Fracasada la investidura de Pedro Sánchez el 25 de julio, septiembre abre una nueva oportunidad, la tercera en 25 meses, para que en España se vuelva a formar un gobierno de progreso.
Desde la línea editorial del De Verdad venimos defendiendo esta alternativa que se corresponde con las demandas de una mayoría social que, desde diciembre de 2015, junio de 2016 y abril y mayo de 2019, vota sistemáticamente por opciones de izquierdas y de progreso que acaben con los recortes, regeneren la política y defiendan la unidad del pueblo trabajador.
Lo defendimos apoyando la iniciativa de Recortes Cero y de miles de personalidades, profesionales y activistas políticos, sindicalistas y sociales expresada en los más de una quincena de manifiestos publicados en los principales medios de comunicación del país.
Si en anteriores circunstancias y durante un largo periodo la opción de un gobierno de progreso habría de sustentarse fundamentalmente en un acuerdo PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos, ahora, cobran protagonismo nuevas opciones. No existe una única vía para constituir un gobierno de progreso, la llamada “vía a la portuguesa” se ha colocado como una de las opciones para lograrlo. Un gobierno del Partido Socialista apoyado desde fuera por las fuerzas de izquierda y progresistas.
Desde el PSOE, el partido político ganador de las elecciones del último ciclo electoral el pasado 28 de abril, refrendado por los resultados de las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 25 de mayo, se está proponiendo “formar un gobierno exclusivo de los socialistas” con apoyo externo de Unidas Podemos y otras fuerzas. Una versión del gobierno de progreso a la portuguesa.
El Partido Socialista ha anunciado que prepara una propuesta para desbloquear la investidura con apoyo externo de Unidas Podemos y de otras fuerzas políticas.
Al cierre del periodico no conocemos el contenido concreto del documento que prepara el PSOE para tratar de desbloquear la investidura, y que desde el Partido Socialista dicen que Unidas Podemos no podrán rechazar por su contenido. Pero sí sabemos que la “vía portuguesa” exige una serie de condiciones o claves fundamentales.
Lo importante es, en primer lugar, el contenido, un acuerdo programático que permita avanzar las demandas populares haciendo frente a los recortes que atacan los salarios, pensiones, sanidad o educación y avanzar en la mejora de las condiciones de vida de las clases populares. Avanzar en la regeneración democrática, luchando contra la corrupción y ampliando derechos y libertades. Y en la defensa de la unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España.
Además se ha de apoyar en un pacto de confianza entre las fuerzas de izquierda y progresistas, que sustente al gobierno durante toda la legislatura con el respaldo y fidelidad sin fisuras de las fuerzas que lo suscriben.Confianza, fidelidad y estabilidad en la legislatura, estas son las claves.
No existe una única vía para constituir un gobierno de progreso, la llamada “vía a la portuguesa” es una de las opciones para lograrlo
No es un camino fácil, al contrario, está lleno de dificultades. Las fuerzas abiertas y encubiertas que defienden los intereses de los grandes centros de poder nacionales y extranjeros hacen todo lo posible porque fracase.
Los círculos del gran capital, encabezados por la CEOE y Multinacionales por Marca España, el “lobby” del capital extranjero en nuestro país, aplauden los enfrentamientos entre Sánchez e Iglesias y apuestan por un gobierno “moderado y estable” y la repetición de elecciones.
Desde todos los flancos intentan subvertirlo separando a Sánchez de Iglesias, a PSOE de Ciudadanos y azuzando la desconfianza entre las fuerzas de izquierda y progresistas.
Pero el gobierno de progreso que reclama la mayoría social, bajo cualquiera de sus formas, no solo es posible, sino que es el que mejor sirve a los intereses populares. Depende de la voluntad política. Y esa es la exigencia que nos corresponde hacer a todas las fuerzas, personalidades, profesionales y activistas de la mayoría social de progreso.