Arte

Los robos «de buena fe»

El Museo Nacional de Ciencias Naturales ha recuperado parte de una colección iconográfica de entomologí­a del siglo XVIII, única en su género, y sustraí­da del centro hace dos décadas. Once láminas con reproducciones de insectos, separadas de un total de 200, reunidas en su dí­a por el farmacéutico holandés Albertus Seba. Entre 1975 y 1985 desaparecieron varias piezas por la falta absoluta de organización del Museo. La Universidad de Amsterdam no quiso compralas cuando supo que eran robadas, pero si las conservó. Un ejemplo de ética y honradez para la parte holandesa… de ejemplo para comparar.

La Universidad de Ámsterdam que incluye el museo arqueológico Allard Pierson, y la biblioteca de zoología Artis Bibliotheek, es de uso úblico, y sus responsables no quieren piezas de procedencia dudosa.Las láminas reaparecieron, en su momento, después del robo, en una librería de viejo de Madrid. Un británico, del que no se saben sus propósitos, se las llevó, dejando once en la Universidad de Ámsterdam para ver si le interesaba las demás. "No las quisieron y el británico tampoco las reclamó. Desde entonces, ha habido que hacer comprobaciones científicas. Tenga en cuenta que el sello del museo fue borrado por los ladrones con ácido clorhídrico. Tampoco había registro, puesto que antes no contábamos con microfilmes, ni se había digitalizado el catálogo de obras", dice el director del afortunado museo.Cada vez se conocen más conflictos de propiedad de muchas piezas de gran valor que están en colecciones particulares o forman parte de los fondos de importantes museos de todo el mundo. En algunos casos, como en las colecciones de particulares judíos robadas por los nazis, los herederos de los antiguos propietarios han litigado con éxito y recuperado parte de esas obras. Pero no siempre ese retorno es posible El caso del tríptico del pintor Ambrosius Benson contrasta con la actitud de la Universidad de Amsterdam. Subastado por la casa Sotheby’s de Londres, pese a saber que era robado de la iglesia parroquial de Santa Cruz de Nájera en La Rioja, en 1913, la casa ha comunicado que «no tienen planes de retirar» ese lote, y que «el Ministerio de Cultura de España es plenamente consciente de esto». O el Ministerio no piensa pujar o ni ha reclamado.Al parecer el tríptico de Ambrosius Benson ya ha pasado por diferentes propietarios desde 1913, y los subastadores consideran que sus actuales propietarios tienen todos los derechos por haberlo comprado “de buena fe”.No es el primer caso de una obra robada que se pierde en el laberinto de la Historia, pero hoy contamos con mayores medios para seguirles las pistas e intentar recuperarlas. Para ello, hace falta voluntad de la Administración, y sentido de la dignidad y la independencia como país y como pueblo… lo que incluye nuestra Historia y nuestro Patrimonio, claro.

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