El contenido del acuerdo alcanzado entre PSOE y Ciudadanos es un primer paso que permite avanzar hacia la formación de un gobierno de unidad contra los recortes ejecutados por Rajoy en los últimos cuatro años. Para ello debe necesariamente ampliarse a otras fuerzas, desde Podemos a IU, desde En Marea a Compromís o En Comú Podem. El contenido del discurso de investidura de Pedro Sánchez, más allá de las lógicas disputas y diferencias, ofrece un terreno para construir una mayoría que incluya a todas las fuerzas que rechazamos los recortes. Esta es una situación favorable para defender los intereses populares frente al saqueo que hemos sufrido. Y que no «ha caído del cielo», ni ha sido resultado de la actuación de cúpulas políticas. Sino que ha venido impuesta por un viento popular expresado en los 16,5 millones que el 20-D apoyaron a las opciones enfrentadas a la ejecución de los recortes.
Aprender de nuestros enemigosQuienes lo confirman son precisamente las fuerzas que han impulsado o ejecutado el saqueo sobre la población.Pablo Casado, vicesecretario de comunicación del PP y cabeza visible de su nueva hornada de dirigentes, define el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos como “decepcionante”, afirmando que “Ciudadanos ha presentado un proyecto nuevo de liberalismo socialdemócrata”, y reafirmando que “lo peor de todo es que el acuerdo lo que engloba es una derogación de toda nuestra política”.
No solo lo dice el PP, también Moody´s, uno de los brazos armados financieros del gran capital norteamericano, afirmando que descalifica el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos bajo el argumento de que incluye el error de buscar “un ritmo más lento de reducción del déficit” y porque “acuerdos como éste muestran que no se llevarán a cabo las reformas necesarias para reforzar el crecimiento de España y con ello el saneamiento de su deuda”.Si tanto el PP como el gran capital norteamericano coinciden debe ser por una razón de peso. «Estamos en condiciones de hacer posible un gobierno nacional contra los recortes y por la regeneración democática. Un gobierno de unidad contra los recortes y la política ejecutadas por Rajoy, que abarque al PSOE, Podemos, Ciudadanos, IU, Compromís… «
¿Qué dice el acuerdo PSOE-Ciudadanos?La realidad es que el acuerdo firmado entre PSOE y Ciudadanos deroga en los hechos parte de los recortes ejecutados por Rajoy, como gestor de las exigencias más duras de Bruselas y el FMI.
Deja sin efecto los puntos más lesivos para los trabajadores de la última reforma laboral, además de incluir un complemento salarial para los sueldos más bajos.
Propone un plan de emergencia social por valor de 7.000 millones con un ingreso mínimo para familias sin recursos y medidas contra los desahucios y la pobreza energética.
Incluye una reforma fiscal que elimine las sicavs y eleve la tributación de grandes fortunas y las principales empresas.
Blinda en la Constitución la sanidad como un derecho, y plantea una renegociación con la UE de los objetivos de reducción del déficit, de forma que “no sea necesario aplicar nuevos recortes ni copagos” para cumplirlo.
Incluyendo además una reforma de la Ley Electoral y la supresión de los puntos de la Ley Mordaza más restrictivos, así como las medidas contra huelguistas en el Código Penal.
Este no es el programa que nosotros plantearíamos. Pero sí sabemos apreciar como permite obstaculizar la ejecución de nuevos recortes (como exige la UE o el FMI) o revertir parte de los heredados del gobierno de Rajoy. Y sobre todo permitiría ir mas allá. Si se blinda en la Constitución la sanidad como un derecho también puede hacerse lo mismo con la defensa de las pensiones publicas. Si se plantea que la reforma laboral ha “incrementado la precariedad”, reconociendo la necesidad de elevar los salarios, hay mejores condiciones para exigir que “nadie cobre menos de 1.000”.
Mejores condiciones para un gobierno de unidad contra los recortesPero además, en las posiciones expresadas por Pedro Sánchez o Albert Rivera en el debate de investidura podemos encontrar elementos favorables para avanzar hacia un gobierno de unidad contra los recortes.
Pedro Sánchez ha reiterado su negativa explícita a un acuerdo con el PP o a participar en una “gran coalición”. Señalando, aunque “no hay mayoría suficiente en este Parlamento para formar un Gobierno de izquierdas”, que sí “podemos comprometernos en una causa común con los 18 millones de españoles que han dicho no a un Gobierno de Rajoy”. Llamando a un “mestizaje ideológico” a izquierda y derecha como base de un “gobierno del cambio”.Y Albert Rivera, líder de Ciudadanos, ha declarado que “tenemos que arreglar este país entre todos, porque no van a venir hombres de negro [de la troika] a arreglarlo”.
Dos opcionesLas dos alternativas de gobierno hoy en juego son la de un gobierno de unidad contra los recortes, o una forma de “gran coalición”, con la ampliación hacia el PP del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos, que es por la que parece apostar ahora el hegemonismo y la oligarquía.
En ella coinciden los editoriales tanto de El País como del El Mundo, enfrentados en otras cosas pero unidos en esta.Para El Pais “uno de los aspectos discutibles del discurso es la negativa al acuerdo con el PP”. Para El Mund “habrá que intentar nuevas fórmulas, que, a nuestro juicio, pasan necesariamente por una implicación del PP en la gobernabilidad de España”.
Mucho más explícito es Luis María Ansón, algo más que un periodista, y cuyos vínculos con la oligarquía el el hegemonismo son notorios, que afirma: “Si el PP se abstuviera en la investidura [facilitando un gobierno PSOE-Ciudadanos], España dispondría de un Gobierno socialista, moderado por el centro derecha. Es la fórmula que, en las actuales circunstancias, apoyan el empresariado español y poderosas instancias internacionales”.
Tomar partidoCuando el viento sopla a favor en una regata, se debe empujar para que se avance más rápido, pero nunca paralizar la marcha para que la embarcación enemiga te sobrepase.
Es lícito criticar el contenido del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos, nosotros incluiríamos muchos más puntos, pero no es cierto, como afirma Pablo Iglesias, que sea “más de lo mismo” respecto a lo sufrido en estos últimos años, o que “perpetúe los recortes ejecutados por Rajoy”.
Defendemos la necesaria ampliación de la base de un gobierno de verdad de cambio hacia la izquierda (con Podemos, IU, Compromís…), pero no se puede vetar fuerzas como Ciudadanos. No es verdad que Ciudadanos sea “un PP 2.0” o “la alternativa del Ibex-35”. Aunque no compartamos muchos puntos de su programa, Ciudadanos nació como parte de la rebelión ante el dominio bipartidista.
A lo que nos enfrentamos es a un saqueo generalizado contra el 90% de la población, impuesto desde la UE y el FMI, y ejecutado sumisamente por los últimos gobiernos españoles. Lo que necesitamos no es un “gobierno de izquierdas”, y menos uno que necesite para ser proclamado del apoyo o la abstención de las derechas del PNV o Convergencia. Lo que necesitamos es un gobierno que represente al 90% que sufre los recortes y que expresó su deseo de cambio el 20-D.
La posición adoptada por la dirección de Podemos objetivamente contribuye a dificultar que pueda abrirse paso el gobierno de unidad contra los recortes que la mayoría social reclama.
Al mismo tiempo, la principal crítica a Ciudadanos no es el contenido de su programa o si se coloca más a la derecha o más a la izquierda, sino que insista en “seguir tendiendo la mano al PP”, defendiendo “un pacto entre las tres grandes fuerzas constitucionalistas”. Eso no es lo que demandan sus votantes. De la mano del PP es evidente que no podrá realizarse ninguna de las reformas de regeneración democrática que Ciudadanos exige.
Aprovechar la oportunidadEstamos en condiciones de hacer posible un gobierno nacional contra los recortes y por la regeneración democática. Un gobierno de unidad contra los recortes y la política ejecutadas por Rajoy, que abarque al PSOE, Podemos, Ciudadanos, IU, Compromís…
Que ciegue también el camino hacia una “gran coalición” con la participación del PSOE, PP y Ciudadanos, que es la principal apuesta del hegemonismo y la oligarquía. Un gobierno así sería un ataque, supondría, esta vez sí, “un giro a la derecha” del acuerdo PSOE-Ciudadanos, y permitiría al hegemonismo una amplia base para estabilizar el saqueo alcanzado y desde ahí poder ir más allá.
No nos confundimos, sabemos cuál es el carácter del PSOE, y que un gobierno encabezado por Pedro Sánchez no se enfrentará nunca a la troika o la OTAN.
Pero un gobierno que incluyera también a Ciudadanos, Podemos, IU, Compromí… podría representar al conjunto del viento popular plasmado el 20-D. Y crearía más contradicciones a la ejecución del proyecto de saqueo del hegemonismo y la oligarquía, y mejores condiciones para acumular fuerzas en el seno del pueblo.