La noche del pasado miércoles 1 de octubre, un grupo de hombres fuertemente armados irrumpía en la casa del joven diputado chavista y dirigente de las juventudes del Partido Socialista Unificado de Venezuela acabando con su vida y la de su compañera, María Herrera.
La rapidez y precisión del método utilizado, así como el conocimiento que los asaltantes tenían de la vivienda situada en un barrio popular del oeste de Caracas, indican, como subrayó el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz del Gobierno de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, que los asesinos habían realizado un trabajo previo de vigilancia antes del ataque. Su muerte, añadió, “no se trata de un hecho azaroso” sino que “obedeció a la orden de alguien” que quería asesinarlo. «El asesinato del diputado chavista Robert Torres forma parte de un plan más amplio de desestabilización de Venezuela» El asesinato de Robert Serra sucede al intento de atentado que sufrió el ministro de Educación venezolano Héctor Rodríguez hace unas semanas y al criminal asesinato del presidente del Consejo Legislativo del Municipio Libertador (Caracas) y destacado referente chavista, Eliécer Oataiza, quien fue salvajemente torturado y asesinado de cuatro balazos el pasado mes de abril. El gobernador de Aragua y ex ministro del Interior en el último gobierno de Chávez, Tareck El Aissami, denunció “el ensañamiento y la manera como asesinan cobardemente a Robert Serra evidencia la alevosía criminal fascista. Llegaremos a los responsables.” Mientras la vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Blanca Eekhout, apuntó a los paramilitares: “burguesía cobarde y asesina, hoy vuelve a derramar la sangre de jóvenes patriotas pero el dolor será fuerza. ¡Honor y Gloria a Robert Serra!”Se da la circunstancia de que Robert Torres tenía prevista en su agenda para el día siguiente, jueves 2 de octubre, su participación en una tertulia en Cúa, Estado de Miranda, sobre el tema “Fascismo, vanguardia extrema de la burguesía”. El joven diputado chavista se había destacado en los últimos meses por denunciar los vínculos existentes entre los autores de los continuos sabotajes y atentados que intentan desestabilizar Venezuela con algunas de las principales figuras de la oposición, fuertemente vinculadas a la CIA y el Departamento de Estado norteamericano. La conexión colombianaJustamente, este pasado mes de septiembre salían a la luz unos comprometedores vídeos donde aparecen dos destacados dirigentes de la oposición estudiantil y fundadores de la “ONG” Operación Libertad Internacional.En los vídeos se ve a ambos siendo entrenados en territorio colombiano en tácticas paramilitares, mientras intercambian, con tono confiado y alegre, frases como “te voy a hablar claro, marico. Tenemos la plastilina [el explosivo militar C4]. Ya la compramos, están en nuestras manos. Nos hacía falta el interruptor y estábamos pariendo para poder conseguir y activarlo vía telefónica. Íbamos a movilizar un combo que está acá para la frontera pa pasarlo con una fuerza especial [militares colombianos de las fuerzas de élite] para que nos ayudara ahí con la jugada, con otros men. Son profesionales.” En sus diálogos, se puede oír tanto sus preparativos para el mes de octubre (“Mira, hermano, yo voy a tratar de correr la jugada de la plastilina para octubre pero si no es el lunes, es el jueves”) como el reconocimiento de que no tienen capacidad “todavía” de alcanzar objetivos importantes dentro del gobierno bolivariano. Por eso apuntan a asesinar a los cuadros intermedios del chavismo. “A los cuadros altos todavía no estamos en capacidad de llegarles. Nosotros tenemos que darle a los cuadros que son los que coordinan los malandros. ¿Por qué? Porque son fáciles de llegar, son boletas, son brutos y si tú le das a esos manes, los tipos pierden la fuerza de calle y los colectivos se les desarticulan”, explica a su interlocutor, que lo graba desde la cámara en su ordenador.“Porque decir ‘no, mira, nos vamos a bajar a Diosdado, a estos tales’, llegarle a ese nivel ahorita, no. En cambio uno se les va a los que coordinan, no se hace tanta bulla y ellos no pueden reemplazarlo así por así. Limpieza social, compadre”.El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Diosdado Cabello, ha denunciado, mostrando imágenes reveladoras, de la relación de estos cabecillas con Gene Sharp, el principal teórico de los llamados “golpes de Estado suaves”, o con participación paramilitar encubierta, para diferenciarlos de los golpes clásicos, con protagonismo directo de las Fuerzas Armadas.«Con terminal en Washington, desde Bogotá se dirige todo el plan de revueltas violentas, sabotajes y atentados» También aparecen con legisladores uribistas y dirigentes venezolanos de la extrema derecha, como María Corina Machado, el alcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma y Leopoldo López, líder de #LaSalida, hoy en la cárcel. Para completar su perfil, mostró su foto con Pedro Carmona, el efímero presidente entre el 11 y el 13 de abril de 2002, tras el golpe de Estado contra Chávez.En Colombia los jóvenes mantuvieron diversos contactos de alto nivel, como una visita a la Embajada de EEUU, de la que informaron ellos mismos el 11 de julio, pocos días antes de participar en el acto del “Día del Héroe de la Nación”, donde se fotografiaron con integrantes del Ejército colombiano.A fines de agosto fueron infiltrados en la Escuela de Guerra de Colombia, alojándose en Bogotá en la sede de la Fundación “Colombia Herida”, que agrupa a “los miembros de la Fuerza Pública heridos en combates, sus familias y las familias de los caídos”.Todos los hilos llevan a WashingtonY como fondo de la trama, su gran protagonista, María Corina Machado, la dirigente de la oposición derechista que en marzo perdió su condición de parlamentaria en Venezuela al ser nombrada diplomática por Panamá. A finales del pasado mes de marzo, Corina Machado escribía a uncorreligionario anunciándole que la campaña para el derrocamiento del presidente continuaba.“Esta lucha es hasta que este régimen se vaya y le cumplamos a nuestros amigos en el mundo”, decía Machado. ¿A qué amigos se refería? No hay ningún misterio, ella misma lo desvelaba unas líneas más abajo mencionando un nombre clave: “Kevin Whitaker me reconfirmó el apoyo e indicó los nuevos pasos. Contamos con una chequera más fuerte que la del régimen para romper el anillo de seguridad internacional que ellos mismos han creado a punta de la plata de todos los venezolanos”.Kevin Whitaker no es un cualquiera. Es un cuadro permanente del Servicio Exterior de EEUU, asignado desde hace tiempo a América Latina y el Caribe. Entre 2002 y 2005 fue coordinador de la Oficina de Asuntos Cubanos. Desde 2005 hasta 2007 fue el segundo al mando en la Embajada en Venezuela. En 2007 y 2008 se desempeñó como subsecretario ejecutivo del Departamento de Estado. Luego fue nombrado director de la Oficina de Asuntos Andinos, puesto que ejerció hasta el 2011. A partir de ese momento, ocupó el cargo de subsecretario de Estado adjunto para Sudamérica hasta abril de este año, cuando fue confirmado como embajador en Colombia. Desde Bogotá dirige ahora todo el plan de revueltas violentas, sabotajes y atentados dirigido a desestabilizar el régimen revolucionario venezolano.