El Ministerio de Energía de Marruecos ha firmado un acuerdo con la corporación israelí Ratio Petroleum para explorar de forma exclusiva en aguas del Sáhara Occidental sobre las que Marruecos no tiene soberanía y que, además, están próximas al archipiélago canario.
Según la compañía israelí, la prospección en aguas saharauis supone «un movimiento estratégico de entrada a una zona de gran potencial geológico», para identificar cuencas de importante potencial, como hidrocarburos o gas. Este proyecto se desarrollará frente a las costas de Dajla, en el sur del Sáhara Occidental ocupado, desde hace más de cuatro décadas y de forma ilegal por Marruecos, ya que nunca se ha resuelto el proceso de descolonización al que obliga la legislación internacional y las resoluciones de la ONU.
Este expolio de las riquezas naturales del Sáhara entre la potencia ocupante marroquí y la compañía israelí es el fruto natural de una de las últimas decisiones de Donald Trump. El anterior presidente norteamericano, a sólo seis semanas de su salida de la Casa Blanca, rompía todos los consensos internacionales y ha reconocía la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, a cambio del pleno establecimiento de relaciones diplomáticas entre el régimen alauita e Israel, tracional gendarme hegemonista en Oriente Medio. Uniendo así en la misma traición -y la misma ignominia- al pueblo saharaui y al pueblo palestino.
Así lo reconoce la petrolera israelí. «La entrada de Ratio Petroleum en Marruecos ha sido posible gracias a los Acuerdos de Abraham y representa la primera colaboración empresarial entre una asociación israelí y el Gobierno marroquí en el sector energético», declaró la compañía.
Este expolio de las riquezas naturales del Sáhara entre la potencia ocupante marroquí y la compañía israelí es el fruto natural de una de las últimas decisiones de Donald Trump
En 2019 Marruecos el Parlamento marroquí aprobó de forma unilateral dos leyes que delimitaban su espacio marítimo con España y Mauritania y que consideraron suyas las aguas del Sáhara Occidental. Una anexión de facto que ha sufrido un varapalo judicial, al anular la justicia europea los acuerdos de comercio y pesca entre Marruecos y la UE, al haberse establecido sobre unas aguas que no son propiedad de Marruecos.
El Gobierno de Canarias ya se ha puesto en contacto con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para instar al Estado a actuar de manera inmediata en caso de que el acuerdo afectase a aguas cercanas a Canarias.