Cargando...La idea de que Merkel no debe seguir rescatando la moneda única a cualquier precio va calando en la sociedad y comienzan a surgir voces que hablan de ello en voz alta. «La estabilización de la unión monetaria no es un fin en sí mismo para la economía alemana y no justifica todos los costes asociados a ese proyecto», ha dicho recientemente el presidente de la Asociación Federal de Manufacturas, Otto Kentzler.Los alemanes observan con pavor que la deuda griega habrá alcanzado el 160% de su PIB a finales de año, según Eurostat, y concluyen que los sucesivos rescates no están sirviendo en absoluto para lograr el objetivo de controlarla. Kentzler, cuya asociación reúne a alrededor de un millón de empresas con cinco millones de empleados, apela a la cordura y recuerda que «no tiene sentido que los costes de mantener el euro sean mayores que sus beneficios».También el presidente de la Asociación de Empresas Familiares, Lutz Goebel, denuncia que Alemania es presa de un «falso rescate del euro» y advierte que los últimos rescates planteados «significan que en cuanto alguien no se haga responsable de sus propios actos nos iremos todos juntos por el desagüe». Goebel se refiere a la transferencia de ayuda a España sin condiciones generales y al hecho de que Grecia no esté dispuesta a cumplir en los plazos previstos, lo que a su juicio es «un riesgo moral que Merkel debe evitar».Ambos testimonios proceden del electorado natural de Merkel y se producen a un año de las generales y con el 84% de los alemanes diciendo en las encuestas que «lo peor de la crisis está por llegar».También las grandes compañías se quejan por los estragos que los bajos tipos de interés están ocasionando en sus fondos de pensiones. Unos 17 millones de trabajadores alemanes tienen el fondo en su empresa y la asesora Mercer calcula que de una cifra global de 300.000 millones de euros, las empresas han perdido ya unos 40.000 millones en lo que va de año. El cálculo de Towers Watson es de unas pérididas de 22.000 millones de un total de 174.000, una caída que aparecerán en los balances de este año.
El responsable de finanzas de la aseguradora MunichRe, Jörg Schneider, y el de siemens, Joe Kaeser, aseguran que «si la etapa de intereses bajos se prolonga en el tiempo, se convertirá en un serio desafío» para el país