La primera fue el anuncio en el Congreso por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, que España destacará una batería de misiles antimisil balístico Patriot en Turquía en los próximos meses. Un destacamento, con 130 militares y seis lanzadoras se instalará en la frontera turco-siria en cooperación con otras unidades de Alemania y EEUU.
La batería, de fabricación estadounidense, fue comprado de segunda mano por el ejército español a Alemania hace 10 años. E incluye un complejo sistema formado por un radar de alta precisión y misiles tierra-aire capaces de detectar un misil balístico a 150 kilómetros e interceptarlo a mitad de esa distancia. Será la primera vez que el ejército español despliegue una unidad antiaérea en el extranjero, misión que podría prolongarse hasta un año. «Un destacamento español, con 130 militares y seis lanzadoras se instalará en la frontera turco-siria» Además, el ministro de Defensa anunció que el gobierno ha puesto a disposición de la coalición y de Washington el uso de las bases de Rota y Morón, capacidades de transporte estratégico y apoyo aéreo, tareas de mando, control e inteligencia, asesoramiento y formación del Ejército iraquí y entrega de material militar, tanto letal como no letal. Y que sólo está a la espera “de que se soliciten”. Es decir, que están a la espera de lo que el Pentágono les mande, para servirlo con prontitud. Asimismo, un general y siete oficiales españoles ha sido enviados a trabajar en el cuartel general del Mando Central del Ejército de EEUU en Tampa (Florida) en el planeamiento de la operación, junto a altos mandos de otros 47 países. Y sin embargo, a pesar de este amplio despliegue que contradice la imagen oficial transmitida hasta ahora por Rajoy de que su gobierno ocuparía un papel de segunda o tercera fila en esta nueva guerra, el portavoz de Defensa del PSOE, Diego López Garrido, reprochó a Morenés su “falta de liderazgo” en este asunto, haciéndose eco de anteriores declaraciones del nuevo secretario general socialista, Pedro Sánchez, pidiéndole a Rajoy un compromiso más activo y firme con la nueva coalición para la guerra desatada por EEUU en Irak y Siria. ¿Qué es lo que quieren? ¿Meternos de hoz y coz en una guerra cuya duración Obama ha cifrado en al menos 3 años y para la que altos mandos del Pentágono prevén que llegará el momento de enviar tropas a tierra? ¿Competir con el PP a ver quién es más pro-yanqui y hacerse una nueva foto en las Azores, sólo que esta vez con Obama y Hollande de acompañantes? Bonito “bautizo” de la nueva dirección del PSOE en materia de política exterior y de defensa. ¿En esto consiste la regeneración que predican?Por otra parte, sólo 24 horas después de la comparecencia de Morenés, un medio digital se hacía eco, citando fuentes del ámbito de la inteligencia militar española, de una serie de informes en los que se afirma que “en caso de que la situación en Libia se descontrole, se podría crear un nuevo Estado Islámico en el ‘patio trasero’ de España. De todos los escenarios en los que España ha estado presente en la última década, Libia es sin duda el más determinante para nuestros intereses”. De acuerdo con ello, además de los movimientos políticos y diplomáticos tendentes a encontrar una salida política a la guerra civil de facto que se desarrolla en el país norteafricano, España baraja participar en algún tipo de intervención militar dirigida por Francia en caso de que la vía del diálogo político no fructifique. «¿Qué busca la nueva dirección del PSOE, competir con el PP a ver quién es más pro-yanqui?» Aunque por el momento, según estos informes, la opción militar no es la prioritaria tampoco “la descartan”. Monarquías del Golfo, apoyadas por Egipto, están apostando ya por frenar a las milicias radicales libias por medio de la fuerza y, de hecho, han llevado a cabo recientes operaciones como el bombardeo aéreo de unidades de las milicias rebeldes que estaban a punto de lazarse al asalto del aeropuerto de Trípoli.La intervención militar, de acuerdo a estas fuentes, es una de las opciones incluidas dentro de los informes que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas han estado remitiendo los últimos meses al ministerio de Defensa y a presidencia del Gobierno.La agudización de las contradicciones y el estallido de múltiples conflictos internacionales obliga a EEUU a exigir un férreo alineamiento militar a sus aliados y peones. Cada vez más, la enorme dependencia político-militar de los gobiernos españoles hacia Washington y nuestra posición geopolítica nos están abocando a seguir ciegamente una peligrosa espiral bélica en el que no jugamos otro papel que el de ser un peón -y como tal “sacrificable” en cualquier momento en la partida de ajedrez que se juega en el tablero mundial- para la defensa de los intereses hegemónicos de EEUU en regiones como Oriente Medio o el Norte de África. España no tiene conflictos con ningún país del mundo que no puedan resolverse por la vía de las negociaciones económicas, diplomáticas y políticas. Nuestros intereses como país pasan por la defensa de una política activa de paz y neutralidad, lo que exige el regreso de todas nuestras tropas estacionadas en el extranjero, la salida de la OTAN y el desmantelamiento inmediato de las bases norteamericanas de nuestro suelo.