Netanyahu y Gallant: orden de detención internacional por crímenes de guerra

Es un hecho histórico e insólito, y un signo más de que el orden mundial está cambiando. Tras 76 años de guerra, agresiones, colonialismo y apartheid del Estado de Israel contra Palestina, es la primera vez que la Corte Penal Internacional (CPI) emite una orden de arresto contra un mandatario israelí, Benjamín Netanyahu, y el que hasta hace poco ha sido su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y lesa humanidad.

Esto implica que Netanyahu y Gallant se arriesgan a ser detenidos si se desplazan a alguno de los 124 países que han firmado el Estatuto de Roma, entre ellos España o la mayoría de los países europeos.

Como ya le sucedió al dictador chileno Augusto Pinochet o al secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, o como le ocurre en la actualidad al presidente ruso Vladimir Putin -todos ellos acusados de crímenes de guerra-, los líderes israelíes Benjamín Netanyahu y Yoav Gallant tendrán que consultar un mapa del mundo cada vez que quieran hacer un viaje internacional. Si ponen un pie en alguno de los 124 países que reconocen la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI) creada en 1998 con el Estatuto de Roma, pueden ser aprehendidos y esposados por las autoridades y puestos a disposición de la Justicia.

Seis meses después de que la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional elevase la petición de órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant, la Corte ha conformado esas órdenes de arresto, al considerarles como máximos responsables de la comisión de crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza.

En el mismo dictamen, el Tribunal Penal Internacional emite ordenes de detención contra los líderes de Hamás. En concreto, la CPI ordena detener al comandante de Hamás Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri, conocido como Deif, cuya muerte fue anunciada por Tel Aviv pero no ha podido ser comprobada por el Tribunal. La solicitud de órdenes de arresto contra otros dos líderes islamistas -Ismail Haniya y Yahia Sinwar- no ha prosperado por el hecho constatado de que ambos fueron asesinados por el Ejército israelí.

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Reacciones internacionales

Al ser específicamente preguntados, varios gobiernos han confirmado que acatan la orden del CPI, y que detendrán a los líderes israelíes si ponen pie en su territorio. Entre ellos están Colombia, Canadá, España, Irlanda, Países Bajos y Turquía.

Por el contrario, otros gobiernos de países firmantes del Estatuto de Roma han cargado contra la orden de arresto, afirmando que la incumplirán. Entre ellos están Austria, República Checa, la Argentina de Milei y la Hungría de Orbán.

Sin embargo, el caso más paradigmático de estos gobiernos que defienden una justicia internacional «de quita y pon» es -cómo no- EEUU.

Mientras que la Casa Blanca celebró por todo lo alto la orden de arresto de la CPI contra Vladimir Putin en marzo de 2023, por la larga lista de crímenes de guerra de Rusia en la invasión de Ucrania, ahora Biden ha tachado de «escandalosa» e «indignante» la orden del mismo Tribunal contra Netanyahu y Gallant. El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha planteado la posibilidad de sancionar al Tribunal de la Haya, y Mike Waltz -nombrado por Trump para ser su futuro consejero de Seguridad Nacional- ha anunciado “una fuerte respuesta en enero [cuando Trump asuma la presidencia] al sesgo antisemita de la Corte Penal Internacional y de Naciones Unidas”.

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Washington protege a sus sicarios

Las actuales coacciones de Washington contra el Tribunal Penal Internacional para proteger a su gendarme sionista en Oriente Medio no son nada nuevo.

Desde que el fiscal jefe de la CPI, el británico Karim Khan, emitiera la petición de arresto de Netanyahu y Gallant al Tribunal, la CPI y sus organismos han sufrido todo tipo de presiones y amenazas. “’Esta Corte fue construida para África y para matones como Putin’, me dijo un destacado dirigente. Nosotros no lo vemos así. Este Tribunal es legado de Núremberg, esta Corte debería ser el triunfo de la ley sobre el poder y la fuerza bruta. No vamos a ser disuadidos por amenazas”, declaró Khan en mayo, en la CNN.

Su antecesor, el ex fiscal jefe fundador de la CPI, Luis Moreno Ocampo, en el cargo entre 2003 y 2012, contaba hace unos meses a elDiario.es como EEUU le presionó para errar la investigación preliminar sobre Palestina en varias ocasiones.

“Trump ya sancionó a Fatu Bensouda [exfiscal jefe del Tribunal cuando Trump era presidente] como si fuera una terrorista por investigar a EEUU, ¿España y otros países van a dejar que pase eso?», se pregunta este veterano jurista argentino, por cierto, uno de los fiscales que sentaron en el banquillo a la Junta Militar de su país. como narra la magnífica película ‘Argentina, 1985’.

El poder de la superpotencia y de sus gobiernos vasallos todavía protegen a Netanyahu y Gallant, y la posibilidad real de que sean aprehendidos aún es remota. Pero la orden de arresto «es un hito en la historia de la justicia internacional, tan inédito como justificado y tardío”, señala Reed Brody, abogado y portavoz de Human Rights Watch. «En sus veintidós años de existencia -con órdenes de arresto contra 59 personas-, la Corte Penal Internacional nunca había acusado a un líder aliado de la comunidad occidental. De hecho, ningún tribunal internacional lo ha hecho desde la Segunda Guerra Mundial».