Perú: fuertes protestas contra el gobierno de Dina Boluarte

Perú: ¡unidad y fuerza contra Dina asesina!

Fuertes protestas contra la ilegitimidad política de Dina Boluarte, que además de mantener vínculos con la ultraderecha fujimorista, se aferra al poder sin haber ganado nunca unas elecciones.

Otra vez Perú se levanta contra el gobierno de Dina Boluarte, la «presidenta golpista» -asumió el poder tras el golpe blando que depuso al izquierdista Pedro Castillo en diciembre de 2022- que prometió dirigir una «rápida transición con el objetivo de estabilizar el país y convocar elecciones anticipadas, y que casi tres años después no sólo no ha convocado comicios, sino que ha extendido su mandato a 2026.

Miles y miles de peruanos -especialmente jóvenes y estudiantes, pero también sindicatos y organizaciones obreras y campesinas, así como colectivos sociales y políticos de izquierdas- han protagonizado fuertes protestas contra las políticas represivas, antipopulares y entreguistas de Boluarte -como la reforma de pensiones recién aprobada-, además del rechazo a la creciente criminalidad.

El malestar estalla en Perú. Miles de estudiantes, colectivos sociales y organizaciones populares se manifestaron el 20 y 21 de septiembre, abarrotando la Plaza San Martín, en el centro histórico de Lima, para expresar su rechazo a Dina Boluarte y al sistema que representa.

Las movilizaciones, convocadas por redes sociales por la juventud con el lema “El pueblo se levanta: día del despertar peruano», exigen cambios estructurales en el modelo de gobernanza y denunciaron lo que consideran una crisis institucional y de representación.

Además de la creciente percepción de inseguridad y criminalidad en el país, los manifestantes protestan contra la ilegitimidad política de Dina Boluarte, que además de mantener vínculos con la ultraderechista Keiko Fujimori -hija del sangriento dictador Alberto Fujimori, que a las órdenes de Washington desató en los años 90 uno de los periodos más corruptos y represivos de la historia reciente del país- se aferra al poder sin haber ganado nunca unas elecciones. Las protestas demandan reformas profundas, mayor transparencia en la gestión pública y el respeto a los derechos fundamentales de la ciudadanía, en un contexto marcado por el descontento social y la desconfianza hacia las instituciones.

Las protestas también exigen dar marcha atrás a las reformas al sistema de pensiones que fue aprobado por el Congreso de la República a instancias de Boluarte. Entre sus puntos más criticados se encuentran la extensión de la edad para la jubilación anticipada —de 50 a 55 años— y la prohibición del retiro parcial de los fondos acumulados.

A las iniciales movilizaciones de la juventud no han tardado en unirse otros sectores sociales -transportistas, comerciantes, profesores, personal de salud, y diversos colectivos- en nutridas protestas que han sido reprimidas duramente por los antidisturbios. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos reportó 85 casos de agresión cometidos por la Policía durante las últimas manifestaciones, incluyendo a 20 personas heridas por el impacto de proyectiles y bombas lacrimógenas, además de 11 detenciones arbitrarias.

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