¿Cómo explicar los enormes cambios que se han producido en la distribución del voto en Madrid? ¿Qué repercusiones va a tener en el conjunto de España?
Es necesario dar respuesta a estas preguntas. Y para ello hay que partir de los hechos. Una buena radiografía de los números que nos ofrece el 4-M es imprescindible para sacar conclusiones.
Participación récord
Nunca antes en Madrid había votado tanta gente en unas autonómicas. A pesar de la pandemia y de celebrarse en un día laborable, la participación -un 76,25%- supone un incremento de 12 puntos respecto a 2019, y seis puntos más que el récord que había hasta ahora. Han votado casi 400.000 madrileños más que hace dos años. Y esa movilización electoral se ha producido en todos los lugares, en la capital y en los pueblos, en los barrios más acomodados y en los más populares.
Victoria contundente, pero con límites, del PP
El PP no solo ha sido la fuerza más votada el 4-M, cosa que no sucedió en 2019. Lo ha hecho más que duplicando los votos que obtuvo hace dos años, y superando en 40.000 sufragios el récord establecido por Esperanza Aguirre.
Es una victoria general, convirtiéndose en la primera fuerza en los 21 distritos de Madrid y en 177 de los 179 municipios de la comunidad.
El PP se ha comido a Ciudadanos, pero su incremento -900.000 votos más- es superior al medio millón que pierde el partido naranja. Ha podido captar votos más allá del espectro estrictamente conservador. Y ha logrado mantener a raya a Vox, cuyo apoyo no será tan decisivo en el nuevo gobierno.
¿Cuáles son los límites de esta victoria? A pesar del enorme crecimiento -los de 2019 eran los peores resultados del PP-, Ayuso se queda siete puntos por debajo del 51,7% de los votos que concentraba Esperanza Aguirre. Y, aunque su victoria es inapelable, el PP representa solo el 31,7% del censo.
Debacle del PSOE
Nadie lo recuerda ahora, pero el PSOE venía de haber ganado las elecciones en 2019, aunque no pudiera gobernar. Ahora ha quedado relegado al tercer escalón, superado incluso por Más Madrid.
A pesar del récord de participación, el PSOE tiene hoy 270.000 votos menos que hace dos años. Un 31% menos. Uno de cada tres de sus votantes le han dado la espalda. Y ese retroceso, generalizado, es mayor en las zonas urbanas y obreras. Los distritos de Madrid donde mayor es el retroceso del PSOE, y más le ha superado Más Madrid, son Puente de Vallecas, Villaverde y Usera, tres de los más populares.
Más Madrid, la sorpresa en positivo
Una fuerza de izquierdas sí ha conseguido cumplir e incluso superar las expectativas. Contra pronóstico, Más Madrid ha superado en votos al PSOE, convirtiéndose en la segunda fuerza. Ha obtenido casi 140.000 votos más, un aumento del 30%, tres veces más que el incremento de participación.
Sus resultados se han basado en una campaña que, presentando como cabeza a una sanitaria como Mónica García, ha hablado más que las otras principales candidaturas de la izquierda de problemas concretos que afectan a los madrileños.
Podemos, lejos de lo esperado
Unidas Podemos ha esquivado el fantasma de quedar fuerza del parlamento madrileño, que algunas encuestas pronosticaban hace pocas semanas. Ha incrementado en 80.000 sus votos y obtenido 3 escaños más que en 2019. Pero es un registro pobre atendiendo al gran incremento de participación, también en los barrios populares.
Las fuerzas que hoy integran Unidas Podemos representaban un millón de votos de Madrid en 2015, ahora han quedado reducidas a 260.000. A lo que se une la decisión de Pablo Iglesias de retirarse de la primera línea política.
El hundimiento de Ciudadanos, una mala noticia
Ciudadanos ha pasado de formar parte del gobierno de la comunidad a quedar fuera del parlamento autonómico. Ha perdido medio millón de votos. Ocho de cada diez votantes en 2019 le han retirado su apoyo.
El hundimiento de una fuerza no estrictamente de izquierdas pero que podía formar parte de “gobiernos de progreso”, y su “absorción” por parte del PP es una mala noticia.
Izquierda y derecha
Los del 4-M son unos malos resultados para la izquierda. Aunque la participación se ha disparado, la suma de los partidos de izquierda supone hoy 60.000 votos menos que en 2019. Y la suma de PP y Vox, que en 2019 era medio millón inferior a la de los partidos de la izquierda, ahora les supera en 400.000 votos.
Pero conviene situar las cosas en su contexto. A pesar de lo que algunos llaman el “ciclón Ayuso”, el voto a la derecha el 4-M se ha quedado casi dos puntos por debajo de su máximo histórico. PP y Vox tendrán mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, pero solo les ha votado un 38,16% del censo. Y, aunque la ultraderecha volverá a estar presente en el parlamento autonómico, con una capacidad de intoxicación corroborada en esta campaña, su crecimiento se ha estancado, y Vox ha perdido 320.000 votos respecto a las pasadas generales.
Mientras que la suma de la izquierda ha retrocedido, pero sigue suponiendo más del 40% de los votos, y algunas fuerzas como Más Madrid han crecido. En Madrid hay más de un millón y medio de votos de izquierdas.