Triunfo de la justicia contra diversas cláusulas abusivas impuestas por los bancos en las hipotecas.
La primera victoria ha sido con las cláusulas suelo. Consisten en una cláusula hipotecaria por la que se fija un tope mínimo de interéses que los clientes deben pagar, aunque el Euribor (principal índice de referencia de las hipotecas en España) esté por debajo de ese umbral. Un atraco contra millones de clientes, indefensos hasta hace poco, frente a semejante extorsión. Se calcula un total de 2.000.000 de familias afectadas por las cláusulas suelo, las cuales han pagado de media cada una 15.000 euros de más debido a una práctica permitida y alentada durante el famoso «boom inmobiliario». Un total de 7.600 millones de euros que los bancos tienen que devolver en virtud de esta sentencia del tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Y ahora ha llegado el turno a los gastos de gestión. En el 23 de diciembre de 2015, El Tribunal Supremo consideraba abusiva, y por ende ilegal, la cláusula por la cual el BBVA y el Banco Popular imponían a sus clientes el pago de todos los gastos, tributos y comisiones derivados del gasto hipotecario, ya que deberían ser los bancos quienes deberían asumir esos gastos en su totalidad, o por lo menos, ir a medias con el cliente, en cuanto que son ellos los interesados en registrar la escritura hipotecaria. Y desde entonces, numerosos tribunales como la Audiencia Provincial de Zaragoza, un Juzgado de Pontevedra, otro juazgado de Granollers y otro de Oviedo han dado la razón a los clientes que han denunciado a los bancos con los que tenían contratados hipotecas, por haberse visto obligados a pagar los gastos de gestión, y los bancos se han visto obligados a devolver todo el dinero substraido. Se calcula que gracias a esta cláusula abusiva, los bancos se han agenciado de un total de 1.500 millones de euros y que afecta a 6 millones de hipotecas. .
Ante ello, la «Asociación Española de la Banca» (AEB), patronal del sector, ha declarado que debe «analizarse caso por caso» y que es pronto para decir que «la sentencia del Tribunal Supremo pueda generalizarse a toda la banca». Su estrategia es obvia, pretenden «minimizar los daños» obligando a los clientes, víctimas de sus estafas, a tener que enfrentarse de manera individual a los bancos, nada dispuestos a pagarlo todo. Con lo que eso supone de tener que hacer frente a los gastos de las demandas y juicios, algo que no todos pueden llevar a cabo.
Pero distintas asociaciones ya están luchando contra esta situación. Por ejemplo, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha lanzado una campaña para exigir la devolución del dinero sustraido mediante estas prácticas abusivas y tiene 9.000 clientes ya registrados. Luego existen asocaciones como la PAH (Plataforma Antidesahucios) o ADICAE (Asociación de Usuarios de Cajas, Bancas y Seguros) quienes con su acción constante en la calle y en los tribunales han logrado todas las victorias que celebramos en este artículo y que se han comprometido a seguir luchando para que dichas sentencias se apliquen en su totalidad, de manera rápida, eficiente, universal y sin necesidad de pasar por tribunales.
Las cláusulas suelo y el tener que correr con los gastos de gestión no son las únicas cláusulas abusivas que han padecido, y siguen padeciendo, las famiias con hipotecas. La PAH ha detectado hasta 14 cláusulas abusivas que pueden encontrarse en la mayoría de contratos hipotecarios. Dentro de ellas, las más importantes son el redondeo al alza por el que se calcula los tipo de interés, comisiones por reclamación de posiciones deudoras, intereses de demora abusivos e incluso usurarios, vencimiento anticipado por el impago de una sola cuota o asunción de costas (en caso de reclamación judicial, los costes los asume el cliente y no el banco). Todos estas cláusulas fraudulentas demuestran la impunidad con la que los bancos se han lucrado, a través del robo y la extorsión, del dinero de las familias españolas.