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La fe es forzar a la inteligencia a aceptar como verdad algo que no ha sido demostrado científicamente.
Hay una serie de mitos que han ido apareciendo sobre la enfermedad CoViD-19 (Coronavirus Disease-19) causada por un virus llamado SARS-CoV-2 (Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2) y, para contrarrestar la información no contrastada ni apoyada en evidencias científicas que fabrican los negacionistas, vamos a poner en claro todo lo que se sabe sobre este virus que, dada la importancia de la pandemia a nivel mundial, ha sido estudiado en profundidad desde el primer momento.
Los primeros casos de una neumonía vírica por un agente desconocido fueron descritos a la Organización Mundial de la Salud (WHO: World Health Organization) en la ciudad de Wuhan en China el 31 de diciembre de 20191. El 11 de enero de 2020 la Comisión Nacional de Salud de China informa a la WHO de que al parecer el brote se asociaba a una exposición en un mercado de marisco y pescado en la ciudad de Wuhan1, 3. Al día siguiente, 12 de enero de 2020, China comparte la información sobre la secuencia genética completa, lo que permitió empezar a desarrollar en los laboratorios de todo el mundo los kits diagnósticos específicos para este nuevo coronavirus1, 2. A partir del 13 de enero el virus empezó a dar casos fuera de China.
Aunque el seguimiento de casos retrospectivo parece situar el caso 1 en noviembre de 2019, todavía se está buscando el caso 0, el caso en el que este virus pasó de su huésped habitual: el zorro volador (un murciélago frugívoro) al hombre. Sabemos que este coronavirus pertenece al grupo de los beta coronavirus (βcoronavirus) porque conocemos su secuencia genética completa, la hemos comparado con las de otros coronavirus, lo hemos visto al microscopio dentro y fuera de las células de los pacientes. Por todo ello sabemos que es un virus con una cadena de ARN con giro positivo, encapsulado, perteneciente al Orden de los Nidovirales, la familia de los Coronaviridae, la subfamilia Orthocoronavirinae y del género Betacoronavirus de entre los cuatro existentes4. Sabemos que tiene unos 30.000 genes, siendo uno de los virus ARN más largos, y conocemos sus proteínas estructurales y no estructurales5. Todo esto fruto de la colaboración científica internacional y realizado en tiempos muy cortos al haber trabajado muchos laboratorios y muchos científicos simultáneamente, disponiendo de medios suficientes y con las posibilidades de comunicación informáticas de hoy en día. Con toda esta información hemos podido desarrollar una prueba PCR (Polimerase Chain Reaction) con una sensibilidad muy alta para la detección de este virus.
Hemos comprobado que el ciclo de infección, replicación y salida de la célula huésped es similar al descrito por Peiris, Guan y Yuen6 en 2004 para otro coronavirus, el SARS-CoV, con el que comparte un 79,5% de los genes y que sabemos que provenía de los murciélagos de la fruta a través de una civeta (un mamífero mustélido conocido por comer frutos del café y defecar los huesos a partir de los que se hace el café de civeta, el más caro del mundo). Se ha demostrado que el genoma del SARS-CoV-2 es igual en un 96,2% al de otro Betacoronavirus de los murciélagos, el BatRaVG137. Por esto sabemos que es una zoonosis, es decir una infección que ha pasado al hombre desde los animales y que esto sucede cada vez con más frecuencia: sólo en caso de coronavirus (no mencionamos a los virus del Ébola, Nipah ni Hendra) ya pasó en 2004 con el SARS-CoV y en 2013 con el MERS (Middle East Respiratory Syndrome).
El negacionismo trabaja en el interés de los que pretenden convencernos de que el cambio climático no existe y que la deforestación brutal a la que estamos sometiendo al planeta fruto del modo de explotación capitalista del medio ambiente no tiene nada que ver con esto. Prefieren que creamos que salió de un laboratorio de guerra bacteriológica chino, cosa que propugnan como parte de su guerra comercial entre las dos superpotencias.
¿Tú qué prefieres: creer o saber?
Bibliografía:
- Página Web de la WHO: Situation Report 1 Novel Coronavirus (2019-nCoV) 21 january 2020.
2.- Zhu N. et al. (China Novel Coronavirus Investigating and Research Team) A Novel Coronavirus from Patients with Pneumonia in China, 2019. N Engl J Med 2020 Feb 20; 382(8): 727-733. https://doi.org/10.1056/NEJMoa2001017
3.- Wang, Horby, Hayden & Gao. A novel coronavirus outbreak of global health concern. Lancet 2020 Feb 15; 395(10223): 470-473. https://doi.org/1016/S0140-6736(30)30185-9
4.- Virus Taxonomy: 2018b Release https://talk.ictvonline.org/taxonomy/
5.- Chen Y. et al. Emerging coronaviruses: Genome estructure, replication and pathogenesis. J Med Virol 2020; 292: 418-423. https://doi.org/10.1002/jmv.25681
6.- Peiris JS, Guan Y, Yuen KY (2004) Severe Acute Respiratory Syndrome. Nature Medicine 10(12 Suppl), 88-97.
7.- Ashour, Elkhatib, Rahman, Elshabrawy. Insights into the recent 2019 novel coronavirus (SARS-CoV-2) in light of past human coronavirus outbreaks. Pathogens, 2020 9, 186. https://doi.org/10.3390/pathogens9030186
Sebastian Leudo dice:
Muchos de los científicos y profesionales de la salud que medios como ustedes llamarían «negacioanistas» o «conspiranoicos» en ningún momento niegan la existencia del virus, simplemente refutan con bases médicas y científicas que las medidas tomadas por la mayoría de los gobiernos para contrarrestar la Covid 19, han sido las erróneas. Porque esa pandemia o plandemia, como le llaman, parece ser más una crisis política que sanitaria.