La reforma universitaria impulsada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, que reduce los estudios de grado a tres años, condena a los alumnos a recibir una formación más generalista y menos competitiva que ahora, salvo si optan por hacer luego un máster, en cuyo caso el coste total de sus carreras se elevará de forma sustancial.Con el sistema vigente, derivado del Plan Bolonia de armonización de la enseñanza superior en la Unión Europea, los grados son normalmente de cuatro años, durante los cuales se adquieren, al menos en teoría, los mismos conocimientos y habilidades que en las antiguas licenciaturas, de las que el curso pasado salieron las últimas promociones.Si los alumnos quieren y pueden profundizar en su formación, tienen la posibilidad de hacer másteres de un año, que en algunos casos les abren la puerta a seguir los estudios de doctorado, requisito casi indispensable para aquellos que pretenden dedicarse de forma profesional a la docencia y a la investigación en el ámbito universitario.
Para compensar el recorte de los grados, la reforma de Wert duplica la duración de los másteres (que seguirán siendo voluntarios, salvo en casos excepcionales), con el objetivo de que aporten la especialización que dejarán de proporcionar aquéllos, aunque sólo sea por falta material de tiempo para condensar los programas que se imparten ahora.El problema, denunciado por los rectores y por las organizaciones representativas de los estudiantes, es que la nueva fórmula resulta más cara para los alumnos, ya que el precio de un curso de máster está muy por encima del precio de un curso de grado, cosa especialmente perturbadora en un país donde las becas son cada vez más escasas.Las cuentasLa unidad de medida del tiempo de formación en la universidad es el crédito, que en España tiene un coste medio de 18,50 euros, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Educación, aunque las diferencias entre las distintas comunidades son grandes, ya que disponen de autonomía para fijar las tasas en sus respectivos territorios. Como cada curso suele estar compuesto de 60 créditos, eso significa que una matrícula completa asciende a 1.110 euros, con lo que el desembolso que deben hacer los alumnos en los cuatro años de los actuales grados es de 4.440 euros, y eso sin tener en cuenta las subidas que eventualmente se puedan producir durante la carrera.Los créditos de los másteres (también 60) salen a 39,31 euros, más del doble que los de grado, y un curso completo se pone en 2.358 euros, siempre por término medio y atendiendo a los datos oficiales disponibles en la página web del Ministerio de Educación. Por lo tanto, en el caso de un alumno con grado y máster, el coste actual de sus estudios es de 6.798 euros, mientras que en el futuro será de 8.047 euros, con un incremento superior al 18%, suponiendo que los precios de los créditos se mantengan estables.El peor escenarioSin embargo, según los expertos, la diferencia real será todavía mayor, porque la idea es que el máster se convierta en una prolongación natural del grado y, por tanto, en paso inevitable para aquellos jóvenes que no quieran presentarse en el mercado laboral en clara inferioridad de condiciones respecto de sus compañeros que sí los cursen.
Eso significaría, en la práctica, la vuelta a las licenciaturas de cinco años, sólo que a un precio notablemente superior, en concreto del 81% si se comparan los 4.440 euros que cuesta hoy una carrera con los 8.046 de los tres cursos de grado más dos de máster previstos en la reforma aprobada por el Gobierno a propuesta de Wert.La situación se agrava en las comunidades con las tasas académicas más altas, Catalunya y Madrid, donde los créditos de grado están por encima de los 30 euros y los de los másteres superan los 60, con lo que el importe de las matrículas es prácticamente el doble de la media y con el nuevo modelo también se encarecerán más.Al objeto de darse margen para evaluar el impacto de la reforma, los rectores aprobaron el lunes por abrumadora mayoría no emprender su aplicación hasta el curso 2017-2018, mientras que el Sindicato de Estudiantes ha anunciado la convocatoria de sendas huelgas de dos días durante los meses de febrero y marzo.