas que previsiblemente votarán a favor de una investidura de Sánchez en el Congreso de los Diputados.
El acuerdo entre PSOE y PRC es otro ejemplo de cómo los gobiernos de progreso deben buscar sumar e integrar a otras fuerzas que bien pueden ser un punto de apoyo de importantes conquistas sociales.
El texto al que se ha comprometido Sánchez contempla, con financiación y plazos concretos, el AVE hasta Cantabria, la deuda del Hospital Valdecilla, la declaración del proyecto de La Pasiega como polígono de interés estratégico -lo que conlleva construir los apartaderos- y la redacción del proyecto del tren a Bilbao.
El acuerdo entre PSOE y PRC es otro ejemplo de cómo los gobiernos de progreso deben buscar sumar e integrar a otras fuerzas democráticas que bien pueden ser un punto de apoyo de importantes conquistas sociales. Por ejemplo: en sus frecuentes apariciones televisivas, Miguel Angel Revilla se ha revelado como un firme defensor de la exigencia de la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP) de blindar las pensiones en la Carta Magna, además de que en múltiples ocasiones ha declarado su oposición frontal a destacadas políticas del PP -ley mordaza, impuesto al sol, rescate a la banca- o a las imposiciones y recortes dictados desde Bruselas.