Entrevista a Patricio Martí­nez - CESM

La Sanidad ante la crisis

Patricio Martí­nez en una conferencia el pasado 21 de junio

Desde CESM se ha anunciado para noviembre la presentación de un documento sobre la reforma del primer nivel asistencial, que consideran «agotado», y han trazado ya tres frentes que atender: dotación presupuestaria, reordenación laboral y grado de atención al ciudadano. Patricio Martí­nez es el Secretario General de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.

Ustedes movilizaron a miles de médicos catalanes en la rimavera de 2006 contra la masificación del sistema catalán y para conseguir mejoras. ¿En qué ha variado la masificación y listas de espera desde entonces? ¿En qué se ha avanzado? No hemos avanzado demasiado. La presión asistencial ha ido aumentando porque el nivel de inmigración y los nuevos usuarios del Sistema Nacional de Salud han aumentado, y por tanto, la situación de falta de ordenación de la demanda y de haber, por lo menos, intentado paliarla no ha sido posible. No hemos encontrado ningún beneficio desde entonces. Y no tenemos tampoco una mayor capacidad de resolución en Atención Primaria. Son estas tres razones las que nos llevan a considerar la Primaria en una situación peor que la de hace tres años. ¿A qué se refieren cuando hablan del grado de atención al ciudadano? ¿al tiempo de visita? ¿las listas de espera? Desde luego no ha mejorado el tiempo de visitas. No hemos alcanzado la media mínima de los diez minutos. Estamos con 5 o 6 minutos por visitas. No tenemos mayor capacidad de resolución. Y estamos en peor situación respecto a la gestión clínica. Entendiendo por gestión médica lo que es la autonomía del médico, la capacidad de resolución y la interacción con el resto de niveles asistenciales. No hablamos de las nuevas fórmulas de gestión que normalmente suelen hablar el gestor y los gerentes, sino lo que echamos de menos es la autoridad clínica que hemos perdido. ¿Qué alternativas proponen? Ha de aumentarse el presupuesto, no solo en Primaria sino a nivel de todo el Sistema Sanitario Nacional de Salud. Somos conscientes de que estamos en una situación de crisis económica, pero no por eso debemos dejar de exigir la necesidad de subir dos puntos del PIB o por lo menos tender a esto en unos dos o tres años. También hemos de reordenar el sistema asistencial para que el médico de familia sea el centro de gravedad asistencial, y por tanto recuperar el centro asistencial en el médico de cabecera, su capacidad de resolución. Hemos de reordenar la demanda y la gestión clínica para que el médico y el paciente estén en el centro del sistema asistencial, porque el médico debe ocuparse de que la calidad de la asistencia no baje pese al déficit presupuestario y la humanización y la desburocratización de la asistencia. ¿Cuáles son las dificultades para corregir esa visión hospitalcentrista y monopolista de la medicina que ha convertido la Asistencia Primaria en un apéndice burocrático de los grandes hospitales? Porque el sistema se hizo de una manera determinada. Era enormemente periodístico centrar todo en los hospitales y las grandes superaciones, cuando el 80% de la asistencia se hace a través de la Primaria y se hace en esos niveles y en los especialistas extra-hospitalarios. Hemos de recuperar el espíritu de “ALMA ATA”. En la última de las conferencias que ha tenido la OMS se vuelve ha recomendar cargar el centro de gravedad en el ciudadano y en la Atención Primaria. Hemos de exigir a los gestores que se corrija esto para que no gire todo en torno al hospitalcentrismo. Lo importante es el ciudadano y su principal puerta de entrada es el médico de cabecera. ¿No se enfrentan aquí los intereses de las farmacéuticas y las empresas de tecnología médica? Evidentemente el Sistema Nacional de Salud es un sistema productivo, multinacional y donde hay multitud de intereses remando para su parcela. Cuando hay una situación de crisis a todos los gestores se les ocurren nuevas fórmulas de gestión, que normalmente buscan hacer mucho más eficiente y productivo el sistema, cuando deberíamos luchar todos por su sostenibilidad y la calidad asistencial. A nosotros nos preocupa tanto las nuevas fórmulas de gestión siempre que se respete que el Sistema Nacional de Salud es un seguro obligatorio que tenemos todos los ciudadanos, por el mero hecho de serlo y no se puede perder. Debe ser equitativo y tener todos la misma capacidad de adquisición de estos bienes de salud, universalidad y equidad, y que siempre esté financiado a través de los presupuestos generales. Siempre que se respete esto y se le devuelva la autonomía y la gestión clínica a los médicos, que se peleen los demás para compartir las distintas fórmulas de gestión y presionen todas las empresas de alta tecnología. ¿Con la actual situación de crisis vamos camino de que se presione a los médicos para que recorten gastos con perjuicio de los enfermos en cuanto a pruebas diagnósticas y calidad de los tratamientos? No solo eso, sino que además tenemos que luchar contra nuestros propios intereses. Uno de los apartados que tiene la nómina del médico es la consecución de objetivos que marca la propia empresa, como son los genéricos, las pruebas complementarias, la ILD… muchos aspectos en los que se presiona al médico. Por un lado porque el gestor quiere eficiencia y ahorro presupuestario, y por otro porque el paciente no quiere que el médico sea tan eficiente pero si eficaz, es decir que le curen al precio que sea… los pacientes dicen: “oiga usted, no se preocupe, lo que necesite”. El médico debe situarse siempre al lado del paciente y conservando el sistema desde el punto de vista económico sin que afecte a la calidad.