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Todos la llaman Vicen y es la nieta de Juan Escobar Fenollosa, asesinado en la posguerra el 6 de abril de 1940 tras un juicio sumarísimo que lo sentenció a muerte en 1939.
Entrevistamos a Vicenta Juan Escobar, secretaria oficial y presidenta autorizada de la Asociación de Familiares de la Fosa 111 de Paterna, a raíz de la recién aprobada “Ley de Memoria Democrática”. La “Fosa 111 de Paterna” forma parte de la Coordinadora de Víctimas del Franquismo de la Comunidad Valenciana y de la Plataforma de Asociaciones de Familiares de Víctimas del Franquismo de las fosas comunes de Paterna, en ambas se han agrupado más de 350 familias, desde 2019, repartidas por toda España, cuyos familiares fueron enterrados en las diferentes fosas de Paterna.
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¿Cómo valoráis la nueva Ley de Memoria Democrática?
Muy esperada. Me gusta, porque si hacen bien el desarrollo de la ley al nombre de mi abuelo, como a tantas otras personas inocentes, les borrarán bien borrado el historial. Si hacen un buen trabajo habrá merecido la pena. Quitarles ese mal sello en sus nombres con el que hemos cargado tantas familias. Aunque también nos sentimos desengañados, han transcurrido muchos gobiernos y en el estado todos han pasado de nosotros. Ha tardado muchísimo, esto debería haberse hecho en la época de Felipe González de la forma que hubiese podido. Llega muy tarde, casi 50 años tarde. Por el camino se nos han muerto muchos hijos sin recuperar ni identificar a sus padres, o las viudas que era impensable… hoy la mayoría somos los nietos.
Hay cientos de asociaciones de la memoria histórica, ¿qué papel habéis tenido en estos años?
Hemos hecho mucha fuerza, llevamos años peleando, presionando y hablando con muchísima gente. Lo habremos planteado mejor o peor, pero sin la presión nuestra no hubiéramos conseguido nada. Ha habido mucha gente que nos ha apoyado. Por ejemplo, hasta gente de Italia al vernos en las concentraciones de Valencia: “Continuar con la lucha que al final lo conseguiréis”. En Paterna, con la primera apertura de la fosa no se ha identificado a mi abuelo y de 150 hemos sacado 21 identificaciones. Pero el día que entregamos esos 21, las caras de los hijos que aún vivían no tiene precio. Eso no tiene precio.
¿Cómo os ha afectado la pandemia en vuestro caso?
La pandemia nos afectó desde un primer momento, la apertura de la fosa la tuvimos que hacer desde la plaza del cementerio y no pudimos entrar con el centro de flores que habíamos preparado. Semanalmente nos mandaban un documental del trabajo de recuperación, a modo de informativo audiovisual para la asociación y que todo el mundo lo pudiese ver. Pero no es lo mismo poder estar allí presente que verlo en soledad en tu casa desde un ordenador o móvil. Sin invitar a compañeros de otras fosas, poder estar juntos y acompañados en ese momento. Ha sido más duro, hemos estado más desamparados.
“Las caras de los hijos el día que entregamos las 21 identificaciones, eso no tiene precio”.
¿Cuáles consideráis que son los aspectos más importantes de esta ley?
Lo más positivo de todo es el reconocimiento de que hubo un golpe de estado, a ver si terminamos de una vez con que los republicanos eran los malos. Porque el reconocimiento de que un militar se sublevó contra un gobierno elegido democráticamente permite limpiar el nombre de las familias, una vez invalidado el llamado delito de adhesión a la rebelión que pesa contra las víctimas. Cuando dan el golpe de estado reciben ayuda y tanto Alemania como Italia le proporcionaron armas, mientras en el otro bando no pasa como en Ucrania hoy en día que le están mandando armas y se pueden defender.
¿Hay aspectos en los que la Ley se queda corta?
Pues las consecuencias que tuvo el golpe. El reconocimiento y la reposición de todo lo que les quitaron, el daño moral a mi abuela y tíos o el hambre que les hicieron pasar. Eso no se puede reparar, no se puede rebobinar. Por eso es tan importante el hecho de reconocer que estas personas y también sus familiares sufrieron, los persiguieron, los señalaban y marcaban. Y luego el silencio, nos privaron de ellos.
¿Qué cuestiones no se abordan en esta nueva ley?
Lo primero, a partir de aquí: ¿qué títulos nobiliarios se han dado, qué pagas vitalicias, qué estancos y administraciones de lotería, qué concesiones se han entregado por denunciar gente? Eso no creo que ningún gobierno se atreva, pero sería hacer justicia de verdad.
Vosotros sois una asociación de memoria histórica de Paterna. ¿Qué sucesos ocurrieron allí en la Guerra Civil?
Es después de la guerra, todos los que tenían presos en la cárcel modelo de El Puig, la plaza de toros de Valencia que era un campo de concentración, o San Miguel de los Reyes. Se les llevaba a Paterna, al paredón, porque aquello era terreno militar y podían fusilarlos fingiendo que eran prácticas de tiro, allí se podía aparentar que eran prácticas militares en parte. En otros sitios se hubiesen oído más los tiros, era más discreto.
Luego los llevaban directamente al hoyo que ya estaba hecho y los dejaban caer desde 6 metros y medio. En las fosas tenemos gente de Ontinyent, de Tarragona, de Daimiel, de Manises, de Valencia, de Torrent, de Cuenca, de Teruel, de Lliria, de Burjassot… Los cogían a montones, no es durante la guerra. Es todo posterior, en la represión. En Paterna son unas 150 fosas.
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¿Y cómo os va a poder ayudar a vosotros en Paterna esta nueva Ley?
Tengo la confianza de que todo esto se va a poder solucionar al final. Es decir, hacer el monolito, poder enterrar a cada uno de los no identificados que son muchos, la explanada de las fosas comunes dejarla como estaba porque así lo marca la ley y que se dignifique el paredón: limpiarlo y asearlo, poner un cartel, poner los nombres de los 2.238 que fueron fusilados allí y cuidar ese espacio común. Entonces es cuando pienso que todo esto llega al final en Paterna, aunque no encuentre a mi abuelo como le prometí a mi madre antes de morir hace 3 años. Yo no pierdo la esperanza, pienso estar luchando hasta que pueda para encontrarlo.
“Debe haber verdad y justicia: anular los juicios sumarísimos y limpiar el nombre de las familias. Y reparación, con la máxima identificación posible de huesos y un entierro digno”
La derecha -y la ultraderecha- se oponen a las leyes de memoria histórica, diciendo siempre que la izquierda lo hace desde la “revancha” y el “guerracivilismo”, y que va en contra de la convivencia. Pero ¿pueden repararse las heridas de la Guerra Civil sin que haya Verdad, Justicia y Reparación para cientos de miles de familias que no saben que pasó con sus familiares?
Debe haber verdad, que sería anular los juicios sumarísimos. Justicia, que sería quitarles la coletilla que tienen todas las familias. Y la reparación, yo la considero la máxima identificación posible de cuerpos y un entierro digno. Para mí eso son los tres palos, en ningún momento ni venganza, ni indemnizaciones, ni nada por el estilo. Yo todo esto lo he aprendido en 5 años, no sabía absolutamente nada.
¿Algo que te gustaría añadir?
Simplemente que se comprenda la situación de las familias, que todas han sufrido represión, señalados por rojos, no poder decirle a nadie de que familia eres. Eso es lo único.