El doble rasero de Zapatero es cada día más escandaloso: duro con trabajadores o pymes, generoso con bancos y monopolios. El año comenzó con el anuncio de la subida de los impuestos indirectos y el aumento de las deducciones fiscales. Un sablazo fiscal para las rentas más bajas. Ahora, nos enteramos que Hacienda ha dado el visto bueno para que Telefónica se ahorre 591 millones de euros, en concepto de beneficios fiscales por la compra de O2 cerrada en 2007.
Nos han imuesto una drástica subida de impuestos bajo la bandera de que era necesario para reducir el déficit.La subida del IVA del 16% al 18% va a gravar los productos básicos de la cesta de la compra, que a partir de ahora nos saldrán más caros. La supresión de la deducción de los 400 euros la hemos notado en la nómina.Hacienda ha metido mano sin pudor a los limitados ingresos de trabajadores y pensionistas.¿Y que ha hecho con grandes bancos y monopolios? ¿Les ha exigido una “contribución mayor”, como se correspondería a una política fiscal progresiva?Nada de eso. Ya conocemos la cerrada negativa de Elena Salgado, ministra de Economía, a suprimir los escandalosos privilegios fiscales de las sicavs, los vehículos fiscales que permiten a las grandes fortunas pagar un ínfimo 1% de impuestos.Y ahora sabemos que estamos financiando con nuestro dinero, vía deducciones fiscales, la expansión internacional de los grandes monopolios.Telefónica adquirió la británica O2 en 2007 por 27.000 millones de euros, lo que le permitió convertirse en la primera operadora de telecomunicaciones europea.Todos hemos pagado estas compras, a través de las tárifas de móvil e internet más caras de todo el continente.Pero, además, Telefónica se ha beneficiado de la amortización fiscal concedida por Zapatero a las inversiones en el extranjero. Telefónica se anota un menor gasto por impuesto sobre beneficios por la adquisición de O2, por un valor 591 millones de euros a cierre de 2009.Asimismo, el efecto recurrente en los próximos ejercicios será de unos 140 millones de euros deducibles en 20 años.Todo un “regalo fiscal” a Telefónica, mientras a la población Hacienda nos fríe con subidas de impuestos.