Berlusconi accedió al poder en mayo de 2008, En una campaña electoral en la que utilizo todo el control de los medios de comunicación, con su lenguaje «colorido», sus palabras se toman a la ligera. Hace que todo parezca menos serio de lo que es. Racismo, xenofobia y machismo se convierten en opiniones, en bromas. Es la misma técnica que se utiliza desde siempre en sus medios: acostumbrar a la gente a este tipo de discursos hasta convertirlos en normales.
Y desde que accedió al oder ha hecho de su inmunidad judicial una de las prioridades al frente del Gobierno.La ley de inmunidad, conocida como "lodo Alfano" porque lleva el nombre de su relator, el ministro de Justicia Angelino Alfano, fue aprobada el 22 de julio de 2008 por el Senado, y establece la suspensión de procesos penales, incluidos aquellos anteriores a acceder al cargo, contra el jefe del Estado, el presidente del Gobierno y los titulares de la Cámara de Diputados y del Senado.Los italianos no sólo no están hartos del show de Silvio Berlusconi sino que lo quieren en el poder por bastante tiempo más, ya que ahora tendrá cinco años tranquilos de gobierno y luego se le abrirán las puertas para ascender al cielo santificado como presidente de la República, cargo en el que permanecerá hasta el lejanísimo 2020.Salud y suerte Antonio di PietroPero se ha topado con el ex fiscal juez Antonio di Pietro, que encabeza el partido "Italia de los Valores" (IDV), en la oposición ,símbolo de la lucha contra la corrupción en Italia, para quien la ley de inmunidad es "una ley inconstitucional y, en cualquier caso, inmoral". Ha recogido más de un millón de firmas, de las 500.000 requeridas para el referéndum contra la ley de inmunidad, por la que, cuatro altos cargos, entre ellos el primer ministro Silvio Berlusconi, no pueden ser juzgados, serán entregadas en el Tribunal Superior de Justicia, que decidirá si es pertinente o no convocar el referéndum. Salud y suerte necesita Antonio di Pietro, en esta Italia que por desgracia últimamente sólo salen noticias bochornosas como menos. Como el caso del meapilas, el presidente del Pueblo de la Libertad (PDL) en el poder, Maurizio Gasparri, que ha criticado la multitudinaria oración celebrada el sábado pasado en la plaza del Duomo de Milán y presidida por el imán Abu Imad, así como la que tuvo lugar ante la basílica de San Petronio en Bolonia a favor de los palestinos de la franja de Gaza. En vez de pedir la actuación de los agentes del orden público y querer fomentar el miedo, diciendo que los que rezaron en esas plazas públicas, representan una amenaza que hay que vigilar y a los que no se puede dejar la posibilidad de amenazar con impunidad. Debería haberse unido a los rezos, ya que entre un buen cristiano y un buen musulmán no hay diferencias sustanciales y la plegaria era justa.