El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció ayer que las tarifas eléctricas «no subirán, al menos hasta el verano». Toda una amenaza, si tenemos en cuenta que el año pasado se utilizaron las revisiones trimestrales para incrementar el precio de la luz en un 11%. Al comenzar el año, el recibo de la luz subió un 3,5% -casi el doble de la inflación, situada en el 2%-. Pero las eléctricas quieren más. Y Miguel Sebastián parece dispuesto a concedérselo a ellos… quitándonoslo a todos los demás.
En lena crisis, las eléctricas se han lanzado a una cadena de extorsiones y chantajes para incrementar sus cuentas de resultados a costa de todos los usuarios. Han inflado artificialmente los consumos, manejado las diferentes tarifas a su antojo. Haciendo uso de su posición monopolista para imponer prácticas ilegales, y obligarnos a pagarles más. Ahora, las eléctricas vuelven, presionando para que el precio de la luz vuelva a incrementarse este año. La lista de atracos de las eléctricas, respaldados por el gobierno de Zapatero, es interminable. El año pasado la Comisión Nacional de la Energía, organismo público pero que funciona como un auténtico lobby a favor de las eléctricas, exigió que se aplicara para 2009 una espeluznante subida de la luz del 31%. Ahora, tras haber subido el recibo un 3,5% en enero, las asociaciones de consumidores denuncian que el Ministerio de Industria prepara una subida anual del 14% en el precio de la luz durante 2009. El año pasado, el gobierno utilizó la “trampa” de imponer pequeñas subidas cada trimestre para endosarnos un brutal incremento del precio del 11%, cinco veces la inflación anual. Zapatero impuso la desaparición de la tarida nocturna –cuyo precio era sensiblemente inferior- argumentando se supondría “una reducción del 2 ò del 2,5%” en el importe de la factura. Meses después de aplicada, la Unión de Consumidores y Usuarios denuncia que la supresión de la tarifa nocturna –que afecta a un millón de familias- supone un incremento de la factura a pagar de entre un 25% y un 80%. Lo que supone 150 millones de euros de “ingresos ilícitos” de las eléctricas. Aunque cueste creerlo, el ministerio de Industria, en lugar de defender a los afectados y castigar a los culpables, las eléctricas, nos obliga a las víctimas a subvencionar a los atracadores. Junto a la elevación del precio de la luz, Miguel Sebastián anunció un acuerdo con las eléctricas por el cual les entregaba una generosa subvención de más de tres billones de pesetas –salida de los fondos públicos, es decir de los impuestos que todos pagamos- en concepto de “compensación por el déficit tarifario”. Con el “déficit tarifario”, las eléctricas pretenden hacernos creer que les cuesta más producir la electricidad que el precio a que la venden. ¿Pero cómo es esto posible si sólo las tres principales eléctricas han ganado más de 28.000 millones de euros en los últimos seis años? La respuesta la proporcionan las asociaciones de consumidores, que denuncian como el sistema que fija ese supuesto “déficit tarifario” es “de dudosa credibilidad y se parece a la ingeniería financiera utilizada en otros ámbitos”. Exigen que cambie “el artificioso modelo de cálculo de la tarifa eléctrica, que favorece a los productores”. Y reclaman también que se revise el sistema de formación de precios en el mercado mayorista de la electricidad, en el que la retribución de energías más baratas -hidráulica y nuclear- es la misma que la de la tecnología más cara -fuel y ciclos combinados- que participan en la generación. Este sistema les sirve a las eléctricas para "hincha los costes de la energía en un 40%", y presentar luego, a pesar de sus abultados beneficios, un tramposo “déficit tarifario” que luego les tenemos que pagar todos.