Un estallido de alegría ha recorrido España, de punta a punta, cuando un comunicado de ETA ha anunciado el «cese definitivo de la actividad armada», en lo que debe ser el primer paso para poner fin a más de cuatro décadas de terrorismo. Hemos ganado nosotros, y ellos han salido derrotados. Es una victoria de la libertad y del pueblo español. Y una severa derrota de quienes han intentado imponernos un criminal fascismo étnico a través de la fuerza del terror. Es momento de mantener la firmeza para llegar al único puerto posible: la entrega de las armas y la disolución definitiva de ETA.
ETA ha anunciado esta tarde el “cese definitivo de su actividad armada”, a través de un comunicado, escrito y en video.«Es una victoria de la libertad y del pueblo español» En estos momentos de alegría, el primer recuerdo tiene que ser para las 829 víctimas salvajemente asesinadas. Para los miles de demócratas que han sufrido durante décadas el acoso y la persecución de las hordas etnicistas. Para los más de 200.000 ciudadanos vascos que se han visto obligados a exiliarse de su tierra huyendo del totalitarismo étnico.Hoy todo el mundo debe saber que ellos son los que han ganado esta batalla por la libertad.Debe quedar meridianamente claro que el final de ETA va acompañado de la derrota, completa e incondicional, de un proyecto político que había instaurado en Euskadi un asfixiante fascismo étnico. Quienes han pretendido imponer sus delirios totalitarios contra la sociedad vasca, y en general contra todo el pueblo español, y quienes han aspirado a cosechar réditos políticos del terror, han perdido la batalla.Y debemos ser conscientes, frente a cualquier tergiversación interesada, de donde está nuestra fortaleza. Si hoy podemos celebrar el primer paso hacia el final del terrorismo es por la movilización y la firmeza. Por la valiente lucha de la rebelión democrática, que tomó la calle para la causa de la libertad. Que se atrevió a denunciar y combatir los fundamentos ideológicos y políticos del fascismo étnico.
«La victoria sólo será definitiva cuando ETA entregue las armas» Haciendo posible el progresivo arrinconamiento de quienes ejecutaban el terrorismo y de quienes se beneficiaban políticamente de él. Desalojando del gobierno vasco a la linea etnicista encarnada por los Arzallus e Ibarretxe, que había dado cobertura al terror. Y combatiendo todas las posiciones que esgrimían la necesidad de “ofrecer condiciones”, de “poner un precio a la paz”, como paso ineludible para acabar con la violencia.La victoria contra el terror etnicista debe servir para fortalecer la unidad del conjunto del pueblo español. Hemos llegado hasta aquí gracias a la movilización y la firmeza. Y ahora más que nunca debemos mantenerla.El anuncio por parte de ETA del “cese defintitivo de la actividad armada” es una excelente noticia. Pero la victoria sólo será definitiva cuando ETA entregue las armas y se disuelva. Discutiendo tan sólo la forma y manera en que va a producirse.