SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Merkel contra Tsypras

La edición del semanario Der Spiegel que hoy se distribuye en Alemania destaca en su portada, citando fuentes del Gobierno alemán, que Angela Merkel está decidida a forzar la salida del euro de Grecia si el partido de Alexis Tsypras, Syriza, gana las elecciones del próximo 25 de enero y se empeña en rectificar la línea de ajustes sociales y reformas del hasta ahora Gobierno conservador de Samaras. Rectificación que pasa por el impago de parte de la deuda pública griega y la reestructuración del resto, así como por la puesta en marcha de las nacionalizaciones de empresas de energía y agua. Algo parecido a lo que Podemos propone en España.

Son varios los analistas que ven en Der Spiegel la larga mano de Merkel para intervenir en la campaña electoral griega y asustar a los votantes con el riesgo de que el país heleno se vea fuera del euro y camino de la banca rota. De ahí la denuncia de Tsypras de la ‘campaña del miedo’ que desde Alemania se está proyectando sobre los votantes de Grecia. Un discurso el del miedo que también denuncia Pablo Iglesias en España.

Pero lo cierto es que hay mucho en juego y la dama de hierro de Alemania, Angela Merkel -con el apoyo de la gran mayoría de su país y del resto de las grandes naciones del euro-, no está dispuesta a dar un paso hacia atrás ni a conceder ventajas a ningún país que no acepte las reglas del juego de la convergencia fiscal del déficit, acordadas en las más altas instancias de la UE y trazadas por la Comisión Europea (Juncker), el BCE (Draghi) y el FMI (Lagarde). Y todo ello en pos de una salida pactada de la crisis que permita avanzar hacia la unión bancaria y fiscal de las naciones del euro.

Máxime en este tiempo en el que Irlanda y Portugal parecen haber pasado lo peor, cuando España empieza a crecer y Francia y Holanda promueven reformas y ajustes. Motivos por los que según Merkel ahora no se puede bajar la guardia ni hacer concesiones especiales a Grecia que a buen seguro serían solicitadas también por otros países de la zona euro. Aunque la UE y el BCE al menos deberían adoptar medidas -compra de deuda y emisión de eurobonos-, para acortar la duración y el impacto de la crisis.

Una posición intransigente la de Merkel que comparte el gobierno de Rajoy en España, y hasta no hace mucho el PSOE. Aunque su nuevo líder Pedro Sánchez ha comenzado a dudar y a recular ante el empuje de Podemos y temerosos de que a los socialistas españoles les ocurra lo mismo que le ha pasado al PASOK en Grecia que se ha hundido en la encuestas mientras su histórico líder Papandreu acaba de fundar un nuevo partido.

Precisamente para confirmar el compromiso de España con esos planes de convergencia y ajuste del déficit que defiende Merkel, el último gobierno de Zapatero, con la colaboración del PP, acordó la reforma urgente del artículo 135 de la Constitución Española como prueba inequívoca de la voluntad española de lograr el equilibrio presupuestario y la convergencia fiscal con el resto de las naciones de la zona euro de la UE. Una reforma que ahora el líder del PSOE Pedro Sánchez quiere rectificar ante el empuje de Podemos.

No en vano son los partidos socialdemócratas europeos de España, Francia e Italia los que más sufren las duras consecuencias políticas, porque la mejora de la crisis va muy lenta, el ascenso de la indignación popular muy rápido (y en España empujada por la corrupción) y ello provoca el auge de formaciones políticas de extrema derecha y antieuropeas como el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, populistas como el partido Cinco Estrellas de Italia, antieuropeos como los Ukip de Inglaterra e indignados de la izquierda como los de Podemos en España y Syriza en Grecia.

Al fondo de todo ello y pendiente de los procesos electorales está el otro y debate de fondo político sobre la necesidad de lograr un atajo contra el sufrimiento de las personas más afectadas por la crisis y frenar el aumento progresivo de la desigualdad social en el menoscabo de los sectores más deprimidos de la sociedad. Y todo ello en el beneficio de las clases altas y de los poderes económicos y financieros tal y como lo denuncia el Nobel de Economía Paul Krugman. Aludiendo, como lo hacen Tsypras e Iglesias, al predominio de la democracia y la soberanía nacional de los países más dañados por la crisis que benefician las economías más poderosas del norte europeo, como la que preside Merkel. La que está interviniendo en la cita electoral de Grecia, desde donde a su vez se envía un mensaje a España por lo que aquí pudiera pasar.

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