Cargando...
Animados por el éxito de la multitudinaria manifestación en defensa de la Sanidad Pública en Madrid, el pasado 13 de noviembre, y también por el éxito de las movilizaciones médicas en Cantabria, los sanitarios de toda España -especialmente los de Atención Primaria- están movilizándose para defender al Sistema Público de Salud, para mejorar sus cada vez peores condiciones de trabajo y la cada vez más deteriorada calidad asistencial de los pacientes.
Como se grita en las manifestaciones «Ellos, luchando, también te están curando». Médicos, enfermeras, celadores, asociaciones de pacientes y de vecinos… con sus movilizaciones, esta gran Marea Blanca está luchando por resolver los males crónicos de la Sanidad Pública.
.
Huelga de la Atención Primaria y pediatras en Madrid
“Los médicos de familia y los pediatras de Madrid han dicho ¡basta!”
La tercera reunión entre la Comunidad de Madrid y el comité de huelga en Atención Primaria finalizaba sin acuerdo. Tras horas de maratonianas negociaciones, y tras varios días de huelga y movilizaciones de médicos, sanitarios y asociaciones vecinales, concentrándose delante de los Centros de Salud, de la Gerencia de Atención Primaria o de la Consejería de Sanidad, una asamblea de facultativos no aceptaba las condiciones que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso les ofrecía para desconvocar los paros que afectan a más de 5.000 profesionales, tanto de pediatría como de medicina familiar.
«No queremos otro cierre en falso. Tenemos la sensación del día de la marmota», subrayaba tras la asamblea la secretaria general del sindicato Amyts, Ángela Hernández. «Les ha costado muchos —a los médicos y pediatras— decir ¡basta ya! pero ahora lo han dicho y no les basta con un parche o con creerse el siguiente acuerdo a incumplir».
Los médicos de familia exigen una carga asistencial más acorde con lo que estipulan los organismos internacionales, es decir, ver un máximo de 31 pacientes al día en lugar de los 50 o 60 que atienden hasta ahora. Y en el caso de los pediatras, un máximo de 21 niños por día. Esto permitiría poder «atender pacientes, y no despacharlos», es decir, dedicar entre 10 y 15 minutos por caso, para «poder investigar, auscultar a cada persona, ofreciéndole una calidad asistencial digna».
Además, los médicos de cabecera y los pediatras exigen más cosas elementales: una única agenda por médico nominal, una única cartera de pacientes con los que cada médico se familiariza y conoce bien, y no tener que atender pacientes de otras agendas, tal y como sucede en la actualidad. También que se consoliden los horarios para que se permita la conciliación, que es uno de los principales motivos que empujan a los profesionales a abandonar la Atención Primaria,
Por último, exigen mejoras retributivas que hagan atractiva la especialidad de medicina familiar y el compromiso real y efectivo de la Administración para agilizar los procesos selectivos y ampliar la cantidad de profesionales para bajar las ratios. Exigen necesario incrementar el número de facultativos en Atención Primaria con 350 nuevos pediatras y unos 1.250 médicos de cabecera.
Hay dos razones para el ‘no’ de los facultativos al preacuerdo ofrecido por la Consejería. El primer desacuerdo es acerca del máximo de pacientes diarios: la Consejería ofrece 24 para los pediatras y 34 para los médicos de familia. Pero ese no es el gran escollo, sino la falta de garantías ante un gobierno de Ayuso que ya ha incumplido en otras ocasiones lo firmado para desconvocar huelgas.
El gran escollo es la falta de garantías ante un gobierno de Ayuso que ya ha incumplido en otras ocasiones lo firmado para desconvocar huelgas.
«A nosotros nos gustaría que fueran 31 y 21 (los pacientes diarios) pero no vamos a discutir si llegamos a un acuerdo de 24 y 34, ese no sería el problema. El problema sería la gestión de todo lo que quede por encima de ese número de pacientes, es decir, ¿quién ve al paciente 25, 26 … y hasta el 60 o 70 que a veces se tienen en consulta?», ha explicado la secretaria general de Amyts. «Pero el gran problema es que los médicos exigen garantías para que lo firmado se cumpla. Me parece algo tan razonable que es muy difícil no defenderlo y eso implica dinero», ha recalcado Ángela Hernández.
La Comunidad de Madrid ya se comprometió en 2020 a subir los sueldos de los facultativos de Atención Primaria unos 6.000 euros al año, y a contratar médicos para disminuir la carga asistencial. No sólo no ha cumplido, sino que el pasado mes de abril ejecutaba el despido de 6.000 sanitarios -médicos, enfermeros, celadores y auxiliares- contratados como refuerzo en la pandemia. Una sangría que se añade a los 200 pediatras que Madrid ha perdido desde 2019.
Por eso, ahora los médicos quieren algo más que intenciones: una voluntad real de mejorar la calidad asistencial de la atención primaria y alguien que negocie de verdad. «Si la Consejería de Sanidad está ‘intervenida’ por la Consejería de Hacienda, pues que nos pongan a negociar con alguien con capacidad de decisión», dice Hernández.
.
Hasta en 7 CCAA se anuncian protestas y huelgas de médicos y sanitarios
De norte a sur, de este a oeste… Marea Blanca por la Sanidad
En Andalucía, gobernada por el PP, y en la Comunidad Valenciana o Aragón, gobernada por coaliciones progresistas; en Cantabria, Extremadura, Euskadi, Navarra o Cataluña… los profesionales de la sanidad se movilizan contra unos recortes en presupuesto y personal -especialmente penosos en Atención Primaria- que les obligan a soportar cada vez peores condiciones de trabajo, y que degradan la calidad asistencial de la ciudadanía. Hasta en siete comunidades autónomas, los médicos y sanitarios preparan movilizaciones y sopesan ir a la huelga.
En Andalucía, -convocados por los sindicatos sanitarios , CCOO, UGT, CGT, USTEA y SAT, y por decenas de asociaciones vecinales- miles de personas se manifestaban en Sevilla (más de 20.000), Granada, Cádiz y Algeciras para denunciar el colapso de la Atención Primaria en toda la comunidad y el incremento del 25% en la derivación de pacientes a hospitales concertados y el colapso de la atención primaria. Pese al refuerzo recibido en la pandemia, el informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) revela que Andalucía está peor que en 2018, último año de Gobierno del PSOE.
En la Comunidad Valenciana, los sanitarios del servicio de urgencias del Hospital de la Ribera, en Alzira (Valencia) denuncian el «colapso reiterado» y la «situación límite», para profesionales y pacientes. El secretario general del Sindicato Médico en la Comunidad Valenciana (CESM-CV), Víctor Pedrera, ha anunciado que están valorando muy seriamente la posibilidad de convocar huelgas, tanto en hospitales como en Atención Primaria.
El sindicato médico de Navarra anuncia su intención de «contagiarse» de las movilizaciones de Madrid, dada la importante carencia de médicos de Atención Primaria en las zonas rurales, algo que pone a pacientes y a profesionales «contra las cuerdas». En casi idéntica situación están las zonas más despobladas de Extremadura, por lo que el Médicos de Extremadura se plantea elevar el conflicto hasta la huelga.
El malestar también se masca entre los médicos, enfermeras y sindicatos de sanitarios de Aragón, donde los médicos y pediatras de Atención Primaria de la región siguen presionando al departamento de Salud y ya han cerrado un calendario de movilizaciones que desembocará en huelgas si no se atienden sus demandas.
Más dispuestos aún a la huelga parecen estar los sanitarios de Cataluña. Hasta 80 médicos del servicio del Hospital de Mataró ya han realizado varios paros y huelgas de guardias para exigir mejoras en unas condiciones laborales que definen como «extenuantes»
En Euskadi, todos los sindicatos de sanitarios han dado plantón a una Mesa Sectorial de Sanidad «meramente informativa» convocada por el Gobierno Vasco, preparan acciones de protesta y sopesan la posibilidad de huelgas.