Marciano Sánchez Bayle es el portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública
Las movilizaciones de los profesionales de la Sanidad en Madrid han sido masivas, ¿se corresponde con una aplicación mucho más dura de los recortes?
No necesariamente. En Valencia hay una situación parecida, y lo que ocurre en Cataluña es que desde la época de Franco ha sido un sistema muy privatizado, con poca presencia de sectores públicos. En Valencia lo que pasa es que por diferentes cuestiones no ha habido la misma movilización. Lo que ha sucedido es que en Madrid se ha intentado poner en marcha muchas medidas de golpe.
¿Podemos decir que se han obtenido buenos resultados gracias a una respuesta unitaria y de apoyo de la ciudadanía?
Sin duda alguna una de las características de las movilizaciones en Madrid es que no han sido solo del sector sanitario, sino que en ellas ha participado la mayoría de la sociedad. Esto indica que hay conciencia de que es un problema importante al que hay que hacerle frente de manera conjunta, entre profesionales y ciudadanos, porque la Sanidad, aunque los profesionales la vivamos día a día, nos afecta a todos.
No es solo un problema profesional. La Sanidad Pública se ha puesto en marcha con el compromiso de toda la ciudadanía, que la mantiene con los impuestos.
Entonces, es evidente que el camino para hacer frente a los recortes es el de la unidad…
Sí, claro. De manera todavía desarticulada, pero en la práctica se está produciendo una confluencia que acaba siendo unitaria, de sectores sociales, profesionales y sindicales, que está dando resultados muy positivos, y es importante que se mantenga así porque los profesionales necesitamos de los ciudadanos. Además, los profesionales necesitan en apoyo de la ciudadanía también porque las movilizaciones le producen a la gente toda una serie de molestias, y la ciudadanía necesita a los profesionales porque son los que tienen alguna capacidad de incidir en el buen funcionamiento del sistema sanitario.«Las movilizaciones han sido apoyadas por la mayoría de la población»
De diferentes maneras los recortes buscan justificarse en que la Sanidad es insostenible. ¿Por qué sí es sostenible la Sanidad?
Hay muchos argumentos. Primero uno económico de cajón: España tiene un gasto sanitario muy bajo, de los más bajos de la UE y el más bajo de los desarrollados dentro de la UE. No es posible que con un 6,8% de gasto sanitario se tenga un sistema insostenible, y el de Alemania que está en el 9%, Francia que lo supera, Inglaterra en el 7,8, países que nos superan con mucho en el % del PIB que se emplea en gasto sanitario, sea sostenible.
El aumento del gasto en España es bastante moderado. Mientras que el promedio del aumento está en el 4,1 en España está en el 2,5, claramente por debajo y lejos del promedio. Y luego el sistema sanitario español es bueno, público, universal, con una esperanza de vida alta, la mortalidad infantil es muy baja, tenemos un programa de transplantes que es un modelo a nivel mundial… Cualquiera que haga una valoración sabe que estamos entre los 10 mejores países del mundo, con un gasto muy modesto. No puede decirse que es insostenible.
Lo que hay que hacer es destinar el dinero que se precisa, pero también un sistema impositivo que permita que las cosas funcionen.
Acabamos de dedicar 215 mil millones de euros a rescatar a la banca y quieren desmantelar la Sanidad Pública para ahorrar 7 mil millones de euros. Todos los años le damos a la Iglesia 6 mil millones de euros, nos gastamos miles de millones en una misión en Afganistán que está donde Cristo dio las tres voces, donde no hay ningún interés geopolítico español, y estamos reflotando las autopistas radiales que un buen día se le ocurrió hacer a Esperanza Aguirre. Los políticos del PP no tienen a la Sanidad como una prioridad y la están descapitalizando. Si no se destinan recursos a la Sanidad será insostenible, pero porque no se quiere que funcione.
En alguna ocasión usted ha mencionado que por donde hay que recortar es por otro sitio, por ejemplo, por los gastos farmacéuticos. El problema es que se trata de tocar los intereses de las grandes multinacionales…
Está claro. Por poner un ejemplo. Tenemos un gasto farmacéutico muy elevado respecto al PIB y el % de gasto sanitario, si tuviéramos el gasto farmacéutico de promedio que tiene la OCDE tendríamos 5 mil millones menos de gasto. Por ahí ya se podría ahorrar. Claro, habría que hacerlo, porque de todos estos recortes la industria farmacéutica ha salido muy bien parada como se puede demostrar, porque Farmaindustria los ha apoyado todos con mucho entusiasmo.
Además habría que mejorar y racionalizar mucho más la prescripción. Todo esto puede significar un ahorro significativo y acabar con las privatizaciones.
Se sabe que el diferencial de costes que hay entre construir un hospital por el modelo público a hacerlo por estos sistemas público-privados, puede ser de hasta 7,5 u 8 veces más caro. De esta manera también habría un ahorro muy importante.
En la Comunidad de Madrid se está planteando una reducción presupuestaria del 16% de los hospitales públicos, pues los hospitales privados tienen un incremento del 4%. No es que la Sanidad es insostenible, sino que se está intencionadamente deteriorando la Sanidad Pública para ponerla en manos de las multinacionales farmacéuticas, de las de la tecnología, y las empresas privadas de producción sanitaria.
Este conflicto ha servido para que la mayoría de los profesionales y una parte de la población, cada vez mayor, se den cuenta de que se nos está vendiendo un mensaje falso.
Lo que es un hecho es que ya existen partes de nuestro sistema sanitario en manos del capital extranjero…
En Valencia hay una parte muy importante y en Madrid, la fundación Jiménez Díaz, el hospital de Valdemoro el de Torrejón, el de Móstoles II… están en manos de multinacionales como Capio, Ribera Salud, Sanitas- BUPA… son empresas que están introduciendo otro problema y es que ahora tienen intereses aquí pero cuando no les cuadren sus intereses macroeconómicos a nivel mundial retirarán el dinero y colocarán en quiebra una parte del sistema sanitario que es fundamental para la población. Estamos en manos de unas multinacionales cuya táctica es mover el dinero de un sitio a otro dependiendo de sus beneficios. «La señora Merkel nos impone medidas que en su país se están retirando»
Frente a los recortes, ¿no hay que levantar la bandera de la soberanía del país?, porque evidentemente, gran parte de los recortes son por imposición del FMI y Berlín.
También, y no solo en la Sanidad sino en el conjunto de la sociedad, hay una dinámica de intentar eliminar los derechos ciudadanos y la protección publica de esos derechos en beneficio de los intereses de los grandes grupos económicos. Pero luego se producen paradojas curiosísimas. En Alemania se introdujo el copago en las consultas médicas, y lo acaban de retirar porque se ha visto que no mejoraba la utilización del servicio y se acababa penalizando a los grupos de población con menos recursos. La señora Merkel nos está imponiendo unas medidas que en su propio país se están retirando porque se ha demostrado que no sirven.
Con los recortes en investigación, ¿caminamos cada vez más hacia un modelo de Sanidad tipo “taller de reparaciones”?
Yo soy más prudente en eso, porque desgraciadamente en España la mayoría de la investigación sanitaria está muy vinculada a empresas farmacéuticas. Hay poca investigación independiente y desde luego muy poca destinada a la promoción de la salud. Esto es un problema que viene arrastrando nuestro sistema sanitario desde hace tiempo. Evidentemente con los recortes se reduce la investigación más aún, pero no es un problema de ahora sino una asignatura pendiente