La crisis económica está teniendo efectos devastadores sobre la renta de los hogares. Pero sólo hay un colectivo que se salva de la quema. Se trata de los hogares cuyos miembros tienen 65 años o más. O lo que es lo mismo, pensionistas en su gran mayoría. Algo que explica que en los últimos años, y a medida que ha ido arreciando la crisis, los hogares con pensionistas hayan sido el soporte de muchas familias para poder sobrevivir.
La última Encuesta de Condiciones de Vida refleja, en concreto, que la renta media por persona mayor de 65 años se situó en 2012 en 12.730 euros. Es decir, algo más de mil euros al mes incluyendo las dos pagas extraordinarias. La cantidad es algo mayor de la que tienen los hogares formados por personas con edades comprendidas entre 45 y 64 años (12.038 euros), y ya a cierta distancia de quienes tienen más de 30 años y menos de 44 años (11.124 euros). Y en todo caso, muy por encima de los hogares formados por quienes tienen entre 16 y 29 años (7.857 euros).
Al contrario de lo que pueda parecer, no se trata de un fenómeno ‘lógico’ derivado de que los mayores de 65 años cobran una pensión, y, por lo tanto, tienen asegurada una renta mensual, aunque en la mayoría de los casos sea pequeña. Hasta hace pocos años, la renta de quienes tenían entre 30 y 64 años era mayor que la de los pensionistas, pero la pérdida de empleo y los recortes salariales han convertido al colectivo de mayor edad en el de mayores ingresos.
No hay que olvidar que los últimos datos de la Seguridad Social reflejan que la pensión media de jubilación se sitúa ya en 984,7 euros, mientras que la del conjunto del sistema (que incluye la viudedad, la incapacidad permanente o la orfandad) asciende a 860 euros por catorce pagas. Es decir, que los nuevos pensionistas son ‘mileuristas’, un nivel que muchos trabajadores en activo no alcanzan. La estadística de declarantes del IRPF muestra, en concreto, que casi 7,5 millones de asalariados declararon en 2011 unos ingresos inferiores a 1.000 euros.
Una radiografía de España
La Encuesta de Condiciones de Vida es uno de los trabajos más potentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y constituye, sin lugar a dudas, la mejor radiografía de la renta de los hogares. Para hacerse una idea de cómo ha evolucionado la renta anual medida en función de la edad, hay que tener en cuenta que en el caso de quienes tienen más de 65 años ha crecido un 37% desde el año 2004, mientras que en el caso de quienes tienen entre 45 y 64 años, su incremento ha sido equivalente al 23,2%, en ambos casos en términos nominales (incorporando la inflación).
La evolución más adversa corresponde a los hogares formados por personas con menos de 29 años, cuya renta media apenas ha crecido un 11%, lo que supone un descenso en términos reales si se tiene en cuenta la evolución de los precios.
En los datos del INE se incluye lo que se denomina alquiler imputado, que se aplica a los hogares que no pagan un arrendamiento completo (porque la vivienda es en propiedad) o que lo pagan por debajo del precio de mercado. Es decir, no sólo se tienen en cuenta las rentas monetarias, sino también el valor de otro tipo de entradas económicas que influyen en el nivel de ingresos (como el valor de vivir en una vivienda).