La construcción del uerto del Musel en Asturias lleva ya tiempo dando que hablar. La falta de financiación y un cambio de presupuesto en el proyecto echan más leña al fuego debido a la legislación de la UE para las subvenciones esperadas, legislaciones que se cruzan con la local con la cual los responsables del proyecto declaraban estar todo claro ya que el cambio del presupuesto está totalmente justificado, sin embargo la falta de financiación hace que salgan en medio del enredo los sectores que más beneficiados salen con este gran proyecto.De esta forma, sale a la palestra la CAC, la Confederación Asturiana de la Construcción. Su presidente Abilio Martínez manifestando la importancia para Asturias que supone el proyecto de este puerto y declarando “todos los partidos políticos deberían luchar por él". "Déjense ustedes de frivolidades y pongámonos todos a tirar del Musel y de su financiación, porque es impensable estar con estas tensiones a diario”. Un proyecto de golosina en este tiempo de crisis para la construcción. No solo eso, Eduardo Donaire secretario de MCA-UGT también hizo un llamamiento a las Administraciones Públicas porque no tiene ningún sentido ni parece razonable que con la que está cayendo se registre una disminución interanual del 23% en la licitación de obra pública. Parece que el proyecto anticrisis que destina millones de euros en este tipo de obra no es aire suficiente para que el sector de la construcción respire a pulmón lleno como antes.Las declaraciones son claras y en ellas podemos ver en el “déjense ustedes de frivolidades” un proyecto claro, una orientación de usar el dinero de todos para mantener de forma artificial el sector de la construcción con 8.000 millones de euros repartidos por toda España pero que no les resulta suficiente, de forma que tomada la orientación de Zapatero, salen directamente reclamando más. Es un sector que supone el engranaje necesario entre la banca y todos para apropiarse de las plusvalías presentes y futuras mediante las hipotecas y que tienen que mantener en este tiempo de forma artificial en pro de los intereses de la gran banca. Un poner una tirita a una enfermedad que nos ha traído hasta dónde estamos y que sigue acaparando la parte fundamental del plan anticrisis de Zapatero, junto a los intereses de Botín.Una economía diversificada y que potencie los sectores productivos, la redistribución y el ahorro debe ser el centro para no endeudarnos más y para que la situación de la economía familiar salga a flote, ya que solo de esta forma se pueden desde ahí sacar a flote sectores como el de la construcción para ponerlos al servicio de las necesidades de los ciudadanos y no al servicio de la banca.Con estas declaraciones sobre la construcción del Musel y la reclamación por parte de la CAC de sacar adelante el proyecto buscando soluciones de financiación ya, sale al terreno político de forma clara, el papel que este sector tiene en un proyecto aniticrisis echo a la medida de las constructoras que junto con las inyecciones a la banca juegan en la crisis un objetivo para los políticos que queda lejos de ser una alternativa para la gente.