Más de un 20% de los pobres en España son jóvenes con trabajo y estudios

La pobreza juvenil también rompe estereotipos

Los estragos de la precariedad en los últimos años ha ampliado el rango de la pobreza en España, creando una imagen muy distinta: 2,7 millones de jóvenes con diferentes niveles de estudio se encuentra en riesgo de pobreza. De los que un millón son titulados universitarios, cifra que ha aumentado en más de 300.000 desde 2008, según el informe del EAPN-ES. Esto no solo afecta a estudiantes también a los trabajadores, siendo casi un tercio los que se encuentran en la misma situación.

Parece increíble, pero es cierto. La imagen de la pobreza no solo se limita a personas en situaciones extremas de exclusión, de los 10 millones de personas que estaban en riesgo de pobreza el año pasado casi un tercio son estudiantes o titulados universitarios. También en 2017, el porcentaje de jóvenes con más de 16 años en riesgo de pobreza tocó su máximo con el 65% en los estudiantes de educación secundaria, sumando ESO y Bachillerato.

Pero el rango es aún más amplio, de los 10 asciende a 12,4 millones, (el 26,6% de la población) las personas en situaciones de vulnerabilidad si tenemos en cuenta no solo la tasa de pobreza, también otros dos indicadores: la baja intensidad del empleo en los hogares y la privación material severa (no poder permitirse una vivienda en adecuadas condiciones o buena alimentación), como plantea el informe de la EAPN-ES (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español).

Aunque desde las instituciones se ha marcado la mejoría respecto los 13 millones del año anterior, algunas números sí mienten. La situación de pobreza no solo ha aumentado desde el estallido de la crisis, se han ahondado las desigualdades y los pobres, aunque sean menos, sufren mayor precariedad. El aumento del 3% del PIB en los últimos dos años no se ha visto reflejado en paliar la situación.

¿Este es el futuro prometedor que nos espera tras años de estudio? Paro y escasez laboral o emigrar a otro país a probar suerte, como tantos han hecho ya. Parece que un proyecto de futuro -y presente- estable queda bastante lejos de nuestras expectativas.

Estos son los estragos de diez años de recortes y la alternativa es acabar con ellos. No es ninguna utopía si revertimos, por ejemplo, los más de 33.000 millones de euros recortados por el PP solo en 2012, para crear empleo en sectores punteros de la economía como las energías renovables o el I+D+i. ,recuperando miles de profesionales en enseñanza, sanidad o investigación.

De hecho, el planteamiento del actual gobierno del PSOE está llevando a cabo medidas contra la precariedad en este sentido. Hay que seguir exigiendo que se invierta en un proyecto productivo para nuestro país.