Un documento oficial israelí propone una limpieza étnica total en la Franja

La «solución final» de Netanyahu: una nueva Naqba

Lo pone negro sobre blanco un documento oficial israelí, hecho público en los medios de comunicación. El gobierno de Netanyahu ha elaborado un plan en varias fases para una limpieza étnica total en Gaza, expulsando por la fuerza a sus 2,3 millones de habitantes hacia el Sinaí. Una nueva 'Naqba'

No es ninguna especulación de medios propalestinos. Un documento oficial, hecho público en medios como Times of Israel, da luz sobre cual es el objetivo que persigue la actual operación militar sobre la Franja de Gaza, que incluye ya una invasión terrestre mientras intensifica los bombardeos.

El documento interno, elaborado por el Ministerio de Inteligencia, fechado el 13 de octubre y filtrado a los medios de comunicación, propone la expulsión de la totalidad de los 2,3 millones de gazatíes al desierto del Sinaí, en Egipto, convirtiéndolos en refugiados, y dejar que sea luego la comunidad internacional -por ejemplo la UE o España- la que se ocupe de ellos.

El texto pone blanco sobre negro lo que siempre han buscado los sectores más fanáticos del sionismo: una Palestina sin palestinos. Acabar el trabajo que quedó incompleto en 1947.

Los brutales ataques terroristas de Hamás, con más de 1.400 muertos en el lado israelí y más de 200 rehenes en manos de Hamás, han dado a Benjamín Netanyahu un «casus belli» gigantesco, un «11 de septiembre israelí» en palabras de los portavoces de su gobierno.

Documento del Ministerio de Inteligencia israelí filtrado a la prensa. El gobierno de Netanyahu no lo ha desmentido, y ha dicho que es un «documento conceptual»

Y pocos días después de los ataques terroristas, el Ministerio de Inteligencia ya tenía lista la alternativa. Israel tiene que aprovechar la «ventana de oportunidad» que le da el sangriento agravio de Hamás para barrer del mapa a la población de Gaza. Literalmente.

El plan del Ministerio de Inteligencia -que no se han molestado en ocultar ni en desmentir, aireándolo a la prensa y diciendo que se trataba de un “documento conceptual”- establece la hoja de ruta para expulsar violentamente a los 2,3 millones de gazatíes al desierto del Sinaí egipcio… para que nunca más puedan regresar, quedándose a vivir en tiendas de campaña.

El documento traza el plan sabiendo que los países árabes -especialmente Jordania, que ya alberga a más de dos millones de refugiados palestinos, y Egipto- se van a oponer resueltamente. Así que hay que forzar a El Cairo por la política de los hechos consumados.

El plan incluye además una segunda fase que implicaría la transferencia de miles de estas personas a varios países, sobre todo en el Mediterráneo. Entre los mencionados se encuentran varios Estados árabes norteafricanos, como Marruecos, Túnez o Libia, pero también países europeos como Grecia o España, así como Canadá.

En uno de sus epígrafes, el documento señala hipócritamente las “contribuciones” que las naciones de la UE podrían hacer al proyecto israelí, descritas como “absorción y asentamiento” de estos refugiados palestinos, así como “apoyo financiero a países árabes para el beneficio de este proceso”.

Bombardear a los gazatíes, masacrarles hasta la desesperación, para después obligarles a abandonar Gaza si quieren vivir. Una limpieza étnica total de dos millones de personas. Una nueva Naqba.

Viñeta de Derkaoui Abdellah (Marruecos)

Por contraste, también es significativo que las referencias a otros países como Arabia Saudí no mencionan la necesidad de presionarlos para que reciban a ninguno de estos desplazados, sino que solo se les pediría una “contribución económica” al proyecto.

Según afirma el diario Financial Times, Netanyahu, ya habría estado tratando de convencer a algunos líderes europeos de que se sumen a la iniciativa, sobre todo aplicando presión a Egipto para que acepte no solo abrir las fronteras a los desplazados gazatíes, sino también permitir su asentamiento en campamentos en el Sinaí.

El texto también prevee las toneladas de lubricante que van a ser necesarias para que la comunidad internacional trague con una limpieza étnica descomunal, y señala la necesidad de presentar el plan “de una forma que no empañe la imagen de Israel”, y de promover esta medida como “una necesidad humanitaria” que “reducirá las bajas entre la población civil”.

Bombardear a los gazatíes, masacrarles hasta la desesperación, para después obligarles a abandonar Gaza si quieren vivir. Una limpieza étnica total de dos millones de personas. Una nueva Naqba, pero mucho más cruenta y numerosa que la que vivieron los palestinos en 1947, donde 700.000 palestinos fueron expulsados de sus territorios.

Esta es la «solución final» del gobierno Netanyahu, el más ultrasionista de la historia de Israel.

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Ataques violentos de los colonos israelíes contra los cisjordanos

Y mientras tanto, en Cisjordania…

Lo denuncia un comunicado urgente de más de 30 ONG de Israel. Envalentonados por un gobierno ultrasionista que ha dado rienda suelta al genocidio sobre Gaza, los colonos de los asentamientos ilegales aprovechan la guerra para multiplicar las expulsiones de palestinos en Cisjordania.

El comunicado de Btselem y una treintena de colectivos de la izquierda israelí lo advierte. «Los colonos están aprovechando la falta de atención a Cisjordania» mientras todos los focos están sobre Gaza «para escalar en su campaña de ataques violentos para el desplazamiento forzoso de comunidades palestinas. En tres semanas han expulsado a 13 comunidades árabes. Es una limpieza étnica», dicen.

Ataques de colonos israelíes en Cisjordania. Infografía de El País con datos de la ONU y la ONG israelí Btselem

En Cisjordania no está Hamás, no está la amenaza de los cruentos ataques terroristas, no tienen esa excusa, pero da igual. Los ataques de los colonos contra los pobladores palestinos siempre han estado ahí, pero ahora se han multiplicado. Les disparan cuando van a cosechar sus olivos, y les arrebatan las aceitunas. El caso más reciente es el de Bilal Saleh, un agricultor palestino de 40 años que fue asesinado de un disparo en el pecho por colonos en la ciudad de Nablus, al norte de Jerusalén y Ramala.

Por la noche, los colonos sionistas vacían los depósitos de agua de los míseros poblados palestinos -que tienen prohibido conectarse al agua corriente- o les asustan el ganado con drones. O llegan a las casas palestinas, llaman a la puerta, y cuando les abren expulsan a sus habitantes por la fuerza, ocupando sus hogares. Cualquier resistencia es castigada con la mayor de las violencias en Cisjordania, donde militares israelíes y colonos matan impunemente a palestinos tomándose la justicia por su mano.

Más de 800 palestinos cisjordanos, sobre todo beduinos, han desmontado sus precarias aldeas para asentarse en lugares más seguros desde el ataque de Hamás el 7 de octubre.

Un total de 122 palestinos han muerto de forma violenta en Cisjordania desde que estalló el conflicto el 7 de octubre, lo que casi es la mitad de todos los que murieron en todo 2022 a manos israelíes.

«Israel va a utilizar la guerra de Gaza para seguir incrementando los asentamientos ilegales en Cosjordania, y para hacer más difícil sobre el terreno que pueda llegar a existir alguna vez un Estado palestino», denuncia desde Ramala el corresponsal de RNE, Fran Sevilla.

BOCADILLO: «Los colonos están aprovechando la falta de atención a Cisjordania para escalar en su campaña de ataques violentos para el desplazamiento forzoso de comunidades palestinas”

Foto 2: Infografía sobre los ataques de colonos israelíes en Cisjordania. El País. Fuente: ONU y Btselem

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