El 8 de marzo celebramos el Día de la Mujer Trabajadora. Eliminar esta última palabra es algo más que un olvido. La lucha feminista ha sido impulsada por muchas mujeres revolucionarias, por décadas de lucha de un movimiento obrero en el que las mujeres hemos sido no acompañantes sino protagonistas.
Cuando las mujeres han encabezado la lucha por la transformación social es cuando se han conquistado derechos.
Rosa Luxemburgo, o cuando una mujer encabezó la revolución en Alemania
El año pasado se celebró el centenario del asesinato de Rosa Luxemburgo, dirigente comunista. No se ha ocultado la efeméride, pero los muchos artículos publicados nos la han presentado como “mujer, marxista heterodoxa y pacifista”. Esta es una forma de ocultar la realidad bajo palabras aparentemente elogiosas. Porque lo que se intenta hacer olvidar es que una vez la revolución estalló en Alemania, poniendo patas arriba todo el orden imperialista en Europa, y ese hecho decisivo fue encabezada por una mujer.
Cuando la revolución triunfa en octubre de 1917, bajo la dirección de los bolcheviques, en todos los pueblos europeos, también en el proletariado alemán, se levanta un grito unánime: “hagamos como en Rusia”.
En marzo y abril de 1917, un gigantesco movimiento huelguístico de los obreros paraliza la industria bélica en las principales ciudades alemanas. Y comienzan a formarse los primeros “Rate”, consejos obreros, siguiendo el ejemplo de los soviets.
En noviembre de 1918 obreros y soldados toman el poder en las principales ciudades alemanas. Llegando a formar un soviet en Berlín… ocupando el cuartel general del ejército.
La actividad de mujeres como Rosa Luxemburgo o Carla Zetkin tuvo mucho que ver en este estallido revolucionario en la gran potencia europea.
Rosa Luxemburgo había encabezado en Alemania la denuncia de la guerra imperialista, situándose al lado de los bolcheviques. Y organizando una alternativa revolucionaria, frente a la traición de una socialdemocracia alemana que apoyó la guerra, conduciendo a la clase obrera al matadero. Primero constituyendo la Liga Espartaquista, y más tarde fundando el Partido Comunista Alemán.
El impulso del movimiento feminista en los primeros años del siglo XX tuvo en estas mujeres revolucionarias uno de sus puntales. Rosa Luxemburgo fue una de las cabezas de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, que instauró el 8 de marzo como Día de la Mujer Trabajadora, y luchó por impulsar el movimiento de lucha de la mujer desde una línea revolucionaria.
Dolores Ibarruri, Pasionaria: ¡No pasarán!
En numerosos lugares del mundo se puede escuchar hoy, escrito y gritado en español, “¡No pasarán!”, convertida en una consigna universal de lucha. Quien la lanzó fue una mujer revolucionaria, en la España de 1936: Dolores Ibarruri, mundialmente conocida como “Pasionaria”.
Mujer e hija de un minero. Condenada, por su doble condición de obrera y mujer, al ostracismo, a la pasividad. Pero se levantó, dejando claro que “las mujeres somos seres libres para decidir nuestro destino”.
Y vaya si lo hizo. Por primera vez en siglos, una mujer iba a jugar un papel decisivo en la historia de España.
En 1930 Pasionaria es elegida como miembro del Comité Central del PCE. Es, junto a José Díaz, la cabeza de una nueva dirección que iba a poner boca abajo todo el país. Defendiendo a pecho descubierto la Revolución de Asturias en 1934, encabezando desde la Unión de Mujeres Antifascista la denuncia de la represión contra los obreros, impulsando la línea del Frente Popular. Y convirtiéndose en icono, nacional y mundial, de la heroica lucha del pueblo español contra el fascismo entre 1936 y 1939.
Un solo hecho define lo que significó Pasionaria. Cuando se anunció la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, Pasionaria, elegida diputada por Asturias, corrió a liberar a los obreros encarcelados por su actividad en la revolución. El carcelero le dijo que debía esperarse a que se discutiera en el parlamento, se aprobase… que no era una cosa sencilla. Pasionaria le gritó, le arrebató las llaves, y fue recorriendo personalmente las celdas para liberar a los obreros presos.
Es la imagen de una mujer nueva que no admite más postración, que ha tomado un papel dirigente. Hubo muchas Pasionarias que decidieron sacudirse siglos de esclavitud, y que dieron un paso al frente encabezando la lucha revolucionaria, al mismo nivel que los hombres, conquistando en esa lucha una libertad que solo puede ser tomada y nunca concedida graciosamente.
Fatima dice:
Buen artículo Lucia. Aunque no queda muy claro porque es tan importante eliminar el término «trabadora».
Por supuesto q ha habido mujeres feministas por ser revolucionarias, esa es la relación. Las sufragistas, en camvio,no tienen ese carácter.
Eliminar el termino «trabajadora» nos pone a todas al mismo nivel y no representó lo mismo para la humanidad el movimiento sufragista, por ejemplo, q Rosa Luxemburgo, Pasionaria o Carla. Esta última comenzó como feminista y su lucha la llevó a la militancia comunista.
Así pues, no es lo mismo, cualquier dirigente sindical, por ejemplo, a la Sra. Botín o a C. Lagard. Ni siquiera Michael Obama q he visto estos días en uno de tantos video q estos días circulan.
Lucía dice:
Enhorabuena por el artículo. Vivan las mujeres revolucionarias!!