Como cada año, se ha publicado en las páginas de El Mundo un estudio que sigue la pista de las 200 mayores fortunas de España. Su composición, la evolución de su patrimonio… nos proporciona una valiosa información sobre la realidad, no solo económica sino también política y social de nuestro país. ¿Qué nos dice la radiografía de los que se presentan como “los más ricos” de España? ¿Se corresponden con las élites que dominan el país… o una cosa son las grandes fortunas y otra los que realmente mandan?
Como cada año, se ha publicado en las páginas de El Mundo un estudio que sigue la pista de las 200 mayores fortunas de España. Su composición, la evolución de su patrimonio… nos proporciona una valiosa información sobre la realidad, no solo económica sino también política y social de nuestro país.
¿Qué nos dice la radiografía de los que se presentan como “los más ricos” de España? ¿Cómo nos afecta, en una situación donde buena parte de la sociedad sigue viendo recortadas sus rentas y salarios? ¿Se corresponden con las élites que dominan el país… o una cosa son las grandes fortunas y otra los que realmente mandan?
Grandes fortunas vs salarios
Para que unos ganen, otros han de perder
Rastrear la evolución del patrimonio de la privilegiada élite que forman las 200 mayores fortunas españolas, en comparación con lo que ha sucedido con las rentas y salarios de la mayoría de la población, es un ejercicio revelador. Máxime cuando sufrimos, desde 2008, una de las crisis que ha golpeado más duramente a la sociedad española.
A pesar de que se haga propaganda de la “recuperación económica”, el PIB español ha vivido poco menos que una década perdida. Hoy es apenas un 106% del registrado en 2008.
Pero el patrimonio de las 200 mayores fortunas del país no se ha estancado. Hoy es un 228% mayor que hace diez años. Si en 2008 estaba valorada en 108.000 millones, ahora alcanza los 247.050 millones.
La aparente paradoja es mucho mayor si nos fijamos en los peores años de la crisis. Entre 2008 y 2013 el PIB español descendió en más de 90.000 millones. Sin embargo, el patrimonio de la ínfima minoría de las 200 grandes fortunas aumentó en 62.000 millones durante el mismo periodo.
La explicación es tan sencilla como indignante.
De 2008 a 2016, según datos proporcionados por el Banco de España, el total de salarios que recibimos los trabajadores no es que se congeló… es que recibió un hachazo brutal. Descendiendo en casi 27.000 millones.
Pero el recorte a los salarios ha sido todavía mayor. En los últimos diez años han perdido como media 7,1 puntos de poder adquisitivo. Si hubieran subido en relación a lo que aumentaba la inflación, los trabajadores debíamos haber recibido 37.000 millones más.
Y si se hubiera mantenido la distribución entre las rentas salariales y las del capital vigente en 2008 -y no hubiera retrocedido la parte que se quedan los salarios- los trabajadores españoles hubiéramos percibido 136.273 millones de euros más en nuestras nóminas.
La magnitud del atraco a los salarios explica porque, incluso en plena crisis, las 200 mayores fortunas españolas han más que duplicado su patrimonio.«La magnitud del atraco a los salarios explica porque, incluso en plena crisis, las 200 mayores fortunas españolas han más que duplicado su patrimonio»
Concentración de la riqueza y los “más ricos”
Más en menos manos
Es habitual escuchar voces desde la izquierda que se indignan ante el hecho de que en medio de la peor crisis haya aumentado el número de millonarios en España.
Pero la realidad, o la parte más importante de ella, es muy diferente. No aumentan los asistentes al banquete, sino que unos pocos concentran una parte cada vez mayor de la riqueza.
Según la Agencia Tributaria, en España 180.000 personas declaran un patrimonio superior a los 700.000 euros. Y una de cada 26 familias -un 3,75% del total- tienen un patrimonio neto mayor de un millón de euros.
Pero habría que recordar a Emilio Botín cuando afirmó que “en España muchos presumen de ricos, pero ricos de verdad solo lo somos unos pocos”.
De los 180.000 millonarios solo 540 poseen más de 30 millones de euros. Es decir, solo un 0,3% de los que se supone que son ricos lo son en realidad.
Pero dentro de ellos hay una jerarquía estricta. Los 150 patrimonios de menor rango dentro de ellos acumula una riqueza de 20.800 millones de euros. Mientras que las 150 mayores fortunas suman 234.270 millones… Once veces más.
La división es incluso mayor. Solo 54 fortunas tienen más de 1.000 millones. Y solo 19 superan los 2.000 millones.
La concentración de la riqueza, y por tanto del poder, es más elevada si en lugar de fijarnos en las grandes fortunas, lo hacemos en los bancos y monopolios.
Los activos totales de la banca española ascienden a 3,25 billones de euros, casi el triple del PIB español. Pero el 75% de todo el negocio bancario está en manos de solo seis grandes bancos. Y los tres primeros (Santander, BBVA y La Caixa) concentran más de la mitad.
Capital extranjero y grandes fortunas
El “partido del Ibex 35” tiene su sede en Washington
El repaso a algunos de los magnates que encabezan el ránking de las grandes fortunas españolas, nos pone encima de la mesa uno de los problemas más ocultos, y por ello que más determinan el futuro del país.
Los Daurella pasaron de ser modestos fabricantes de gaseosas e importadores de bacalao a colarse en la élite económica española gracias a ser los responsables del negocio de Coca Cola en nuestro país.
Los March mantienen una privilegiada conexión con el gran capital norteamericano y europeo, desde los tiempos en que su fundador, Juan March pasó aprincipios del siglo XX de modesto contrabandista a estrechar lazos con la City londinense.
Los Grifols eran conocidos como “los vampiros de Sarria” tras fundar en pleno franquismo el primer banco de sangre privado de España. Pero su gran salto ha venido de sus negocios en EEUU, de la mano del capital norteamericano, donde hoy concentra hasta dos tercios de sus negocios.
Los Ribera, propietarios de Gestamp, basan buena parte de su fortuna en la relación directa con la industria automovilística, totalmente en manos de monopolios extranjeros.
Y los Entrecanales fueron el vehículo que permitió a la italiana Enel hacerse con el control de Endesa.
El escandalosamente pronorteamericano ministro de Economía de Menem, Domingo Cavallo, se vanagloriaba de haber conseguido que “Argentina mantenga una relación casi carnal con EEUU”. Estas palabras podrían servir para caracterizar a la oligarquía española, donde es casi imposible encontrar una de sus grandes fortunas que no tenga algo más que estrechas relaciones con el capital extranjero.
No es un fenómeno particular sino estructural, del conjunto de la oligarquía española.
Desde algunos sectores de la izquierda se señala al “partido del Ibex 35” como el gran centro de poder nacional por encima de la democracia. Pero ocultando que su característica principal es que su sede está en Washington.
La radiografía de la propiedad de las acciones del más selecto índice bursátil español así lo confirma.
La penetración en él del gran capital extranjero se ha multiplicado. En 1992 el 30,6% de las acciones del Ibex 35 estaban en manos foráneas. Hoy esa cifra ha subido hasta el 43,2%. Y muchos analistas afirman que los datos reales son mayores. Si añadimos las participaciones extranjeras inferiores al 3% -y que la ley permite que permanezcan ocultas- subiría hasta superar el 50%.
El desembarco del capital extranjero en los grandes bancos y monopolios españoles no es desordenado. Tiene comandantes en jefe.
Aunque existe capital europeo, o presencia de fondos soberanos en manos de Estados, como el noruego, quien realmente manda es un reducido grupo de grandes fondos de inversión norteamericanos. Desde BlackRock a Vaguard, Fidelity o Capital Group. No son especuladores como George Soros, que compran para vender inmediatamente. Sus participaciones son permanentes. Con ellas se apropian, vía reparto de dividendos, de buena parte de los beneficios oligárquicos, y establecen con la clase dominante española una relación donde ellos tienen el bastón de mando.
En 19 de los 35 miembros del Ibex 35 el capital extranjero es el accionista mayoritario. Y donde mayorpresencia tienen es en los más grandes, como el Santander, el BBVA o Telefónica.
Esta relación con el gran capital extranjero, especialmente el norteamericano, está personificada en la “jefa” de la oligarquía, Ana Patricia Botín.
La hoy presidenta del Santander se formó en EEUU. Llegó a ser alta directiva de la JP Morgan, dentro de una histórica política que permite a la burguesía norteamericana formar a los futuros dirigentes de las oligarquías de los países dependientes. Ejerció de consejera delegada en Reino Unido, cabeza de puente norteamericana en Europa. Muchos analistas destacan que “posee un nivel de contactos internacionales como pocos banqueros, le cogen el teléfono directamente los presidentes del Citibank, HSBC o Deustche Bank”. Expresión de su “unión personal” con los grandes centros del imperialismo mundial.«Es imposible encontrar una de las grandes fortunas de la oligarquía española que no tenga algo más que estrechas relaciones con el capital extranjero»
Altas y bajas en la élite económica española
La gran sacudida
El listado de las mayores fortunas españolas no permanece estático. Sobre la élites económicas actúan -aunque con formas y consecuencias muy diferentes a las que sufrimos el resto- las mismas sacudidas que han golpeado España en los últimos años.
Podemos rastrearlo en lo que el informe de las 200 mayores fortunas califica como “la gran subida y el gran fiasco”.
La irrupción más destacadas es la de Victor Madera, considerado “el rey de los hospitales”. Ha hecho fortuna en la sanidad privada -cuyo espacio aumentaba al mismo tiempo que se recortaban los fondos de la pública- con Ibérica de Diagnóstico Cirugía. Y su despegue vino de la alianza con grandes fondos extranjeros como el anglonorteamericano CVC Partners.
La caída en desgracia más sonada es la de las Koplowitz, que han perdido su histórico control sobre FCC. Carlos Slim -magnate mexicano vinculado a Wall Street- se hizo a precio de saldo con el 61% de las acciones de una de las grandes constructoras y proveedores de servicios.
La lista de víctimas entre las históricas grandes fortunas que ha provocado la voracidad del capital extranjero no para de crecer.
Los Lladró, emblema del magnate valenciano de éxito, entregó su empresa al fondo buitre PHI Industrial, filial de la alemana Arques.
Los Sendagorta, grandes ingenieros integrados en la aristocracia de Neguri vendieron a Rolls Royce su fábrica de motores de aviones comerciales y de combate.
Una de las imágenes más impactantes del aumento del grado de penetración del capital extranjero fue la venta del 10% de las acciones de El Corte Inglés, orgullo del desarrollismo franquista, a un fondo de inversión de Qatar, que ahora, aliado con el Bank of America, estámaniobrando para hacerse con el control del consejo de administración del grupo.
También han caído históricos clanes oligárquicos. Sin proyecto político alguno, los nódulos principales de la oligarquía buscan proteger sus inversiones en el extranjero y participar del saqueo sobre la población, entregando el país al capital extranjero e incluso sacrificando a los sectores más débiles y vulnerables de las élites patrias.
Lo sucedido en FCC no es nada comparado con la liquidación y subasta de Abengoa, antaño estrella de las energías renovables, degradando a insignes familias como los Benjumea, que han desaparecido del ránking de las mayores fortunas andaluzas.
Amancio Ortega y Ana Patricia Botín
No es el dinero, es el capital
Comparemos dos emblemas del capitalismo español. Por un lado Amancio Ortega, fundador de Inditex. Por otro Ana Patricia Botín, cabeza del Banco de Santander.
El patrimonio de Amancio Ortega se eleva hasta los 62.700 millones de euros. Mientras que el de Ana Patricia Botín es solo de 2.700 millones.
Aparentemente, Amancio Ortega es… 23 veces más rico que la líder del clan Botín.
Pero si comparamos la capitalización bursátil de ambas compañías, la relación se altera. La del Santander alcanza los 91.350 millones, superando los 90.450 millones de Inditex.
Y la verdadera dimensión aparece cuando comparamos los activos que unos y otros controlan. La suma de todos los activos de Inditex alcanza los 19.621 millones de euros. Los que acapara el Santander se elevan hasta los 1,5 billones de euros.
La diferencia es abismal. Como presidenta del Santander, Ana Botín dirige un capital que es 76 veces mayor que el que puede abarcar Inditex.
Esta es la auténtica relación de fuerzas, de poder, en el terreno económico, entre uno y otro. Porque, frente a lo que suele pensarse, en el capitalismo no manda el dinero, sino el capital.
Inditex es un muy lucrativo negocio, que extiende sus ventas por los cinco continentes y ofrece año tras año enormes beneficios. Pero es una empresa textil, de una rama atrasada de la producción, y basa su poderío en la distribución y venta de mercancías.
El Santander, por el contrario, está en el mismo centro neurálgico de la acumulación y circulación del capital. Y ese poder se ejerce también sobre el conjunto de grandes monopolios.
Los grandes monopolios del Ibex 35 español dependen, en un 68%, de los créditos bancarios como principal fuente de financiación. Y la llave de su circulación la tiene Ana Botín, y no Amancio Ortega.
Grandes fortunas y clase dominante
Son las clases
El listado de las 200 mayores fortunas españolas ofrece información valiosa. Pero guiarse únicamente por él, identificándolo con “el bloque de poder” en España nos conduce a una peligrosa confusión.
Los diez patrimonios más abultados en nuestro país están encabezados por Amancio Ortega y Juan Roig, es decir por Inditex y Mercadona. Y ningún miembro de la familia Botín, ni nadie vinculado al BBVA, aparece entre ellos.
¿Cómo es posible? Sencillamente porque no podremos saber nunca quien manda realmente a través de la simple suma de “los más ricos”.
El poder está en manos de la clase dominante, la oligarquía española, en la que los grandes magnates de las finanzas, la industria y el comercio conforman un bloque organizado, unido por una maraña de vínculos históricos, económicos, familiares…
Que no solo se caracteriza por su poder económico, sino también por detentar en exclusiva el dominio sobre el aparato estatal, que actúa a su servicio.
El consejo de administración del Banco de Santander lo expresa. En él participan, o han participado, representantes de grandes monopolios como Sol Daurella, de Coca Cola España, Villar Mir, de OHL, Demetrio Carceller -vinculado a Cepsa, Sacyr, Damm o Gas Natural-… Sus miembros mantienen una privilegiada relación con el capital extranjero -Ramiro Mato entró en él por su vinculación con el BNP Paribas como argumento-. Y confirma la unión personal entre la oligarquía y el Estado, no solo porla presencia de políticos como Rato, Abel Matutes o Isabel Tocino, sino sobre todo por los “fichajes” de altos cargos del Estado. El más sonado fue el de Luis Angel Rojo, que pasó de presidir el Banco de España a sentarse en los sillones de dirección del Santander.
Esta es la clase dominante, hegemonizada por el capital financiero de los grandes bancos. Lo mismo sucede con el BBVA, cabeza del otro gran sector oligárquico.
Ni Amancio Ortega ni Juan Roig, por muy ricos empresarios que sean, pueden aspirar a este poder. El Estado actúa para proteger el saqueo de las eléctricas, o para imponer el rescate bancario, algo que no sucede ni con Inditex ni con Mercadona.
El poder solo puede explicarse en términos de clases, no de ricos o grandes fortunas.
Encarna dice:
Excelente artículo. Muchos más en esta línea deberían publicarse. Ahora bien, hay cierto lío con las partes y porcentajes de esas 200 familias. Agradecería más claridad.
Mucha información en detalle, cifras, porcentajes, nombres….excelente. Falta claridad expositiva. En cualquier caso, empiezo a diferenciar dinero y capital. Gracias
green hornet dice:
Siempre he tenido la duda de cómo la clase dominante dirige el Estado y ENgels en su libro «el origen de la familia..» o «el 13 Brumario de Luis Bonaparte» no me lo aclaran.Te hablan de que si controlando «la deuda pública»,UCE en su línea de que «el gobierno lo componen gente de su clase»,como pasa en Grécia con los esclavistas y Pericles,que si financian a los partidos(no es ningún secreto que el BBVA financiaba al PSOE y ahora al PP)pero no me concuerda con el «simplón» de Zapatero (un simple,trepa,que hizo vida en el PSOE y vendió su alma para llegar arriba,como Pepiño Blanco o Rubalcaba,simple progesor de química),Rajoy era registrador de la propiedad,no viene del Santander ni la clase dominante y para colmo Hitler,en los últimos años de guerra tuvo independencia política de la clase dominante,o sea el Estado «independiente»…..no me aclaro,a ver si algún cuadro de UCE como Mª José Salvador me lo aclara
asuncion dice:
Muy bueno en verdad porque te informa de cosas que yo creo la mayor parte de los españoles, entre ellos yo no teníamos ni idea, claro que sabía que Botín era una ricachona y que Santander movía muchos hilos pero no tantos. Madre mía cuando los hay, como yo, que tenemos que vender números si queremos comer algo y depender de la misericordia de otros estos están forrados hasta las orejas y moviendo grandes poderes. Tenemos que acabar con todo esto y sólo si nos unimos podremos conseguirlo. Por eso tenemos que estar del lado del que de verdad lucha por la igualdad como UCE. Compañeros no nos cansemos, sigamos luchando
paula dice:
Un analisis brutal, dibujando las entrañas del capitalismo! Felicitaciones!!
Dando respuesta, en trayectoria y actualizada, al problema de ¿quienes son nuestros autenticos enemigos?