La ampliación de la OTAN en el Báltico con Suecia y Finlandia va a fortalecer una Alianza Atlántica que es uno de los principales instrumentos de poder global de la superpotencia norteamericana. Y se produce a pocas semanas de una Cumbre de Madrid en la que la OTAN va a definir un nuevo «Concepto Estratégico», orientándose no sólo contra Rusia, sino sobre todo contra China, la gran amenaza para la hegemonía estadounidense.
Parece que hace un siglo de aquellas tormentosas cumbres de la OTAN en las que el futuro de la Alianza no parecía estar del todo claro, aquellos años en los que el presidente norteamericano Donald Trump amagaba con sacar a EEUU de la OTAN, en las que el republicano se prodigaba con tratos bruscos a sus aliados, o en los que Macron se atrevía a diagnosticar de «muerte cerebral» a la Alianza. Parecen años lejanos, pero fueron ayer, hace menos de un lustro.
La administración Biden ha vuelto a poner a la OTAN en un lugar preferente. La Alianza Atlántica dota a la superpotencia de un enorme poder militar expandido -junto al de los otros 29 miembros, el gasto militar conjunto de la OTAN supone más del 60% del gasto militar global- que es absolutamente vital para el sostenimiento de la hegemonía mundial.
La agresividad y el aventurerismo de Putin al invadir Ucrania han allanado notablemente los esfuerzos de Washington por encuadrar a sus aliados en sus proyectos geopolíticos. Suecia y Finlandia van a ingresar en la Alianza, fortaleciendo su poder militar en el Báltico y el Ártico. Una Alemania que llevaba años siendo reticente a enfrentarse a Moscú y aumentar su presupuesto militar, anunciaba hace pocas semanas que destinará 100.000 millones de euros a fortalecer sus Fuerzas Armadas. Lo mismo que un gobierno español cada vez más atlantista, que ha trasladado a los mandos de la OTAN que duplicará el gasto en Defensa hasta alcanzar el 2% del PIB en el año 2030.
Una Cumbre para un nuevo Concepto Estratégico
Pero lo sólo hay cambios cuantitativos, sino cualitativos. En la inminente Cumbre de Madrid, además de dar luz verde a la solicitud de Estocolmo y Helsinki, la OTAN deberá aprobar un nuevo Concepto Estratégico, es decir, una nueva línea general militar y geopolítica.
La elaboración de un nuevo Concepto Estratégico no es un asunto baladí. Desde su creación en 1949, la OTAN ha aprobado siete conceptos estratégicos, adaptándose a la estrategia de la otra superpotencia, la URSS. Desde la caída del Muro de Berlín se ha emitido uno más o menos cada diez años (1991, 1999 y 2010), y ya desde hace más de una década el blanco principal no es otro que China.
China es la única nación de la Historia que ha ascendido a rango de gran potencia global de forma eminentemente pacífica, sin provocar ni una sola guerra de agresión, y sin desestabilizar en ningún momento la paz mundial. Pero en Madrid va a ser declarada como adversario número uno -por encima de una Rusia que está invadiendo Ucrania- de la Alianza Atlántica. ¿Por qué? Porque la emergencia de China es la principal amenaza para la hegemonía estadounidense.
De la Cumbre de Madrid saldrá una OTAN mucho más norteamericana… y enfocada contra China
La cumbre de Madrid no sólo va a blindar y a impulsar la exigencia -largamente demandada por EEUU- a sus aliados europeos de que inviertan el 2% de sus respectivos PIB en gastos de Defensa, comprando con ese desembolso principalmente material y equipos militares made in USA, para enorme beneficio del complejo militar-industrial norteamericano. No sólo va a asignar nuevas misiones a los aliados militares de la OTAN en los escenarios de tensión del Este de Europa, el Báltico o el Ártico, Oriente Medio, el Magreb o el Sahel. Con toda seguridad, la Cumbre de Madrid va a reorientar a la Alianza Atlántica hacia el área de Asia-Pacífico, en torno a la construcción y el fortalecimiento del cerco a China. Algo que ya está haciendo el más fiel vasallo de la superpotencia, el Reino Unido.
De la Cumbre de Madrid saldrá una OTAN mucho más norteamericana, mucho más encuadrada al servicio de los planes y estrategias de la superpotencia. Y una Europa y una España mucho más atada al vasallaje político-militar hacia Washington.
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La OTAN en Madrid: 40 años después
Un 30 de mayo de 1982, con nocturnidad y alevosía, y cumpliendo con las apremiantes exigencias de la Casa Blanca de Reagan, el gobierno de Calvo Sotelo metía a España en la OTAN. Cuatro años después, el 12 de marzo del 86, una inmensa y persistente movilización popular impuso al gobierno de Felipe González la celebración de un Referéndum para refrendar o censurar este ingreso. El sí, defendido por un PSOE que había ganado las elecciones al grito de «OTAN de entrada, no», se abrió paso en una campaña llena de trampas y chantajes, y mediante una farragosa pregunta, que proponía permanecer en la OTAN a cambio de que España no ingresara en la estructura militar de la OTAN; la reducción progresiva de las bases norteamericanas y la prohibición de almacenar armamento nuclear.
Cuarenta años después, otro gobierno, también socialista, va a ser el anfitrión de una decisiva Cumbre de la OTAN en Madrid. Cuarenta años después no sólo no se han cumplido los términos del Referéndum, sino que se han ampliado y subido de rango las bases para su plena utilización por el Ejército norteamericano.
Cuarenta años después, la permanencia en la OTAN ha servido para vincular a nuestro ejército a los planes del Pentágono, para arrastrarnos a las guerras de agresión de EEUU (Afganistán, Irak, Libia), y para triturar nuestra soberanía nacional. Algo que puede verse incrementado tras la Cumbre de Madrid.
Gabrielle dice:
Y sobretodo qué tiene que decir la UCE sobre que Pedro Sànchez ha anunciado el invertir un 2% en armamento a costa de los trabajadores y trabajadoras?. Y las declaracions de Borrell de hoy sobre qué hay que convertir a España en una potència armamentística?. Para combatir a los rusos?.
Gabrielle dice:
Dónde està la denuncia en este artículo contra la Cumbre de la farsaOTAN?. Sois còmplices de Washington y el gobierno no denunciando este evento y luchando para evitar que se cèlebre. En los hechos sois proOTAN y en la misma línea de apoyar el envío de Armas a Ucraïna. De pena
Francisco dice:
«La agresividad y el aventurerismo de Putin al invadir Ucrania han allanado notablemente los esfuerzos de Washington…»
Vaya análisis político de los conflictos imperialistas. Me recuerda al análisis de kruschev sobre los errores de stalin, «culto a la personalidad». Personalidades que mueven la historia, pura bazofia.
Gabrielle dice:
Exacto, pura bazofia