Este martes, se cumplen Cien Días sin Gobierno, algo insólito en la historia de España en los últimos cuarenta años. Desde 1976, en que tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas de la reciente historia de España, que dieron lugar a un periodo constituyente y a la elaboración de la Constitución de 1978, no se había producido una situación como la actual, con Cien Días sin Gobierno, y con muy pocas posibilidades de formar uno que, por lo menos dure dos años, y afronte los problemas más urgentes del país.
Este martes, se cumplen Cien Días sin Gobierno, algo insólito en la historia de España en los últimos cuarenta años. Desde 1976, en que tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas de la reciente historia de España, que dieron lugar a un periodo constituyente y a la elaboración de la Constitución de 1978, no se había producido una situación como la actual, con Cien Días sin Gobierno, y con muy pocas posibilidades de formar uno que, por lo menos dure dos años, y afronte los problemas más urgentes del país.
Es lo que está intentando, desde hace semanas, el líder socialista Pedro Sánchez designado, en su momento, por el Jefe del Estado para ser investido, ante la también insólita decisión del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, de “declinar” el ofrecimiento Real para que formase Gobierno como representante del partido más votado. Lo de partido más votado es algo que Rajoy ha venido repitiendo hasta la saciedad (“hay que respetar los siete millones y medio de votos del PP”) sin aclarar que, en un sistema parlamentario, el que gobierna no es el que tiene más votos, sino el que cuenta con más apoyos en el Parlamento.
Durante estos Cien Días, el único que ha intentado articular un Gobierno de cambio ha sido precisamente Sánchez, que, este miércoles vuelve a reunirse con Pablo Iglesias en su intento de formar un gobierno de amplio espectro, que no sólo incluya a miembros de Podemos, sino incluso a representantes de Ciudadanos, con quienes firmó un amplio acuerdo de “regeneración política”, tras la fracasada investidura el pasado 4 de marzo.
Este martes el líder socialista, ha sorprendido a todos, en vísperas de reunirse con el líder de Podemos Pablo Iglesias, con unas declaraciones imprevistas a la Cadena Ser en las que ha dicho que no se cierra a que en un futuro Gobierno, presidido por él, haya “representantes de Podemos y de Ciudadanos”. De hecho, ha dicho que esa “es la única formulación posible” para su Ejecutivo. Sánchez no ha querido concretar si su idea es contar con Pablo Iglesias y con Albert Rivera como ministros (el líder de Podemos con su fórmula de “gobierno a la valenciana” viene insistiendo en una Vicepresidencia, pero sí con “representantes” de estos partidos, siempre tomando como base el acuerdo firmado con Ciudadanos que está dispuesto a ampliar con nuevas propuestas del partido morado.
Lo que parecía una propuesta para salir del paso, dada la insistencia de Podemos en que existe una total incompatibilidad entre lo que representa el partido de Albert Rivera y ellos (hasta ahora, no ha habido, de hecho, contactos entre Iglesias y Sánchez por el pacto firmado entre Sánchez y Rivera), se ha convertido en una posibilidad si creemos, sin matices, la respuesta que el número 2 de Podemos, Íñigo Errejón, ha dado a esa propuesta, en su primera comparecencia pública tras el conflicto provocado por el cese del secretario de organización, el “Errejonista” Sergio Pascual, que ha desencadenado una auténtica lucha por el poder.
“No hemos recibido, todavía, ninguna propuesta en ese sentido. Cuando la recibamos, la valoraremos”, ha sido la respuesta de Errejón a esa propuesta de gobierno compartido por PSOE, Podemos y Ciudadanos. No se trata ni de un “Gobierno a la Portuguesa”, como en un principio quería Sánchez, ni de un “Gobierno a la Valenciana”, como viene pidiendo Iglesias, sino de un “Gobierno a la madrileña ” una mezcla de cómo se Gobierna en la Comunidad y en la Alcaldía de la capital de España, pero prescindiendo del Partido Popular que con esta fórmula quedaría fuera y aislado. Después de la rueda de prensa, y a la vista de las reacciones que se han producido, Errejón vía twitter ha matizado que “lo hemos dicho muchas veces: no vemos mal que Ciudadanos apoye o se abstenga en un gobierno a la valenciana”.
Hay que tener en cuenta que Errejón, encuadrado en el sector de los “posibilistas” es el que ha venido defendiendo algún tipo de acuerdo con el PSOE e, incluso, una abstención, posibilidad que negó el lunes tajantemente un hombre tan ligado a Pablo Iglesias como Rafael Mayoral, responsable de Relación con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales.
Por lo pronto, antes del encuentro de Sánchez con Iglesias, se ha producido otro encuentro entre el líder socialista y el de Ciudadanos para hacer honor al Pacto que tienen firmado y preparar la entrevista que este miércoles tienen el dirigente socialista y el de Podemos.