Un indignado ciudadano clama: «¡Es hora de poner coto a los abusos de la banca», mientras un trajeado banquero le contesta. «Se refiere a los «honrados» beneficios de la banca». Este es el contenido de un chiste publicado en uno de los principales periódicos nacionales, y que define el estado de indignación social contra la usura financiera.
El Servicio de Reclamaciones del Banco de Esaña acaba de anunciar que recibió 7.449 escritos de queja o reclamación en 2008, en protesto contra los manifiestos abusos practicados por la gran banca, lo que representa un incremento del 30% con respecto al año anterior, muy superior al "suave crecimiento que se había venido observando en los años precedentes".El principal motivo han sido, sobre todo, cuestiones relativas a préstamos y créditos (26% del total); depósitos (22,7%) y las tarjetas de crédito y débito (17,2%).El propio Banco de España valora que el “brusco aumento” de las quejas observado en 2008 se explica fundamentalmente por "la mayor sensibilidad de los usuarios a raíz de la crisis financiera que se inició en agosto de 2007".La gran banca utiliza todos los mecanismos posibles de extorsión para cargar la factura de sus deudas sobre nuestros bolsillos.Primero obligándonos, a través de la mano interpuesta del gobierno, a sufragar, vía subida de impuestos, unos planes de rescate escandalosamente multimillonarios.Y luego incrementando más allá de cualquier límite las comisiones, los intereses de créditos e hipotecas o los recargos por morosidad.No es extraño que las quejas por la actuación de los bancos se hayan multiplicado desde el estallido de la crisis.Es hora de poner coto a la asfixiante usura de la gran banca, a unos abusos y extorsión financiera que están ya superando todos los límites.