Cataluña es líder en recortes sociales

Lo que el procés ha escondido

El “monotema” del procés ha ocultado las muchas luchas contra los recortes que han impulsado y se siguen impulsando en Cataluña.

Desde 2012 casi toda la información que recibimos sobre Cataluña está mediatizada por el procés, o ahora por la amnistía. Pero esa no ha sido ni es la realidad catalana.

Como en el resto de España, lo que preocupa a la inmensa mayoría de catalanes son sus condiciones de vida, golpeadas por la crisis de 2010, la pandemia o la inflación.

Con el agravante de que, bajo gobiernos de CiU, de Junts o de ERC, Cataluña ha sido la comunidad donde se han ejecutado más recortes sociales.

En estas elecciones catalanas tenemos que hablar de lo que nos interesa. De cómo aumenta el atraco sobre la mayoría mientras bancos, eléctricas y capital extranjero disparan sus ganancias. Y de la alternativa que puede detener este expolio: Redistribuir la Riqueza.

Dos datos, en dos momentos diferentes, definen lo que ha pasado en Cataluña en los últimos 15 años.

Según un estudio de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, Cataluña fue donde más se recortó el gasto social durante la recesión, entre 2009 y 2015. Un 26% menos. Hasta 5.538 millones robados a las partidas sociales.

En 2022 la misma asociación certificó que Cataluña era la única comunidad donde el gasto en políticas sociales seguía siendo menor que en 2009. Madrid gastaba 168 más por persona, y Cataluña 6 euros menos.

En toda España sufrimos desde 2010 un saqueo que ha recortado nuestro bienestar. Pero en Cataluña ese ataque ha sido mayor, gracias a las políticas antipopulares de unos gobiernos de la Generalitat que utilizaba el procés para esconder sus vergüenzas.

A la cabeza están los infames recortes en sanidad. Alcanzaron su techo durante los gobiernos de Artur Mas, en los que se perdieron 2.400 profesionales y más de 1.100 camas hospitalarias.

Y los recortes en sanidad han continuado hasta hoy. Cataluña es la comunidad que menos porcentaje de su presupuesto dedica a sanidad. Y la segunda con menor gasto sanitario per cápita. A pesar de ser una de las autonomías más ricas está muy por debajo de la media española.

Cataluña encabeza los ránkings de recortes en sanidad y educación

Lo mismo sucede en educación. Cataluña es la penúltima comunidad en gasto educativo, tres puntos por debajo de la media española.

No son sólo euros, esto se traduce en menos personal, ratios de alumnos más elevadas, menos recursos para atender a la diversidad y la inclusión… todo lo cual redunda en una peor calidad de la enseñanza, en mayores tasas de fracaso escolar. Cataluña es la novena de las comunidades autónomas con más abandono escolar temprano y la segunda en segregación escolar.

En 2011, como en el resto de España, Cataluña fue el escenario de gigantescas movilizaciones contra los recortes sociales de Artur Mas. Entonces las élites de la burguesía burocrática catalana se sacaron el procés de la chistera

A la cola en gasto público social, y a la cabeza en privatización.

Según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), Cataluña, es junto a Madrid, Baleares y Canarias, la comunidad con mayor grado de privatización sanitaria.

En Cataluña hay 7,9 médicos en la sanidad pública por cada 1.000 habitantes, la menor tasa de toda España. Pero sin embargo, es la comunidad que más dinero público entrega a la sanidad privada. Un 24% del presupuesto sanitario público catalán se dedica a conciertos con la sanidad privada. Casi el triple de lo que sucede en Madrid con Ayuso.

Otro tanto pasa en educación. Mientras que los centros concertados solo representan el 32% de los centros catalanes, se llevan el 43% de la partida presupuestaria de enseñanza.

Ahora, es el atraco de bancos y monopolios, camuflado bajo la inflación, la que golpea nuestros bolsillos. El poder adquisitivo de los trabajadores catalanes ha caído un 10% desde 2009. Es como si cada año nos hubieran quitado el sueldo de un mes.

Una realidad, la de los recortes, que literalmente nos quita años de vida. El informe “Desigualdad 1 – Igualdad de oportunidades 0”, denuncia que la esperanza de vida en los barrios más pobres de Barcelona es once años menor que en los más ricos.

Esto es lo que pasa en Cataluña. Lo que de verdad nos importa a la mayoría. De lo que se tiene que hablar en estas elecciones.

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Las élites del procés

La derecha de toda la vida

Junts es la derecha de toda la vida. Puigdemont defiende un programa económico similar al de Ayuso, y en relación a la inmigración mantiene posiciones xenófobas que no podríamos diferenciar de las defendidas por Abascal.

Y ERC ha mantenido, desde la presidencia de la Generalitat, el grueso de políticas antipopulares de Mas, Torra o Puigdemont.

En Cataluña no fue el PP sino los gobiernos encabezados por las élites del procés, CiU y Junts, con ERC de su mano, las que ejecutaron un draconiano programa de recortes. Son los responsables de que la segunda comunidad más rica esté a la cola de la inversión pública en sanidad o educación.

El periodista catalán Jordi Amat definió a las élites independentistas como “la nomenklatura del procés”. Afirmando que estaba “nutrida por una autonomía que ellos mismos prometieron quebrar”.

Las élites del procés son la derecha más reaccionaria, que condenan a los catalanes a más recortes

Efectivamente, las élites del procés son una clase, una burguesía, pero con una característica peculiar, su carácter burocrático. Son aves carroñeras, viven de depredar el presupuesto público, de él emana todo su poder, y no podrían mantenerse sin vampirizarlo.

El auténtico humus que crea a las élites del procés no son “los agravios infringidos por España”, ni el “anhelo de independencia”… son los euros, los millones, los miles de millones de euros de los presupuestos de la Generalitat.

Un gigantesco botín de 41.000 millones de euros, administrado en contra de los intereses de los catalanes. Y en beneficio no solo de la “causa independentista”. También y sobre todo de grandes bancos y monopolios, desde La Caixa a los gigantes de la sanidad privada, que devoran el dinero que debería ir a políticas sociales o a reindustrializar Cataluña.

Mientras administran ese inmenso botín -así conciben las élites del procés el presupuesto de la Generalitat-, condenan a los catalanes a más recortes.

Los Puigdemont y cia cumplen el papel de dividir y enfrentar al pueblo, para poder imponerle un mayor grado de saqueo, en Barcelona y en Madrid.

Si le quitamos la “fachada independentista”, aparece la sustancia de las élites del procés. Son una auténtica burguesía burocrática, una casta que vive de vampirizar a la sociedad catalana, de apropiarse del dinero público, de forma ilegal, el 3%, o legal, a través del control del govern.

Y que ha cumplido y cumple el papel de dividir al pueblo, para poder dominarlo mejor.

Los problemas a los que nos enfrentamos, y los deseos que anhelamos, son los mismos en Barcelona que en Madrid, en Bilbao que en Toledo, en Santiago que en Sevilla… Luchar contra los recortes exige fortalecer la unidad del pueblo en la defensa de sus intereses comunes.

Dividir al pueblo, más si eso supone enfrentarlo, solo beneficia a quienes buscan imponerle un mayor grado de saqueo.

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