Eleonora Fargan, conocida como Billie Holiday, nace en Filadelfia en 1915 y muere con 44 años en Nueva York, en 1959. Desarrolla su carrera en los años 30, 40 y 50. Es una de las grandes voces femeninas de la historia del Jazz. Influencia para cantantes como Nina Simone, Janis Joplin, Diana Ross o Amy Winehouse.
Su suave voz se integraba en una orquesta de Jazz como un instrumento más. Carecía de la potencia o la técnica vocal de otras cantantes contemporáneas, pero lo suplía con un asombroso sentido del ritmo. Desarrollando la interpretación, dotando a su voz de una extensa gama de tonos. Sonaba sensual cuando era necesario e incisiva cuando la canción lo requería. No solo sentó cátedra en el Jazz, mostró otra forma de cantar.
Billie Holiday también era una mujer negra en EEUU a principios del siglo XX. Fue maltratada, violada, pasó temporadas en la cárcel. Siendo una estrella debía entrar en los clubs por la puerta de atrás. Comía sola, separada de los músicos, por mujer y por negra. Esperaba en un cuarto oscuro a que llegara el momento de subir al escenario. Empleaba su manera de cantar para denunciar las humillaciones que vivía. Ella y los de su raza y clase.
“Nueva Orleans” (1947)
Billie Holiday actúa en una de las primeras películas en la que blancos y negros comparten elenco: “Nueva Orleans”, rodada en 1947. Con una banda sonora de lujo. Interpretada por Louis Amstrong, el mejor trompetista de Jazz; y ella misma, la mejor voz. Realiza el papel de una sirvienta negra de una familia blanca acomodada del sur. En la película, ella y Amstrong tocan en un club privado al que acuden blancos para divertirse. Esta es la visión que la sociedad norteamericana tiene en ese momento de las estrellas negras del Jazz.
Billie Holiday interviene en una de las primeras películas en la que blancos y negros actúan juntos.
En su momento, la película fue prohibida en algunos estados del centro y del sur de EEUU. No podían aceptar que blancos y negros compartieran escena. Hoy en día sigue siendo una película de culto difícil de adquirir. A pesar del argumento, Billie concebía que el rodaje fue un ejemplo de que las barreras raciales se podían romper.
“Strange fruit” (Fruta extraña)
Esta canción grabada por Billie Holiday en 1938 sonaba en las primeras marchas por los derechos civiles encabezadas por Martin Luther King. La revista “Time” llegó a calificarla como la mejor canción del siglo XX. Fue compuesta por Abel Meropool, un maestro de escuela de Nueva York blanco, judío y comunista que posteriormente hizo algunas canciones para Frank Sinatra. La escribió después de ver publicada en un periódico la foto de un joven negro colgado de un árbol en el sur de EEUU, después de haber sido torturado y quemado.
Cuando le ofrecieron la canción a Billie Holiday, “Decca”, la discográfica en la que editaba sus discos, se negó a grabarla. Billie buscó un sello pequeño y la registró. La canción duraba menos de tres minutos, apenas tres estrofas directas plagadas de indignación. Se compuso una introducción instrumental para alargarla.
Billie cantaba “Strange Fruit” con los dientes apretados. Como si escupiera cada una de las palabras que salían por su boca. Como si las injusticias que había vivido impregnaran sus sílabas. La cantó en sus actuaciones hasta su muerte. A veces para cerrar las conciertos. En ocasiones debía abandonar la ciudad en la que había actuado después del espectáculo pues podría estar en riesgo su vida.
Su canción “Strange fruit” sonaba en las primeras marchas de Martin Luther King
El director negro de cine Lee Daniels graba “Estados Unidos contra Billie Holiday” en un momento en el que la lucha del pueblo afroamericano ha cogido fuerza con movimientos como “Black lives matter”. En una época en la que se vuelve aponer de manifiesto la impunidad de las autoridades norteamericanas contra la población negra en sucesos como el asesinato de Trayvon Martin en Florida o la reciente absolución de un joven blanco (Kile Rittenhause) que mató a dos hombres negros en una manifestación con un rifle. En esta película Daniels reivindica a la figura de Billie Holiday, que además de ser una de las grandes voces del Jazz sufrió y se opuso a la segregación racial cuando aún no estaba organizada la lucha por los derechos civiles, uno de los mayores movimientos de masas contra la opresión surgido en EEUU. Y lo hace frente a documentales como “Billie” en el que la tratan de una forma superficial. Poniendo en valor la lucha del pueblo afroamericano, y la de músicos de talla universal que en su momento se enfrentaron a la segregación como Ray Charles, Aretha Franklin o Steve Wonder, entre otros.
Carlos dice:
Guapa la actriz negrita. Os dejo la canción «strange fruit» https://youtu.be/-_R8xxeMFEU. Desgarradora. No me extraña que sonara en las manifestaciones de Luther King, al que Edgar Hoover y el FBI le tenían tanto asco. Un mesías negro y levantando a los obreros? Ni hablar. Si el problema de los afroamericanos no es el color de la piel, sino que forman el inmenso grupo de la clase obrera norteamericana. Hay que mantenerlos a raya