Sin demasiadas estridencias pero de forma constante, los grandes medios difunden noticias que nos alertan sobre la «insostenibilidad» del actual sistema de pensiones y la necesidad de reformarlo. La última de estas «advertencias» nos habla de como el gobierno de Rajoy ha gastado en los últimos cuatro años la mitad del dinero acumulado en el fondo de reserva de las pensiones. Lo que se intenta con esta nueva ofensiva es preparar el clima de opinión necesario para imponer un nuevo hachazo a las pensiones públicas. Cada vez es más urgente la necesidad de blindar las pensiones en la Constitución, para evitar que nadie pueda privatizarlas o recortarlas.
Los 66.815 millones de euros que acumulaba el Fondo de Reserva en 2011 era la máxima expresión de la fortaleza del sistema público de pensiones. Correspondía a los superávits acumulados tras haber pagado a todos los pensionistas.
Su sistemático vaciamiento es ahora uno de los principales arietes utilizados contra las pensiones públicas. El año pasado el gobierno de Rajoy sacó 13.250 millones de la llamada “hucha de las pensiones”. Que sumados a los 2.780 del excedente de cotizaciones por accidentes de trabajo, que no fue incorporado al fondo de reserva, suman 16.030 millones. Una cifra superior a los 15.300 millones que ya se habían retirado en 2014. «La mejor política para “garantizar la sostenibilidad de las pensiones” es la de redistribuir la riqueza, creando empleo y subiendo los salarios»
El resultado final es que el fondo de reserva de las pensiones se ha visto reducido a la mitad, cerrando el pasado año con solo 32.485 millones acumulados.
Muchos son los “expertos” que anuncian un déficit de la Seguridad Social anual cercano al 1% del PIB, y que “advierten” de que al ritmo actual el fondo de reserva de las pensiones se habrá consumido por completo en 2018. ¿De verdad el actual sistema de pensiones públicas es “insostenible”, y solo cabe aceptar la necesidad de “reformarlo”… siempre en el sentido de imponer mayores recortes?
Los problemas de tesorería de la Seguridad Social vienen determinados en primer lugar por los efectos del saqueo económico y los recortes. El aumento del paro ha hecho disminuir el número de cotizantes. Y las rebajas salariales han recortado también la cuantía de las cotizaciones abonadas.
La mejor política para “garantizar la sostenibilidad de las pensiones” es la de redistribuir la riqueza, creando empleo y subiendo los salarios.
La pensión media en enero ha sido de 896,3 euros. Y muchos pensionistas cobran una cantidad muy inferior. Pero si redistribuimos la riqueza de verdad hay dinero de sobra incluso para aumentar todas las pensiones a un mínimo de 1.000 euros.
Sería suficiente con destinar a este fin una cuarta parte del dinero recaudado al subir a los principales bancos y monopolios hasta el 50% los impuestos que pagan por sus multimillonarios beneficios.
Por el contrario, gracias a los recortes, el poder de compra de los pensionistas, es decir su salario real, será una media de 142 euros menor en 2016. Y en 2050 su pensión real será un tercio más baja de la que tenían derecho antes de las sucesivas reformas.
Aunque en la agenda inmediata aún no aparece ninguna propuesta concreta de reforma, las pensiones están en la diana del FMI y la UE, de la banca y los fondos extranjeros.
Aniquilar del todo “la hucha de las pensiones” puede ser el momento elegido para lanzar otra reforma que dé el golpe definitivo al sistema de pensiones público, sentando las bases estructurales para la privatización.
Debemos poner en primer plano la propuesta de la Mesa Estatal Pro Referendum de las Pensiones (MERP), exigiendo que se blinden las pensiones en la Constitución, para que ningún gobierno pueda privatizarlas o recortarlas.
Sacramento dice:
Realmenteme es una reforma urgentisima y contrareloj, sino cuando nos demos cuenta ya no habrá ni hucha siquiera, y ni los pensionistas con pensiones bajas, entre los recortes en dependencia, sanidad.. , habrán muerto la mayoría….Que por lo visto es lo que persigue este puto gubierno. Ánimo con la lucha.