La crisis se ceba en los sectores más recarios, y uno de ellos especialmente, la inmigración. En el último año casi medio millón de inmigrantes perdieron su puesto de trabajo. Los últimos datos del Ïndice Laboral Manpower, presentados por el catedrático en Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, confirman que el 40% de los nuevos parados son inmigrantes. Una espiral de desempleo que ha pasado del 22% en el tercer trimestre de 2008 al 29% en el cuarto y casi al 40% en el primer trimestre de 2009.Junto al aumento del paro en el colectivo de inmigrantes hay otro dato significativo: casi 800.000 inmigrantes se calcula que trabajan ya en la economía sumergida, a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa. Es la diferencia entre los ocupados (2,8 millones de extranjeros según la EPA de marzo) y los inscritos en la Seguridad Social (1,6 millones de trabajadores extranjeros en el mismo mes). Si tenemos en cuenta que hay más de medio millón de inmigrantes “sin papeles”, por lo tanto sin ningún tipo de registro, las cifras de los trabajadores inmigrantes sumergidos puede ser aún mucho mayor.Es decir, la crisis estaría desplazando masivamente a inmigrantes a la economía sumergida con el consiguiente empeoramiento de las condiciones de trabajo y de sueldos. Carne de cañón para fuerza de trabajo superexplotada.