Veinticinco años después vuelve Twin Peaks, la serie que revolucionó la televisión. Lynch rompe con la linealidad narrativa y la lógica espacial es este viaje por la oscuridad.
David Lynch filma con total libertad la tercera temporada de una serie que nos hipnotizó. Los primeros capítulos pueden resultan desconcertantes y extraños al universo propio de Twin Peaks de gigantes y enanos a pesar de reunir a parte del elenco original. La cabecera vuelve a transportarnos a través de la icónica música de Angelo Baladementi a los bosques mágicos de sicoromos de Twin Peaks y a la enigmática Habitación Roja de los sueños del agente Cooper.
En el último episodio en la Habitación Roja el agente Cooper se volvía a encontrar con Laura Palmer y con el enano que habla al revés y ella le dijo: «Dentro de 25 años volveremos a vernos”. Un inquietante final en el que Laura Palmer poseída por Bob ,el demonio que vive en lo más oscuro del alma de los habitantes de Twin Peaks, nos anunciaba el presente. Promesa cumplida.
Veinticinco años después en el primer capítulo de la nueva temporada el impertérrito agente Cooper del FBI, interpretado de nuevo por Kyle MacLachlan, continua atrapado en la Habitación Roja.
La habitación roja, donde no existen leyes ni espacio es un vórtice, un universo paralelo que atrapa al agente Cooper desdoblado en su “dopplegänger”, Mister C, un criminal sucio y violento que debe morir para él existir.
La tercera temporada comienza como un viaje alucinante y alucinado entre dos mundos.. El talento de Lynch para crear atmósferas, tempos y espacios y la habilidad del guionista Frost para contar historias hacen de esta tercera entrega un viaje hacia los terrores más primigenios. Todos los lynchs son posibles en esta nueva temporada esta vez dirigida en su totalidad por el director. David Lynch por diferencias con la productora sólo dirigió seis capítulos de la mítica serie, entre ellos el primero y el excepcional último capítulo. Es precisamente en este último capítulo donde aparece claramente la figura del doppelganger, del doble físicamente igual pero opuesto en esencia que poblará toda la filmografía posterior de Lynch. La figura del doble como angustia vital y los mundos alternativos y opuestos serán el corazón de la narrativa de Lynch y de películas como Carretera Perdida o Terciopelo Azul.
Durante el rodaje de uno de los episodios de la serie Frank Silva, un decorador y actor amateur, apareció casualmente reflejado en el espejo en una toma, su perturbadora imagen inspiró a Bob, el demonio interior que habita en cada uno de los personajes. El mismo pueblo tiene su propio reflejo oscuro en los bosques que rodean la logia negra, un lado salvaje y primitivo convocado por las fuerzas de la naturaleza. Fuego,camina con migo, era la llave del universo totémico que late en los bosques de Twin Peaks, como una suerte de juramento secreto. Su nombre Twin Peaks, montañas gemelas, nos daba la pista sobre la doble naturaleza del cálido pueblo del Dakota del Sur.
Gran pintor de personajes además de Kyle MacLachlan (Dale Cooper) y Sheryl Lee (Laura Palmer), regresan otros actores de la serie original: Sherilyn Fenn (Audrey), Kimmy Robertson (Lucy), Harry Goaz (Andy), Ray Wise (Leland), Everett McGill (Big Ed Hurley), Harry Dean Stanton (Carl Rodd) o Grace Zabriskie (Sarah Palmer) y el propio Lynch que será de nuevo el agente Gordon Cole.
Vuelve un Lynch después de 11 años sin rodar mucho más violento y enigmático. Lynch abandona en la tercera temporada el universo del pequeño pueblo de Dakota del Sur para viajar a las entrañas de un rascacielos en Nueva York propiedad de un “millonario anónimo” donde un joven debe vigilar las 24 horas del día una caja de cristal a la espera de que algo aparezca. Lynch nos convierte a los espectadores en vigilantes de la extraña caja donde se aparecerán extrañas y peligrosas imágenes. Finalmente Cooper es liberado, una rama parlamente “evolucionada” como los sicomoros le dará un extraño mensaje y se reencarna en otro singular doble Dougie Johnes quién lo ha olvidado todo después de 25 años de encierro y a quien acompañaremos en su despertar.
Resulta imposible resumir los primeros capítulos de forma clara porque Lynch rompe con la linealidad narrativa y la lógica espacial es este viaje por la oscuridad.