Miguel Gane, poeta

Poesía en los labios

Con 22 años publicó su primer libro y en poco tiempo se ha convertido en uno de los más prometedores poetas y un fenómeno en las redes sociales. Hablamos con Miguel Gane

Miguel Gane, se llama en realidad George Mihaita Gane, tiene 27 años y nació en Leresti, Rumanía. Es graduado en ADE y Derecho, con un máster en Propiedad Intelectual y Abogacía. Hace tres años aprobó el examen de Abogacía, pero decidió dedicarse por entero a la poesía.

En el 2017 publicó ‘Con tal de verte volar’, y después ‘Ahora que ya bailas’ y ‘La piel en los labios’. Además se ha atrevido con la novela en ‘Cuando seas mayor’.

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¿Por qué decidiste empezar a escribir?

Va por fases. Cuando tenía 13 años, llevaba tres años en España y estaba aprendiendo español. Tenía un profesor particular que se llamaba Rafael. Él escribía poesía de forma amateur, y al leer sus escritos y debatir sobre ellos despertó en mi la curiosidad sobre el género.

Me remonto a la siguiente etapa, que es partir de los 15 años cuando mejoro el idioma, empiezo a escribir, a escuchar canciones, y a expresarme en el papel. Con 17 años me abrí un blog y una cuenta de Twitter, que es donde empecé a compartir las cosas que escribía sin más pretensión que tener las cosas que yo escribía guardadas. Tenía curiosidad por los autores que leía y me dejaba guiar por las sensaciones y sentimientos que tenía.

¿Cómo fue el día que te diste cuenta que las cosas habían cambiado?

Después de la publicación del primer libro. A los pocos meses me dí cuenta de que eso ya tenía otra dimensión y que estaba metido en la literatura de lleno Tenía que seguir explorando y creándome un camino.

¿Por qué dices que tienes una cuenta pendiente con tus orígenes?

De alguna manera, cada uno debería escribir sobre lo que ha vivido, que es de donde nace la verdad y la pureza de los poemas. Me refiero a la poesía, porque he escrito una novela sobre la inmigración, pero me gustaría meterme desde el punto de vista poético, que es un enfoque distinto. No ha llegado el momento para ello y vendrá a gotitas de agua pequeñas que me irán acompañando. Hay que abrir muchos cajones con un montón de cosas y explicarlas, que sucedieron en mi infancia y mi adolescencia, además de la transición de Rumania a España. Muchas veces escribo por explicarme las cosas y quiero buscar bastantes respuestas en el pasado y la poesía es una forma de hacerlo.

¿Qué relación tienes con Rumanía?

Personal. Hace poco me escribieron desde una revista para ver si quería publicar unos poemas y traducirlos. Pero se quedó en el aire. De momento no escribo en rumano, así que la relación es personal.

¿Qué es mejor, la pulsión o la comprensión de un poema?

Para entender la poesía… por ejemplo, ahora estoy leyendo una antología de Sabines, y para entenderla hay que conocer su biografía, porque los poetas escribimos sobre los que vivimos. Para remontarte al México de 1976 para entender a Sabines, hay que entender antes muchas cosas, lo que vivió y sus intereses. Es un trabajo que el lector medio no va a hacer, porque busca otra cosa, sentirse identificado, esa pulsión de la que hablas. No te interesa por qué lo escribió, pero quieres que te sostenga y te dé respuesta a alguna de tus preguntas. Conectar con un poema de Sabines sin saber nada más de él, es el mayor logro de la poesía.

“Escribo por explicarme las cosas”

Ese cauce es muy bonito y para mi un poema ya habría cumplido con su cometido. Uno escribe para sí mismo y para tocar al resto. La poesía tiene ese don de la expansión, es como un pequeño virus que va de boca en boca, de mano en mano y ahora de foto en foto. Los seres humanos estamos hechos para unir a las personas que nos quieren. Es lo que pasa con los poemas.

En la poesía, ¿hay que tomar partido?

Desde luego que sí, La poesía refleja el mundo y para eso hay que posicionarse en un lado o en otro. Hay una poesía más comprometida, que me gusta leer y escribir, y para hacer eso hay que mojarse y meterse en terminados temas. Pero hay que respetar el poema, que no sea un panfleto. El poema tiene que tener su propia alma. Es lo bonito y lo complicado, lo que cuesta. Es fácil decir las cosas como si las dijeras en un megáfono, pero poner cosas en un papel sabiendo que las van a leer miles de personas… así las cosas cambian, sea porque hables de un feminicidio o de lo que está pasando en la frontera de Polonia.

Hay cosas que no son de actualidad, pero desgarran en el terreno del pensamiento, como ‘Hay cosas que no se pueden ni se deben pensar’, de la Casa de Bernarda Alba…

Eso forma parte del duende de Lorca. Hay muchos poetas que dicen si decir, que guían si guiar… es lo más complicado, poner tu semilla en el lector para que sienta que lo que lee es de verdad y se siente identificado.

Lo interesante de escribir poesía es que el poema te acompañe en el tiempo, que tenga larga vida, que alguien lo lea dentro de muchos años y se sientan identificado. Todos los autores escribimos para que nuestros poemas permanezcan en el tiempo, es el fin último de la poesía, algo que sé que es muy pretencioso y complicado.

¿Qué han cambiado las redes de en tu poesía?

Lo que más ha influido en mi forma de escribir son los libros que leo. Pero las redes han influido para bien y para mal. La inmediatez requiere que no trabajemos tanto, que seamos más viscerales, que lances un tuit con la idea que se te ha ocurrido. Yo he pecado de esa inmediatez que va en detrimento de la poesía. Otras veces de la visceralidad nace algo bonito que te hace respirar de otra manera. Pero la rapidez nunca ha sido buena. Estamos camino a la individualidad, donde el individuo permanece sobre el colectivo y yo trato de hacer el camino del revés. Vamos a parar, a entender lo que ocurre.

“Pecamos de inmediatez, pero mientras se respete al poema…”

Luego, para comunicar hay que utilizar un lenguaje de calle, llenarse de barro y mostrarse sucio. La poesía nace del movimiento, de conocer, de vivir y después ponerlo en el papel. Creo que así es como un lector se siente identificado, que tenemos algo en común que es el poema.

¿Hay un acto democrático en la forma de exponeros en las redes?

Bueno, es un grado de exposición que creo que no se ha hecho nunca. Sabines era un poeta que escribía mucho y Octavio Paz, que era su antítesis, mucho mas clásico, le criticaba que hablaba con el lenguaje de la calle, y decían que la poesía debía estar en una atalaya. Creo que es lo mismo y se repite con los mismos argumentos.

Es un debate muy sano, siempre que sea desde la sensatez. A mi que no me comparen con García Lorca, porque no puedo serlo, soy Miguel Gane, y ahí me quedo. No pretendo ser Cortazar, porque solo hay uno, y bienvenido al siglo XXI. Aunque hubiera sido interesante ver a Cortazar expuesto en las redes sociales, alguien que prefería estar en su casa antes que en un café de París, aunque escribiera lo contrario.

A veces pecamos de la inmediatez, pero hay un diferencia entre lo publicado en las redes a lo publicado en un libro, y es la profesionalidad y el respeto a la profesión de autor. Pero es cierto que nos mojamos mucho, una veces bien y otras no tan bien. Mientras que los libros estén trabajados, es lo que más disfruto.

También tenéis muchos apoyos…

Benjamín Prado, García Montero, Carmelo Iribarre, Luis Alberto de Cuenca, Remedios Cervantes… las conversaciones que tenemos son sobre que hay que ser conscientes de lo que estamos haciendo, y hasta donde hemos llegado, manteniendo el respeto a la profesión, con ganas de mejorar, de crecer con los lectores. Mi primer libro fue con 23 años, y no soy Rimbaud. A lo mejor dentro de unos años lo veo de otra manera, pero mientras sea consciente de que lo escribí con 20, y que no escribiré igual que con 50, si llego…

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