Para hacerese una idea de lo que supone: el diámetro de esta región es unas veinte veces menor que el de la Vía Láctea, y en ésta última nace de media una estrella por año. El grupo de astrónomos involucrado ve en sus descubrimientos un indicio de que la formación estelar en galaxias jóvenes se desarrolle en este tipo de regiones pequeñas de los núcleos galácticos. Estas observaciones se han hecho en el IRAM (Instituto de RadioAstronomía Milimétrica) y han sido publicadas este mes en la revista Nature.
El equio internacional de astrónomos ha observado una de las galaxias activas más lejanas, en concreto el quásar J1148+5251. Quásares son núcleos activos muy luminosos que son propulsados por materia que cae en un agujero negro supermasivo. El quásar estudiado es además muy brillante en una región del infrarojo. Desde hace tiempo se cree que el origen de la radiación en el infrarojo es fruto de una formación explosiva de nuevas estrellas, proceso llamado “starburst“.Los científicos no sólamente han podido probar que efectivamente nacen muchísimas estrellas en el núcleo galáctico de este quásar. Por primera vez han podido medir la dimensión de la región en la que se forman.Las estrellas se forman cuando grandes nubes de gas se contraen fruto de su propia gravedad. Estas nubes se densifican cada vez más, pero la radiación resultante de este proceso calienta el gas de tal manera que previene la estrella naciente del colapso.Los autores del trabajo consideran que el nacimiento explosivo de estrellas estudiado hace pensar que este tipo de regiones son una especie de gameto para la formación estelar en galaxias jóvenes. Después la regíon sólamente crece en el transcurso de la evolución cósmica al colisionar y fusionarse con otras galaxias. De ahí la importancia de este tipo de estudios para la modelización de la formación de galaxias.Según Fabian Walter, uno de los autores del trabajo, el estudio de galaxias en una fase temprana de la evolución cósmica, es decir cerca de mil milliones de años despúes del Big Bang, va a ser un area central de investigación en la astronomía en los próximos años. Concluye que “nuestras mediciones abren un nuevo camino para caracterizar la formación estelar en el jóven universo“ .