«La coalición que se consolidó en el poder esta semana después de un levantamiento popular incluye a varios demócratas liberales con puntos de vista pro-occidentales, incluyendo a la presidenta interina Roza Otunbayeva. En consecuencia, el nuevo gobierno parece dispuesto a perdonar el hecho de que los Estados Unidos haya cortejado al ex gobernante corrupto y autocrático, Kurmanbek Bakiyev, y permitido que, al parecer, los miembros de su familia se metieran en el bolsillo los beneficios que suministra la Base Aérea de Manas.» (THE WASHINGTON POST)
VEDOMOSTI. El interés de Rusia hacia Latinoamérica es esencialmente olítico. En tiempos de la URSS, América Latina fue uno de los principales escenarios de la Guerra Fría entre Moscú y Washington pero el colapso del modelo socialista redujo prácticamente a cero la relación entre Rusia y las naciones latinoamericanas. El giro a la izquierda que se observa últimamente en muchos países de Latinoamérica y el debilitamiento de la influencia estadounidense permite a Moscú afianzarse en el mercado local del material bélico y, de paso, reforzar su propia influencia bajo la consigna de un mundo multipolar, como contrapeso a EEUU. THE NEW YORK TIMES. La agresiva infravaloración de Beijing del renminbi es un problema serio para la economía estadounidense y la economía mundial. La mayor esperanza de persuadir a China para cambiar sus formas es mediante la presión sostenida de muchos países. Sin duda, esto haría más difícil para Beijing esconderse detrás de reivindicaciones de soberanía y acusaciones de intimidación de las grandes potencias. Eso significa que el señor Obama tendrá que trabajar duro para conminar a otros a abordar de forma conjunta el problema. El mejor foro llegará en junio cuando los líderes de las mayores economías del mundo se reúnan en la reunión del Grupo de los 20 en Toronto. EEUU. The Washington Post Lo que la administración Obama puede aprender de Kirguizistán Parece que el gobierno de Obama podría tener mucha suerte en Kirguizistán, el oscuro país de Asia Central que alberga una importante base militar de EEUU. La coalición que se consolidó en el poder esta semana después de un levantamiento popular incluye a varios demócratas liberales con puntos de vista pro-occidentales, incluyendo a la presidenta interina Roza Otunbayeva. En consecuencia, el nuevo gobierno parece dispuesto a perdonar el hecho de que los Estados Unidos haya cortejado al ex gobernante corrupto y autocrático, Kurmanbek Bakiyev, y permitido que, al parecer, los miembros de su familia se metieran en el bolsillo los beneficios que suministra la Base Aérea de Manas. La Sra. Otunbayeva dijo a Lally Weymouth de The Post y Newsweek que el contrato de arrendamiento de EEUU en la base, que es importante para las operaciones en Afganistán, se prorrogaría "automáticamente" y que "vamos a continuar con estas relaciones a largo plazo" con los Estados Unidos. Teniendo en cuenta que Rusia ha estado tratando de forzar el cierre de Manas y apoyó la destitución del Sr. Bakiyev después de que no cumpliera con la promesa de hacerlo, la postura de la Sra. Otunbayeva es un significativo acto de buena voluntad. La ex embajadora en Washington, sin embargo, lanzó un merecido reproche a la administración Obama. "Yo diría que hemos estado realmente insatisfechos de que la Embajada de los EEUU no haya estado nada interesada en la situación democrática en Kirguizistán", dijo a la Sra. Weymouth. "Llegamos a la conclusión de que la base es el programa más importante de los EEUU, no nuestro desarrollo político, el sufrimiento de la oposición, el cierre de periódicos y las palizas a los periodistas. Ellos hicieron la vista gorda". Esas palabras deben ofrecer una lección a la administración, en su artesanía política para Kirguizistán y otros Estados de Asia Central. Todos son de importancia estratégica para Estados Unidos debido a su proximidad a Afganistán, y todos son también antidemocráticos. En los primeros años tras el 11 de septiembre 2001, el gobierno Bush trató de promover la liberalización política en Asia Central, incluso recortando acuerdos sobre bases militares y rutas de tránsito. Pero esta política se abandonó en gran medida después de 2005, cuando la crítica de EEUU a una masacre en Uzbekistán condujo a su hombre fuerte, Islam Karimov, a cerrar una base de EEUU. La administración Obama ha acelerado el cambio hacia una política "realista" de abrazar a los autócratas. El presidente se reunió esta semana con el brutal gobernante de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, quien acaba de conceder derechos de sobrevuelo militar; mientras que la administración está tomando medidas para mejorar las relaciones con el Sr. Karimov. Hay razones justificables para esta política: Estados Unidos pronto tendrá 100.000 soldados desplegados en Afganistán, por lo que necesita las bases y la cooperación de los estados vecinos, y se puede argumentar que carece de la fuerza necesaria para la transformación democrática en Asia Central. Kirguizistán no obstante, ha ofrecido un recordatorio de que el apaciguamiento de los autócratas tiene sus propios costes. Incluso desde un punto de vista estratégico, esta política es en última instancia, contraproducente. La Sra. Otunbayeva dice que su gobierno interino tiene como objetivo crear una democracia, con elecciones libres en seis meses. La administración Obama puede expiar su comportamiento pasado, ofreciéndole su apoyo incondicional a esa transición. THE WASHINGTON POST. 17-4-2010 Rusia. Vedomosti ¿Por qué regresa Rusia a Latinoamérica? El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, declaró durante su estancia en Buenos Aires que Moscú procura recuperar la influencia perdida en Latinoamérica y le "importa un bledo", si eso disgusta a alguien. Da la impresión de que no hay otra región más entrañable para los dirigentes rusos últimamente. Además de Argentina, Medvédev ya visitó Cuba, Venezuela, Perú y Brasil en menos de dos años de su mandato. Su antecesor en el Kremlin, el actual primer ministro de Rusia Vladímir Putin, estuvo más de una vez en Venezuela. El subjefe del Gabinete ruso, Ígor Sechin, quien supervisa el sector energético, realizó nada menos que siete viajes a América Latina en 2007. En 2009, pasó por Cuba, Nicaragua y, desde luego, Venezuela, cuyo territorio pisa con más frecuencia que Siberia Oriental, a pesar de que en esta zona de Rusia permanecen ingentes reservas de hidrocarburos sin explotar. Incluso el jerarca de la Iglesia Ortodoxa, Kiril, antes de su entronización como Patriarca de Moscú y toda Rusia, visitó Cuba y Venezuela, mantuvo conversaciones cálidas con Fidel Castro y Hugo Chávez y entregó condecoraciones eclesiásticas al uno y al otro. ¿Qué es lo que buscan los dirigentes rusos en ese continente remoto? A Rusia le corresponde apenas el uno por ciento en el comercio exterior de Latinoamérica, y menos todavía en el volumen de las inversiones foráneas en la región. Sin embargo, Moscú proclama "socios estratégicos" a Venezuela, cuyas exportaciones a Rusia no rebasaron los 12,5 millones de dólares en 2007; a Ecuador, que representa menos del 0,1% en el intercambio comercial de Rusia; y a Nicaragua, a pesar de que el comercio bilateral no supera los 18 millones de dólares anuales. El intercambio con Argentina, aunque alcanza 1.360 millones de dólares, está conformado al 90% por alimentos que Rusia importa desde la nación sudamericana. El interés de Rusia hacia Latinoamérica es esencialmente político. En tiempos de la URSS, América Latina fue uno de los principales escenarios de la Guerra Fría entre Moscú y Washington pero el colapso del modelo socialista redujo prácticamente a cero la relación entre Rusia y las naciones latinoamericanas. El giro a la izquierda que se observa últimamente en muchos países de Latinoamérica y el debilitamiento de la influencia estadounidense permite a Moscú afianzarse en el mercado local del material bélico y, de paso, reforzar su propia influencia bajo la consigna de un mundo multipolar, como contrapeso a EEUU. Rusia ha conseguido ya cierto avance en esta materia. En 2009, exportó a Latinoamérica armamento por valor de 5,4 mil millones de dólares, desbancando a EEUU, según los datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres. También sacó adelante la cooperación en el Grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) cuya segunda cumbre acaba de celebrarse en la capital brasileña. Más cuestionable parece la cooperación económica. Numerosas empresas del sector ruso del petróleo y el gas, gracias a los esfuerzos de Sechin, se dirigieron últimamente a Latinoamérica. Las malas lenguas dicen que no todas lo hicieron a título voluntario. Los riesgos políticos en Venezuela, Bolivia y Colombia son tan elevados que las grandes multinacionales optaron por retirarse de estos mercados donde se producen periódicas nacionalizaciones de empresas. Aun así, Rusia ya se implicó en numerosos proyectos conjuntos. Solamente en Venezuela promueve 46 obras de producción del petróleo, gas, oro y aluminio. Aparte de esos proyectos, las compañías rusas Rosneft, Lukoil y Gazprom debaten la posible construcción de un gran gasoducto latinoamericano evaluado en 20 mil millones de dólares, casi el triple que Nord Stream, la tubería que conectará a Rusia con Alemania a través del mar Báltico. América Latina posee colosales reservas de hidrocarburos, y aunque se trata de una región más apartada que Siberia Oriental, las condiciones de extracción allí son más fáciles. El periódico recuerda que muy pocos proyectos llegaron a la fase de explotación hasta la fecha y sugiere aprovechar esa pausa para responder otra vez a una serie de preguntas. ¿Para qué Rusia vuelve a Latinoamérica? ¿Es una estrategia o un juego táctico? Si el único propósito es desfilar con la cabeza erguida al sur de la frontera estadounidense ¿justifica ello el gasto de miles de millones de dólares? VEDOMOSTI. 16-4-2010 EEUU. The New York Times El señor Obama y el señor Hu Creemos que el Presidente Obama tomó la decisión correcta –por ahora– de no abrir públicamente una pelea con China por su manipulación de la moneda. La administración pospuso un informe al Congreso esta semana sobre la política monetaria china. Cuando el señor Obama se reunió con el presidente de China Hu Jintao en Washington el lunes, la Casa Blanca hizo una declaración de bajo perfil acerca de que el Sr. Obama había presionado al Sr. Hu Jintao sobre la necesidad de "avanzar hacia un tipo de cambio más orientado al mercado" y obtenido la promesa de China de cooperación en materia de sanciones para Irán. La agresiva infravaloración de Beijing del renminbi es un problema serio para la economía estadounidense y la economía mundial. Ir en esta cuestión de uno en uno es algo que probablemente fracasará. La mayor esperanza de persuadir a China para cambiar sus formas es mediante la presión sostenida de muchos países. Sin duda, esto haría más difícil para Beijing esconderse detrás de reivindicaciones de soberanía y acusaciones de intimidación de las grandes potencias. Eso significa que el señor Obama tendrá que trabajar duro para conminar a otros a abordar de forma conjunta el problema. El mejor foro llegará en junio cuando los líderes de las mayores economías del mundo se reúnan en la reunión del Grupo de los 20 en Toronto. Tienen que utilizar esa ocasión para explicar a China, en términos inequívocos, que no puede seguir construyendo su propia economía rebajando el resto de las exportaciones del mundo. Es necesario que no dejan lugar a la duda en la mente de Pekín de que su posición a nivel mundial va a sufrir si no escucha. Pocos países se han beneficiado tanto como China del sistema de comercio abierto. Bajo una presión suficiente por parte de sus socios comerciales, es probable que Beijing ceda. Todavía no está claro cuán duramente tendrán que presionar. En la reunión del lunes en la Casa Blanca, el Sr. Hu supuestamente le dijo a Obama que China planeaba alejarse del cambio fijo de su moneda con el dólar. No dijo cuándo. Y de acuerdo a las declaraciones emitidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el objetivo de cambiar la estrategia de la moneda china "no se adelantará por mucha presión extranjera." La parada siguiente del señor Hu es Brasil. El ministro de Finanzas, Guido Mantega, dijo la semana pasada que la tasa de cambio fijo de China está perjudicando a los fabricantes brasileños. Esperamos que los funcionarios brasileños sean tan directos en sus reuniones con el presidente chino. Este es un problema mundial. El tipo de cambio fijo y artificialmente bajo del renminbi, castiga a los exportadores en todo el mundo en desarrollo. También está complicando seriamente la política económica entre los vecinos de China. En tanto que la moneda china siga siendo tan barato, no pueden darse el lujo de combatir la creciente inflación, permitiendo a su propia moneda subir, ya que podría debilitar aún más sus exportaciones. China también se beneficiaría del desplazamiento de las exportaciones al consumo interno como fuente de crecimiento. Mejoraría el nivel de vida de sus ciudadanos. Además, aliviará el trabajo de su banco central para tratar de mantener la inflación a raya. Y serviría para establecer a China como un jugador más responsable en la escena económica mundial. La burocracia china, está claramente dividida. Funcionarios del banco central han estado discutiendo desde hace tiempo que una moneda más fuerte ayudaría a combatir la creciente inflación. El Ministerio de Comercio se opone categóricamente. Los funcionarios del Ministerio se han agarrado al hecho de que China registró su primer déficit comercial mensual en seis años en marzo –un asunto temporal a causa de las rápidas importaciones de materias primas para la industria exportadora de China– para argumentar que su moneda barata no es la causa de los desequilibrios comerciales y financieros mundiales. Sí lo es. No se debe permitir a China que lo olvide. Salvo un cambio en la política del tipo de cambio, el superávit comercial de China se va a hinchar de nuevo en los próximos meses. No se trata sólo de un problema entre los Estados Unidos y China. Es un problema entre China y la mayor parte del mundo. El desafío para el presidente Obama ahora es conseguir que el resto de los líderes del mundo entreguen este mensaje tan claro y urgentemente como puedan. THE NEW YORK TIMES. 13-4-2010