Zapatero y los banqueros vuelven a reunirse

¡No tienen vergüenza!

La desvergüenza de la banca española está traspasando todos los lí­mites. Los regalos y apoyos de Zapatero a la banca han ido ya mucho más lejos de lo que la sociedad española puede tolerar. En unas jornadas organizadas por el grupo socialista en el Congreso, bajo el nombre de «La crisis económica global: alternativas y propuestas», todos se han desmelenado en negra comandita: el presidente de la patronal bancaria se ha atrevido a afirmar que «es la economí­a real la que pone en riesgo a la banca y si la economí­a no se hunde aun más es porque la banca es capaz de sostener la posición deudora (de España) en el mundo»; Joaquí­n Almunia ha advertido que «los bancos no están para perder dinero», y será necesario crear un «banco malo» público para comprar todos los activos tóxicos de la banca; y un analista financiero ha amenazado con que seguirá la «utilización del dinero de los contribuyentes para ayudar al sistema bancario».

Horas antes de la reunión celebrada en Moncloa entre el residente del gobierno y los primeros espadas de los bancos, se escenificó en el Congreso de los Diputados una especie de macabra parada de los monstruos. En un momento donde la crisis asfixia a millones de trabajadores, banca y gobierno se unieron en un sinistro coro. Sólo los cuatro principales bancos han declarado en 2008 –cuando España ha entrado en la peor recesión de los últimos cincuenta años- beneficios que superan los tres billones de pesetas. Pero ellos siempre quieren más. Y siempre es a nuestra costa. En las jornadas convocadas por el grupo socialista, el presidente de la Asociación Nacional de Banca (AEB), afirmó que “los bancos han de financiar a hogares y empresas, pero éstas están sobre endeudadas y es España la que tiene que corregir ese desequilibrio”. Primero nos han impuesto tributos casi feudales, hipotecándonos a 30 y 40 años, inflando el precio de las viviendas y obligándonos a entregarles la mitad de nuestro salario. Y ahora, los señores de la banca se quejan de que estamos “sobre endeudados” y no podemos pagarles con puntualidad. Después de que los bancos restrinjan el crédito a las pymes, y cuando lo hacen es cobrándoles un interés 6 ó 7 puntos por encima del tipo de interés del BCE, el jefe de la patronal bancaria “denuncia” que “muchas empresas están exagerando y aprovechan la excusa de la falta de crédito para cerrar”. Pero para el presidente de la AEB, los bancos son casi las víctimas de la crisis y los trabajadores y pymes los verdugos: "no es la banca española la que hunde la economía, la economía no se hunde aun más porque la banca es capaz de sostener la posición deudora (de España) en el mundo". A este tipo de gente es a la que el gobierno les ha entregado 250.000 millones de euros de nuestro dinero. Una cantidad trece veces mayor que el total dedicado a cubrir las prestaciones por desempleo de los más de tres millones de parados; veinticinco veces más que las líneas de crédito públicas abiertas para las pymes, responsables del 90% del tejido productivo y el empleo; y diez veces más del conjunto de programas aprobados por Zapatero para relanzar la economía. Pero todavía quieren más. Joaquín Almunia, comisario económico de la UE, tras declarar sin ningún reparo que “los bancos no están para peder dinero y necesitan un balance solvente y una cuenta de resultados positiva”, advierte de la necesidad de crear “bancos malos” –entidades públicas que con el dinero de todos los activos tóxicos de la banca-. Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales anuncia que “la mitad de activos de la banca española están en malas condiciones, ya que tienen que ver con la construcción residencial, y tienen que limpiarse”. ¿Con qué dinero? Ontiveros lo explica claramente: los 50.000 millones de inyecciones públicas directas a la banca “pueden ser insuficientes”, el gobierno “debe contemplar la posibilidad de comprar acciones y cuotas participativas de bancos para contribuir a su participación”, y prevé que “vamos a seguir viendo restricciones crediticias, así como la utilización del dinero de los contribuyentes para ayudar al sistema bancario”. Esto es lo que preparan. Un plan de rescate bancario todavía mayor que los 250.000 millones de euros que el gobierno les ha regalado. Que pagaremos todos los españoles.

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