Mauricio Macri cumple 3 años gobernando Argentina. Llegó con tres promesas: pobreza cero, inversiones y reducir la inflación. Hoy, uno de cada tres argentinos es pobre. El país está en su mayor nivel de inflación en tres décadas. El sueldo de los trabajadores argentinos ha perdido un 14,7% del poder adquisitivo con Macri en la Casa Rosada.
“Que veinte años no es nada, que febril la mirada…”, decía Carlos Gardel. Con Macri en el gobierno la economía argentina se ha reducido, la pobreza es mayor y el paro ha aumentado. El PIB se redujo un 2%. El paro sube notablemente. Del 6,5% en 2015 al 9,4% en 2018. El sector industrial ha sido el más golpeado por el desempleo. El 33,6% de la población vive en la pobreza, según el informe de la UCA. Más de dos millones de nuevos pobres en el último año sobre un total de 13,6 millones de habitantes. “Se vienen 20 años de crecimiento para la Argentina”, anunciaba en 2017, el ministro de Economía de Macri.
El porcentaje de población en la pobreza es el más alto desde 2008. Los salarios ha descendido un 20,3%. El gobierno de Macri pasó a fijar por decreto el salario mínimo. Hasta entonces lo establecía una institución a tres bandas en la que participaban trabajadores, la patronal y el estado. El panorama para los jubilados y las familias en situación de desempleo es similar. Las ayudas asignadas por cada hijo a las familias en paro acaban este año bajando un 14,8%. La bajada de las pensiones roza también el 15%, con recortes continuados y crecientes durante tres años. Los sectores populares más desprotegidos han sufrido ataques furibundos a sus condiciones de vida.
¿Quién paga la cuenta?
La reducción de ingresos es generalizada para el 90% de la población. Especialmente grave debido a la inflación con una subida global de los precios. En los servicios públicos es descomunal. Las tarifas con mayor incrementos son la electricidad (1.490%) y el gas (1.297%). La tarifa mínima de agua desde 2015 presenta una subida del 420% y en la tarifa promedio llega hasta un 550%. Un hachazo al bolsillo del conjunto de la población. Según Alejandro Amor, Defensor del Pueblo de Buenos Aires, más del 40% del sueldo va al pago de servicios públicos.
La política de “tarifazos” es justificada oficialmente por la retirada de ayudas económicas públicas a las grandes compañías: el ahorro de gasto público hace que tengan que subir las tarifas y contar así con fondos suficientes para invertir en mejoras de su servicio. ¿La realidad? Miles y miles de familias apenas pueden pagar la factura de la luz, pero sufren cada verano cortes de luz durante días por una red eléctrica calamitosa. Los beneficios de las grandes compañías se han multiplicado en tiempo record. Varias de ellas incluso habiendo declarado pérdidas en años anteriores. Algunos ejemplos en el sector del gas: TGS triplicó ganancias desde 2016, Gas Natural en un 124%, Metrogas de YPF por ventas en un 48%.
Los efectos del gobierno Macri han castigado a las clases populares. El paro se ha disparado, los sueldos y pensiones han sido duramente recortados. Tres años consecutivos de ataques a las condiciones de vida y de trabajo del pueblo argentino. A la vez que se imponía un retroceso en las conquistas sociales y las libertades para frenar la respuesta popular al saqueoM
Dos puntos fundamentales acompañan las medidas políticas de Macri desde sus primeros pasos. El primero a consecuencia de sus reformas: la masiva y combativa respuesta popular en todo el país, capaz de redoblarse y extenderse a cada paso. El pueblo argentino ha demostrado su enorme energía revolucionaria en cada movilización y batalla política. Cuanto más graves los ataques, mayor ha sido la respuesta.
Ante la reforma de la pensiones las masivas protestas casi cercan el parlamento, se sucedieron caceroladas y manifestaciones en todo el país junto a la huelga general convocada por los sindicatos mayoritarios. Las sucesivas subidas de precios con “los tarifazos” llenaron todo el país de nuevas y mayores protestas con una amplísima participación. La firma del acuerdo con el FMI que ha colocado a Argentina con una deuda pública equivalente al 80% de su PIB batió varios records: el mayor endeudamiento jamás firmado por un país con el FMI y el máximo auge de las protestas de rechazo a Macri por todo el territorio, encabezadas por las Madres de la Plaza de Mayo desde la misma llegada a Argentina de los hombres de negro de Lagarde.