La muerte de una mujer de más de 80 años en Vigo mientras esperaba a ser atendida en urgencias esta semana ha desatado las alarmas. Los profesionales advierten de que el caos y el colapso de las urgencias repercuten en la atención al paciente y pueden provocar errores de diagnóstico o tardanza en atender al enfermo. Los recortes sanitarios han provocado la sobrecarga de las urgencias: por un lado, reciben más pacientes porque se han cerrado servicios de atención primaria y, por otro, en los hospitales la falta de camas y especialistas acaba atascando las urgencias. El problema gallego se repite en otras comunidades, pero los médicos evitan establecer causalidad entre recortes y el fallecimiento de esta paciente.
El hospital de Vigo asegura que la muerte de la mujer el pasado miércoles fue “súbita y sin signo previo”. Pero los sindicatos médicos gallegos hablan de caos y saturación. “No hay dotación suficiente, porque aunque no ha habido recortes de personal directos, se han dejado de sustituir las bajas y jubilaciones. «Los hospitales se han empezado a gestionar con criterios de rentabilidad. La consecuencia es que tienes pasillos llenos de camillas y si hay cualquier problema, como una parada, es muy difícil de solventar. ¿Cómo vas a trasladar un carro de paradas de un lado a otro en tres minutos si están hasta los pasillos llenos?”, explica el secretario de Sanidad de UGT de Galicia, Javier Martínez.
El Hospital Xeral de Vigo padece saturación por falta de camas libres para ingresar pacientes en planta, según señalan médicos del centro. En Coruña sucede lo mismo. Hay pacientes que han tenido que estar más de un día en urgencias, en observación, a la espera de poder ingresar. “Es una situación de extrema gravedad”, denuncian los médicos. Y en Lugo y Ourense la situación no es mejor. El problema se repite en hospitales y centros de atención primaria de todas las comunidades en las que ha habido recortes.
Cuello de botella en urgencias
¿Y por qué se han colapsado las urgencias? Por varias razones, explican en el sector. “Los recortes están afectando de forma importante a la asistencia sanitaria. Al final todo termina en urgencias”, explica Ángel Navarro, vicepresidente del sindicato médico de Lugo. Por un lado, la falta de camas y especialistas provoca que quienes acuden a urgencias se queden allí, “atascados”. Por otro, que ha aumentado la afluencia de pacientes a los servicios de urgencias de los hospitales: por el cierre de servicios de atención primaria, sobre todo en las localidades más pequeñas, y por el aumento de las listas de espera ante la falta de especialistas. Además, Navarro constata que muchos pacientes que deben seguir tratamientos, no compran todos los fármacos y “en un momento dado, cuando lo necesitan, acuden a las urgencias a que se los den”.
Respecto a la falta de médicos, las fuentes consultadas señalan que no es que haya habido recortes en urgencias. Pero, por ejemplo, en Galicia “se está jubilando en masa a los médicos y como la tasa de reposición es del 10%, en la práctica, no se están sustituyendo”, denuncian los sindicatos. Porque las plazas públicas tardan en reponerse y “lo que se está haciendo son contratos temporales, de horas o días para cubrir esos servicios”. Y si se cogen bajas de tres, cuatro o cinco días, “tampoco se está sustituyendo a esos médicos, así que se cancelan las agendas, aumentan las listas de espera y, al final, la gente se va a urgencias”, subraya el representante del sindicato médico de Lugo.
“Si tienes las urgencias colapsadas, ¿cómo vas a dar una buena respuesta y atención médica?”, cuestiona Ángel Navarro. “La responsabilidad es de la administración, que no proporciona los medios para atender los picos de demanda. No se puede rentabilizar un hospital como si fuera una cadena de montaje de coches”, añade Javier Martínez, de UGT. Los médicos advierten: la calidad asistencial va a seguir deteriorándose como consecuencia de los recortes y lo que ha pasado estos días en Galicia puede repetirse. Sin embargo, desde el servicio gallego de salud (Sergas) mantienen que el sistema funciona, que se atiende el 100% de las urgencias y que si estos días hay más gente se debe únicamente a que ha habido un pico de demanda por la gripe.
Ni estadísticas, ni unidad: una imagen precisa es difícil
La situación de las urgencias es muy distinta en cada comunidad e, incluso, en cada centro. Pero los médicos coinciden en que es un servicio que está pagando las consecuencias de los recortes en otras áreas. Por ejemplo, en Madrid, aunque no se ha recortado la plantilla propia de urgencias, se ha reducido el número de especialistas que hacen guardias, señala una representante del hospital Ramón y Cajal.
Cuantificar el efecto de los recortes sanitarios en urgencias es difícil. Los sindicatos denuncian que la mayoría de comunidades no hacen públicas las estadísticas sobre tiempos de espera, entre otros aspectos. Tampoco hay un plan general que determine las carencias de medios o personal. La gestión de las urgencias depende de los gerentes de cada hospital, aunque debe contar con el visto bueno de la consejería. Y más que normas, lo que hay son recomendaciones.
CCOO señala en un informe que la media en España es de 10,8 especialistas en urgencias y emergencias por cada 100.000 habitantes, aunque hay cuatro comunidades que se sitúan por debajo: Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad valenciana y Madrid.
En total, “hay un déficit de 929 médicos en urgencias” en España. De acuerdo con las cifras que maneja este sindicato, el gasto sanitario en España fue en aumento hasta 2010, con incrementos del 7,97% en 2008, del 4,25% en 2009 y del 1,32% en 2010. A partir de entonces ha caído: un 3,9% en 2011 y un 2,24% el año pasado.
Normalmente, las plantillas de urgencias se fijan en función de la actividad asistencial que desarrolla el centro, explican fuentes médicas y no hay ratios establecidas por ley, solo recomendaciones.