Bilbao, pese a quien pese una de las ciudades más abiertas de Euskadi, por su alto componente de clase obrera y de inmigración venida de toda España. En los años 80 como refleja la película «La muerte de Mikel» la ciudad de los maquetos y los maricones como llamaban los patriarcas jeztxales (del PNV).
Pero el mismo nacimiento de la villa nada tiene que ver ni con los 7 aellidos vascos, ni con el RH-, ni con las sagradas libertades de Gernika. Aquel 15 de junio de 1300 fue fundado este enclave llamado Bilbao por Don Diego López de Haro como villa. Los Haro un linaje de la nobleza feudal de la corte castellana, titulares del señorío de Vizcaya entre los siglos X y XIV, origen del posterior territorio histórico y provincia de Vizcaya. No podía ser de otra manera, un origen idéntico al de muchas ciudades del país, dados por los tiempos compulsos de la Reconquista y luchas internas entre los diferentes señores de la guerra. Donde los fueros eran a su vez una extensión a todo el país. Libertades ganadas fruto del movimiento constante de la extensión de los reinos cristianos, donde la necesidad de la repoblación de las zonas conquistadas daba las condiciones de la exigencia de mayores libertades en una atípica Edad Media ibérica. Don Diego López de Haro fundó la villa de Bilbao mediante una carta fundacional, o Carta Puebla, fechada en Valladolid el 15 de junio de 1300, en la orilla derecha de la ría del Nervión y le otorgó el Fuero de Logroño, conjunto de derechos y privilegios que gozaban las villas y territorios. Bilao tuvo una segunda fundación en 1310 a manos de Maria Díaz de Haro, sobrina del anterior. En esta segunda Carta Puebla estableció que el camino de Orduña a Bermeo, el más importante del señorío por el que transitaban los mercaderes, pasase desde entonces por Bilbao en vez de por Etxebarri, lo que fortaleció el poderío comercial de la villa superando a Bermeo, antigua capital de Vizcaya. Creo que ante los hechos de la historia, pocas palabras bastan. Para aquellos que consideran el origen de Euskadi y de sus tierras de sagrado primitivismo dominado por agentes externos y despojados de sus libertades, nada más lejos de la realidad. Tierra absolutamente integrada con Castilla y foco impulsor de la Reconquista cristiana. En el que dan origen aquellas libertades llamados fueros por una formación muy particular y rica de nuestro propio país del periodo llamado Edad Media que se han conservado a través de los siglos.