La situación sanitaria en el conjunto del país va mejorando, aunque la incidencia acumulada (IA) nacional todavía está en riesgo extremo con 295 casos en 14 días por cada 100.000 habitantes, muy por encima de los objetivos de seguridad. Los expertos advierten sobre el peligro de una cuarta ola si se desescalan las medidas demasiado rápido.
Pero al lado de las secuelas sanitarias, las más irreparables -tras casi un año de pandemia, España suma la trágica cifra de 67.101 muertos y más de 3,1 millones de contagiados- el panorama económico y social es también desolador. Diferentes entidades sociales dan fe de que la pobreza se está «cronificando» en España tras un año de continuos latigazos a la economía de los sectores más vulnerables.
La tercera ola de la Covid-19 está remitiendo en España y en todo el mundo, con cifras de contagios y hospitalizaciones en descenso desde hace varias semanas. Es una buena noticia que no debe hacernos bajar la guardia, porque todos los expertos hablan de que estamos en una IA muy elevada aún, y que el peligro de una cuarta ola está al acecho. En nuestro país, todavía hay 6 comunidades que están por encima de los 400 casos acumulados -Madrid, Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla-León, Euskadi- y también es el caso de las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla. Las hospitalizaciones y la presión sobre las UCIs todavía es alta, pero va atenuándose.
Pero al lado de las nefastas consecuencias para la salud pública, aparece de forma inseparable el grave impacto socioeconómico de la pandemia contra una serie de sectores populares. «Lejos de reducirse, la pobreza se va agravando en España», afirma Javier Cuenca, de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM). “Ha pasado casi un año y lo que vemos es que, lejos de reducirse, la pobreza se va agravando porque los ERTES continúan, el paro sigue aumentando y los servicios sociales no dan abasto porque sigue creciendo la demanda”, asegura.
Este agravamiento de la pobreza lo atestiguan también los bancos de alimentos, con un récord histórico de personas atendidas en un año en el que se ha vivido, afirman, la «peor crisis alimentaria» desde el inicio de su actividad hace 25 años. Estas entidades aseguran que desde el inicio de la pandemia en marzo, la demanda de ayuda creció «más de un 40%».
Pero el empeoramiento de la situación económica no sólo afecta a los más pobres, sino al conjunto de la población. Y así lo perciben los ciudadanos. Más de un tercio de los españoles (36%) ha visto cómo la situación económica de su hogar ha empeorado desde el inicio de la pandemia y tres cuartas partes de los ciudadanos creen que no mejorarán (40%) o que su situación empeorará (36%) hasta el verano. Así lo afirma la última encuesta de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) sobre coronavirus.