El sábado 22 de marzo el pueblo de A Pobra do Caramiñal -en el corazón de la Ria de Arousa, donde desemboca un rio Ulla gravemente amenazado por el proyecto de Altri de instalar una macrocelulosa aguas arriba- ha sido el escenario de una histórica manifestación, una de las muchas marchas multitudinarias que el movimiento ALTRI NON ha logrado ya, movilizando a gran parte de la sociedad gallega. Más de 50.000 personas en tierra, acompañadas de más de 600 embarcaciones frente a la costa, se concentraron para protestar contra Altri y la Mina de Touro.
Hablamos con Xaquín Rubido, presidente de la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa (PDRA), impulsores de esta gran movilización.
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La PDRA sois los convocantes de esta “manifestación por tierra y mar» en A Pobra do Caramiñal contra el proyecto de Altri y la reapertura de la Mina de Touro. ¿Cómo valoráis está jornada de lucha y cuál es el mensaje principal que queréis transmitir con esta movilización?

A pesar que el tiempo no acompañaba ha sido un éxito rotundo, con más de 50.000 personas por tierra y 600 barcos, que tuvieron que esperar hasta el último momento porque debido al viento no les dejaban salir del puerto. Al final pudieron salir y fue bastante emotivo que tocaran la bocina como saludo.
Y en tierra que 50.000 personas tuvieran la voluntad de manifestarse a pesar del mal tiempo dice mucho. Para expresar su contrariedad y su oposición a un proyecto de un modelo de industrialización totalmente agresivo y depredador. Porque son industrias que cogen los recursos y se los llevan fuera, aquí solo dejan contaminación. Y ese es un modelo que quiere imponer Altri en la cuenca hidrográfica del río Ulla, que desemboca en la ría de Arousa y que supondría la destrucción de la biodiversidad y la pérdida de riqueza que tenemos aquí.
Expertos como el doctor en biología e investigador del CSIC, Fernando Valladares, han calificado el proyecto de Altri como «un cañonazo a Galicia» y «una hipoteca ambiental». ¿Qué opinión os merecen estas declaraciones y cómo respaldan la postura de la PDRA?

Esas palabras lo que reflejan es la realidad. Van a quitar del caudal del río Ulla un volumen de agua muy significativo en un escenario de crisis climática donde el agua es cada vez más escasa, más valiosa y más necesario que esté limpia y sin contaminar. La mayoría social de Galicia trabaja en el sector agroganadero y en el sector del mar.
Del río Ulla beben numerosos concellos de muchos ayuntamientos, tanto de la ría de Arousa como del interior, porque al fin y al cabo el agua es un vector de salud. Evidentemente esta declaración, como la de otros investigadores, no hacen más que reconocer la realidad.
“Nos oponemos a un proyecto de un modelo de industrialización totalmente agresivo y depredador, como el que significa la macrocelulosa que Altri quiere instalar en el río Ulla”
La Xunta de Galicia ha otorgado una Declaración de Impacto Ambiental favorable al proyecto de Altri, argumentando que no tendrá efectos negativos en la zona. ¿Cómo valora la PDRA esta postura y qué argumentos tienen para contradecirla?

Pues se desacredita por sí sola, quiero decir, es una decisión política. Es una decisión sín un aval técnico por mucho que la conselleira de Medio Ambiente diga que tiene 42 informes firmados por técnicos. Eso dice, pero no enseña la firma de los técnicos, lo cual es como no decir nada.
Estamos ante una operación política que tiene un trasfondo económico donde está implicada la estructura del PP. Donde no sabemos qué tipo de beneficio va a obtener el PP ni de qué forma se va a beneficiar de la implementación de estos proyectos. Pero lo que está claro es que están tramitando estos proyectos, no como una administración neutra, los están tramitando como si fueran agentes comerciales de las empresas, desoyendo el clamor popular.
Esos 250 millones que les van a entregar sería mejor que los invirtiesen en el sector agroganadero o del mar, en resolver los problemas que tenemos. E impulsar lo que realmente nos garantiza un claro futuro, nos permite la soberanía alimentaria y apostar por un futuro sostenible.
En diciembre pasado, miles de personas se manifestaron en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela en contra del proyecto de Altri, comparando el movimiento con el «Nunca Máis» de 2002. ¿Considera que existe un paralelismo entre ambas luchas y qué enseñanzas se pueden extraer de aquella experiencia para la situación actual?

Hay ciertos denominadores comunes, aunque son crisis ambientales diferentes. Uno es un accidente provocado por la propia administración alejando de la costa un barco petrolero en lugar de meterlo en un lugar de refugio para tratar de atajar la situación. Y lo otro es una iniciativa del propio gobierno de la Xunta que va a destruir el tejido productivo existente en Galicia, que va a ocasionar un daño fundamental de largo recorrido porque son concesiones administrativas de 75 y 90 años respectivamente (de la celulosa y la mina) afectando a generaciones futuras.
También hay paralelismos en el sentido de los mecanismos que emplea la sociedad para articularse y movilizarse. Al fin cabo nosotros lo que estamos intentando es configurar un movimiento social transversal que acoja actores sociales de diverso tipo que tienen un denominador común y es defender nuestro territorio, nuestro modo de vida, defender el medio ambiente y proponer un medio alternativo. Basado en la industria acorde con el modelo productivo.
Además de las movilizaciones, ¿qué otras acciones legales o administrativas está considerando la PDRA para frenar la instalación de la planta de celulosa de Altri y la reapertura de la Mina de Touro?
Es una realidad muy compleja desde el punto de vista administrativo, pero este movimiento social al que acabamos de hacer referencia no excluye ninguna iniciativa de ningún ámbito. Estamos evaluando qué tipo de acciones legales poder llevar contra estos proyectos. Ahora mismo la acción legal más próxima está referida a la concesión del agua de celulosa y la concesión del vertido. Toda la batalla es la concesión del agua, la empresa Altri se le caducó porque hay un plazo legal para presentarlo y no lo hicieron. Estamos a la espera de ver cómo actúan.
¿Qué alternativas propone la PDRA para el desarrollo económico de la región que sean compatibles con la protección del medio ambiente y las actividades tradicionales como la pesca y el marisqueo?
Nosotros reclamamos a la Xunta de Galicia, que tiene todas las competencias en el tema del marisqueo y el tema de aguas, que ejerza esas competencias de una forma favorable a los sectores productivos de la región. Apostar por una industria sostenible tanto agroganadera y marítima, y para eso el agua es vital. No están haciendo control de los vertidos de una forma rigurosa y están permitiendo que las empresas viertan y contaminen con impunidad.
Finalmente, ¿qué apoyo han recibido de otras organizaciones, tanto a nivel nacional como internacional, en su lucha contra estos proyectos industriales?
Para que se entienda, las movilizaciones están organizadas por plataformas. Por ejemplo, esta última movilización que realizamos en A Pobra do Caramiñal estaba convocada por nosotros, la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa, pero estaba apoyada por dos plataformas que hay: la plataforma Mina Touro o Pino NON y la Plataforma Ulloa Viva. Dentro de cada plataforma las dinámicas son diferentes, cada una se organiza según sus criterios de autoorganización.

Nosotros tenemos ya 25 años de vida, somos una plataforma configurada por los representantes de los sectores del mar y por ciudadanos a título individual, pero también hay organizaciones sindicales y ecologistas. Somos una plataforma de organizaciones que funcionamos de forma consensuada. Con esto te quiero decir que cada plataforma tiene su propio sistema organizativo. Y apoyo tenemos desde sindicatos que participan también en muchas de estas plataformas hasta colectivos ecologistas, tanto de Galicia como otros que operan a nivel estatal o internacional.