Ante sus nuevos intentos de Puigdemont y Torra por dividirnos y enfrentarnos, debemos responder, especialmente desde la izquierda y el pueblo trabajador, con una más cerrada defensa de la unidad.
El próximo 21 de diciembre, el Consejo de Ministros, con el gobierno español en pleno, se celebrará en Barcelona. Por supuestos motivos de “seguridad”, la Generalitat propuso que se celebrara en el Palacete Albéniz, en la montaña de Montjuic. Pero el gobierno de Pedro Sánchez ha escogido la Llotja del Mar, ubicada en pleno centro de Barcelona, a 700 metros del Palau de la Generalitat y a 900 metros del Parlament catalán.
Era una decisión política. Tras reunirse en Sevilla, el Consejo de Ministros visitará Barcelona, otra de las grandes ciudades españolas. Y se presentará, no en las afueras de la ciudad, como pretendía Torra, sino en pleno corazón de la capital catalana.
Las formas cuentan, y mucho, en política. Y el gobierno de Pedro Sánchez lo acaba de poner en práctica.
Asistimos a una ofensiva por parte de los Puigdemont-Torra, utilizando como munición la apertura del juicio contra los políticos independentistas presos. El “presidente vicario”, Quim Torra, apelaba a la “vía eslovena”, punto de partida del sangriento desguace de la ex Yugoslavia. Mientras el govern catalán obligaba a los mossos, la policía autonómica, a permanecer impasibles mientras un pequeño grupo de CDR bloqueaba con impunidad durante 15 horas la autopista A-7.
Conviene colocar esta ofensiva en su contexto. Ya no asistimos a grandes manifestaciones independentistas. Sino a la actuación de pequeños grupos radicalizados. Más aparatoso en las formas, pero más débil en el fondo.
A pesar de ello, no conviene bajar la guardia. Los Puigdemont y Torra siguen controlando todo el poder autonómico, y eso, aún con el retroceso sufrido, les confiere la capacidad de hacer daño.
La respuesta del gobierno de Pedro Sánchez no se ha limitado a mantener la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona. El presidente del gobierno español fue muy claro en el Congreso, enfrentando “el relato independentista de mentiras y agravios”, y declarando que “no aceptaré una nueva vulneración de la Constitución en Cataluña”.
No solo se han lanzado palabras, también hechos. Tres ministros -la vicepresidenta, Carmen Calvo, el titular de Interior, Grande-Marlaska, y el de Fomento, José Luis Ábalos- enviaron tres cartas a sus homólogos catalanes advirtiendo que se tomarán medidas si vuelve a producirse una “dejación de funciones” donde desde el govern se aliente y permita la actuación de los CDR.
Planteándose utilizar la Ley de Seguridad Nacional, que permite al gobierno español tomar el control de los mossos. O señalando, como hizo la responsable del comité electoral del PSOE, Esther Peña, que si Torra traspasa líneas rojas” al gobierno no le temblará la mano si hay que aplicar el 155”.
El gobierno de Pedro Sánchez no solo ofrece una reforma del Estatut que pueda ampliar las competencias en Cataluña. En el Consejo de Ministros que se celebrará en Barcelona se aprobará, vía decreto, la subida del salario mínimo a 900 euros. Se hace desde Cataluña, y con ello el gobierno español se une a los muchos catalanes que vuelven a protagonizar movilizaciones contra los recortes, desde médicos a funcionarios, desde la educación a bomberos o mossos…
Puigdemont y Torra representan lo más reaccionario, lo más contrario a los intereses populares. No hay más que recordar la repugnante reacción de Eduard Pujol, portavoz parlamentario de JuntsxCatalunya, calificando de “migajas” a las que no debe dedicarse atención la subida de las listas de espera en Cataluña.
Ante sus nuevos intentos por dividirnos y enfrentarnos, debemos responder, especialmente desde la izquierda y el pueblo trabajador, con una más cerrada defensa de la unidad.
Jaque dice:
El govern ha movido pieza cob maestría otirgando las peticiones y, en la trastienda, pactsndo con la burguesía burocrática sindical del Estado, flujos que libran al independentismo de un frente complicado que se le sumaba a las resistencias del gobierno español.
Carlos "breaking the law" dice:
Podeis contar con el apoyo de los heavies.En muchos pueblos nacionalistas han prohibido banderas de los Manden,por ser internacionalistas.Como decía un heavy en una web:»los nacionalistas son unas putas folclóricas,,»,
Angel Roldan Lopez dice:
Creo sinceramente que ni casado ni Rivera son nadie para decirle a pedro sanchez lo que tiene que hacer en cataluña. Pienso que las cosas no son tan sencillas como parecen y que hay que tener un minimo de confianza. Que no se puede aplicar el articulo 155 a lo mas minimo que pase. Creo que la situacion no es facil y que se pueda llegar algun acuerdo es lo lo que hace falta
Javier dice:
Demagogia de una supuesta izquierda alrededor del doctor Sánchez.
Luis Ratia dice:
Primero la selección española de fútbol (me niego a utilizar la soplapollez de eufemismo de «la roja») tiene terminantemente prohiubido jugar en ciertas autonomías, ahora el Gobierno de la nación tiene prohibido reunirse en alguna autonomía… ¿Algún/a amable lector/a o redactor/a de esgte periódico podría informarme si estas cosas ocurren en algún otro país del mundo? Y eso que el juicio no ha empezado. Lo de la via eslovena y lo del 21 parece que es el ensayo general de los camisas pardas independentistas acapitaneados, alimentados y «soflamados» por Torra para ir encabronando el patio de cara a los próximos meses. Como dice Miguel Angel Aguilar en la radio, ¡atentos!
Marisa dice:
Un artículo excelente. Unidad, unidad y mayor unidad, uniendo todo lo unible frente a lo más reaccionario, unidad desde la izquierda y el pueblo trabajador de entre las filas de los que defienden la honradez,la justicia y la verdad. Partir de la realidad de Cataluña y de las mayorías sociales es partir de una línea justa como la nuestra. Muy bien que la figura y lo que representa Pedro Sánchez vaya en muchos aspectos en consonancia. Tal y como lo plantea el artículo, que es lo rigurosamente establecido, aunque opino con mis palabras pero absolutamente de acuerdo con las tesis formuladas. Estamos en un momento crucial para los intereses del pueblo trabajador en su conjunto y Cataluña ahora mismo es un hervidero de fachas y reaccionarios de la burguesía burocrática improductiva y llena de redes clientelares y organismos financiados que se lucran y enriquecen a costa del pueblo. Pie firme contra Torra y Puigdemont. Gracias por la orientación.