Rebajar los salarios hasta un 50%, ese es el mandato de Washington y Berlín y la verdadera naturaleza de la reforma laboral. Lo dijimos en estas páginas cuando en diciembre de 2009 el premio Nóbel de Economía y vocero del Imperio, Paul Krugman, escribía en su columna del New York Times que «España debe rebajar sus salarios un 25%».
Exigencia que elevó dos años después, en enero de 2012, cuando volviendo a la carga reclamó que “los españoles deben rebajarse sus salarios otro 20%”.Pues bien, cada vez están más cerca de conseguirlo como refleja el informe de las ETT Infoempleo-Adecco, según el cual los nuevos contratados entran cobrando de media un 30% menos que los trabajadores que ya están en la empresa o que ocupaban el mismo puesto anteriormente. Y esto no se da de forma aislada, sino que está ocurriendo de forma generalizada y en todas las categorías.«Rebajar los salarios hasta un 50%, ese es el mandato del FMI y Berlín» El estudio, realizado sobre casi 750.000 ofertas de empleo y más de 20.000 entrevistas, recoge también la bajada de un 4% de los salarios en 2012, tanto por los ajustes salariales que están haciendo las empresas, como por esta brutal rebaja general de salarios de los nuevos contratados.Basta con hacer unos pocos números para comprobar que el FMI y Bruselas están cada vez más cerca de su objetivo de reducirnos los salarios a la mitad. Es más en muchos colectivos, como el del los parados que logran un nuevo contrato, la rebaja es ya una dramática realidad. Si al 30% le sumamos la media general que ya habían bajado antes de 2012, un 6%, más el 4% de media general del 2012, más la pérdida de poder adquisitivo por la acumulación de IPC no compensados, tendremos superado ese objetivo del 50%.Estamos ante una rebaja salarial salvaje. Pero los vampiros del Imperio, y los lacayos a su servicio en las instituciones nacionales, no tienen suficiente y quieren extenderlo al total de los trabajadores. Cada propuesta, como la del propio Banco de España de eliminar la barrera del Salario Mínimo para poder contratar a jornada completa por debajo de de los 645 euros, va en la misma dirección, cumplir con lo exigido por el FMI y Bruselas: rebajar un 50% los salarios de toda la población trabajadora y, en consecuencia, un cambio radical en el mercado de trabajo en nuestro país, un mercado de minisalarios y liberalización completa de las condiciones de explotación. En definitiva, un mercado de semiesclavitud laboral para millones de parados, jóvenes, mujeres e inmigrantes.